17-8-2011

Entre Arequipa y Lima, acumulando miles de kilómetros, siempre bajo la custodia de un fiel amigo, el magnífico Jesús No Autorizado de las autoras Beatriz Ontaneda Portal* y Rose Marie Paz Wells, me fue escamoteado para lectura durante larguísimos cuatro años. En enero del 2007, Beatriz me obsequió con grandilocuente dedicatoria que guardo en el arcano de cosas gratas.

El índice del libro jalona vigorosamente su contenido: Historia non sancta; Malditos apócrifos; María la niña rica; Las travesuras de Súper Jesús; Mujeres; Jesús, ¿hombre o dios?; Vas a morir…. y regresar; Grupos cristianos herejes, en un tomo, en su edición príncipe, de 224 páginas.

La irreverencia magnífica de las autoras Ontaneda (1959) y Paz (1958-2004) propone, con un lenguaje fácil, el examen de una serie de creencias embutidas durante centenas de años y asimiladas por una grey huérfana de crítica y sumamente proclive a la superchería y al pregón de embusteros consuetudinarios.

Leamos algo de este envión que puede o no gustar, sí ciertamente que no dejará de producir urticarias y soponcios. De eso se trata. (hmr)

“¿En qué año nació Jesús?

Jesús no nació en el año 0 de nuestros calendarios. En realidad su nacimiento ocurrió en el año 7 a.C. Calculemos porqué. Cuenta el apócrifo PseudoMateo que Jesús tenía tres años cuando regresó de Egipto, donde estaba escondido de Herodes El Grande. Asimismo, Mateo (2:19-20) narra que la Sagrada Familia salió de Egipto y volvió a Palestina cuando murió este gobernador. Los historiadores saben que este personaje murió en el año 4 a.C. Jesús tenía tres años. Por tanto nació en el año 7 a.C.

Otra forma de calcular el año en que nació el hijo de María, es apelando a Kepler. Estre gran astrólogo-astrónomo propuso el año de nacimiento de Jesús. Cuando en 1603 estaba investigando un acercamiento entre Júpiter y Saturno, llegó a sus manos un raro manuscrito judío cuyo autor era un tal rabino Ababanel, quien cita la tradición astrológica de la llegada del Mesías durante la conjunción Saturno-Júpiter en la constelación de Piscis. Cabe señalar que el planeta Saturno representa entre los astrólogos al maestro (instructor, hierofante, sacerdote, mago) mientras que Júpiter es el monarca (emperador, rey, regente). Tal conjunción podersosa se produjo históricamente el año 7 a.C. al inicio de la Era de Piscis.

Nos enseñaron a todos que Jesús nació el año 0. Sin embargo, es pertinente aclarar que nuestro calendario actual tiene un desfase de 7 años. Fue por varias causas que se juntaron. Primero, fue cuando en el año 46 a.C. Julio César decretó el cambio de calendario lunar romano por el solar, que llegó a conocerse como “Calendario Juliano”, basado en los cálculos del astrónomo griego Sosígenes. Como el año del calendario Juliano no era preciso y en realidad resultaba más largo que el verdadero año solar, se fue acumulando una cantidad de tiempo de desfase. Hasta que en el año 1582 d.C., el papa Gregorio XIII hace nuevos cambios, pero en lugar de arreglar la cosa, la empeoró más, pues el desajuste se acrecentó. Así fue como se perdieron dos años.

Sin embargo, a esto tenemos que agregar los errores cometidos antes por el monje Dionisio el Exiguo, ciudadano romano, que en el año 533 d.C. recibió el encargo de determinar cuál había sido el año en que nació Jesús. Pero, Dionisio metió la pata hasta el fondo al olvidar tener en cuenta el año cero que debía estar intercalado entre el año uno a.C. y el año primero de nuestra era. Encima dejó de contar los cuatro años en que el emperador Augusto había reinado bajo su propio nombre, Octavio. O sea, un desastre. Se perdieron cinco años más los otros dos que ya mencionamos. En suma, siete años echados al agua. De esta manera, el año 7 a.C., en realidad sería el año 0.

Regresan los ángeles

Los Mensajeros vuelven a aparecer durante la época de María. Después de los tiempos de Moisés, los mensajeros habían brillado por su ausencia. el asunto es que de pronto, entre el año 36 a.C., en que Herodes El Grande es reconocido como legítimo rey de Judea y el año 7 a.C. empiezan a proliferar de nuevo las misteriosas visitas de los ángeles, ocurriendo otra vez aquellas extrañas concepciones imposibles.

Jesús no nació el 25 de diciembre

¿Porqué Jesús no nació el 25 de diciembre? Veamos. La conjunción de Júpiter y Saturno en Piscis se dio tres veces a lo largo del año 7 a.C. como ya dijimos: en mayo, en octubre y en diciembre. ¿Por qué no pensar que el nacimiento se produjo en diciembre y no en octubre? Ha habido tantas discusiones sobre este tema que ya es un lugar común. Sin embargo, vamos a recordar las razones que hacen imposible que naciera para diciembre.

El principal argumento en contra del mes de diciembre es que había pastores y ganado pastando durante la noche del nacimiento y eso hubiera sido imposible en enero (con 1.6 grados bajo cero), en febrero (0.1 bajo cero) y menos en diciembre (con 2.8 bajo cero). En Palestina, diciembre es el mes más frío del año. Es el noveno mes del calendario judío (kislev). En Jeremías 36:22 y Estras 10:9 se afirma que en el noveno mes era invierno y había mucha lluvia. El ganado sale a pastar en marzo y es recogido a principios de noviembre. Casi ocho meses permanece al aire libre. Si el nacimiento de Jesús fue en octubre, como proponemos, ya empezaba a hacer un poco de frío y quizá por eso al cabo de unos días, José mudó a su familia a un establo cercano.

Muchas fiestas en una

La Navidad se celebra el 25 de diciembre a partir del año 354 d.C. bajo el emperador romano Justiniano. Antes no había. Pusieron esa fecha porque coincidía con varias festividades religiosas muy importantes de la antigua Roma. El 25 de diciembre era el Dies Natalis Invict (el día del Nacimiento del Jamás Vencido, que era un antiguo culto babilónico), que luego se mezcló con el culto persa de Mitra. Comenzaba el solsticio de invierno y además, en Roma era el último día de las Saturnales que hacía tiempo habían degenerado en un carnaval de puras orgías. Por tanto, en esas fechas los cristianos podían realizar sus ritos libremente sin ser perseguidos por sus enemigos pues éstos se hallaban entretenidos en otros menesteres. Así vemos que, en vez de erradicar las fiestas paganas, los emperadores romanos ya cristianizados prefirieron cambiar el sentido de sus viejas celebraciones, sumamente arraigadas en su pueblo. De este modo aprovecharlas para la nueva religión dominante. No obstante, es posible que el hecho de existir una tercera conjunción en diciembre haya contribuido también para que los antiguos cristianos se equivocaran trasladando el nacimiento de Jesús a dicho mes. Pero, como vimos, es imposible que Jesús haya nacido en diciembre.” Jesús no autorizado, pp. 90-91-92, Lima, diciembre 2006, Códice Ediciones SAC, Ediciones El Santo Oficio, Surco, Lima.
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*http://sacudirselosdogmas.blogspot.com/

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