Huseyin Yildirim, segundo dirigente en importancia dentro de la jerarquía del PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán) declaró a la prensa que deplora la negativa del Partido de la Paz y la Democracia (BDP), la principal formación política kurda legalmente reconocida en Turquía, a participar en el referendo previsto para el 12 de septiembre. Yildirim, conocido por los estrechos vínculos que mantuvo con la Unión Soviética, estima que la reforma constitucional que propone el gobierno del primer ministro turco Erdogan, es positiva ya que permite acabar con la constitución que se puso en vigor en Turquía durante el golpe de Estado militar de 1980.

Yildirim estima que el error del BDP se debe a la influencia del PKK, que ha dejado de defender al pueblo kurdo y se ha convertido en un instrumento de los militares turcos y la OTAN.

En entrevista concedida el 28 de julio de 2010, Yildirim declara que el jefe histórico del PKK, Abdullah Ocalan, controla esa organización desde la cárcel y que el propio Ocalan se encuentra bajo control del Gladio, organización clandestina de la OTAN.

Según Yildirim, Ocalan llegó a un acuerdo con los servicios secretos de la OTAN después de su secuestro en Nairobi, en 1999. Agrega Yildirim que los combatientes del PKK fueron trasladados a la zona de exclusión aérea que Estados Unidos y Gran Bretaña instauraron en Irak y que sólo quedaron en Turquía unos 500 hombres del PKK, utilizados desde entonces para mantener la tensión y justificar los exorbitantes poderes del ejército turco. 
También aseguró Yildirim que Semdin Sakik y Selin Curukkaya, actuales dirigentes del PKK, son agentes del Gladio.

Abdullah Ocalan es el único prisionero encarcelado en la isla de Imrali, en una base militar y con un millar de hombres dedicados únicamente a su custodia. Después de ser condenado a muerte, dicha pena fue conmutada y transformada en cadena perpetua. Algunas fuentes afirman que Ocalan está sometido a un severo régimen de encarcelamiento pero otras afirman, por el contrario, que dispone de múltiples prerrogativas que le permiten seguir dirigiendo el PKK desde la prisión.