En relación a la problemática de la trata de personas, la Organización La Casa del Encuentro se ocupa principalmente de la trata con fines sexuales.
En un primer momento, recibe a las familias que están buscando a sus hijas y a partir de allí realizan un trabajo multidisciplinario con ellas/os, principalmente explicándoles y orientándoles sobre cuáles serían los pasos a seguir desde lo jurídico y lo psicológico, brindándoles apoyo y contención. En una tercera instancia, si la víctima es rescatada o logra escapar, se encargan de conectarse y articular fundamentalmente con la UFASE (Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas), con el Ministerio Público Fiscal o con la Oficina de Víctimas de Trata.
– ¿Consideras que el Estado es eficiente en la asistencia a la víctima?
– El Estado está asumiendo lentamente que tiene que hacerse cargo de este tema. Creemos que estamos avanzando de a poquito con leyes específicas, con el armado de programas que ayudan a combatir la trata de personas. En el tema de asistencia a la víctima falta un sostenimiento, porque una víctima después de hacer una denuncia por trata de personas tiene un juicio por delante en el que va a necesitar que la asesoren. Hay insuficientes refugios para víctimas de trata. Las mujeres extranjeras que son víctimas de trata todavía no reciben un apoyo o pasan por un proceso de contención y asistencia, sino que se busca despacharlas hacía su país, lo cual es una doble violencia. Nosotras insistimos principalmente en la reforma de la ley, luchamos para que haya un Programa Nacional de Lucha Antitrata.
La línea 145 es una buena medida porque fundamentalmente no depende de la Policía Federal, depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. Es una herramienta que va a tener la familia y nosotras para hacer una denuncia, en el caso de un prostíbulo, de presunción de trata, de un cliente/prostituyente que tenga relación con la trata.
– ¿Qué medida habría que tomar contra el cliente/prostituyente?
– Es el único punto donde hay un debate. La realidad es que para que exista la trata y la prostitución como una opción o como un destino para una mujer tiene que existir alguien que pague, entonces en este sentido nosotras identificamos al cliente/prostituyente como uno de los pilares que sostiene la trata y la prostitución. Hay dos posiciones al respecto, una que habla de penalizar al cliente y otra que dice que no. Cuando se habla de penalizarlo no significa que vaya preso 20 años, lo que se está diciendo es: penalicémoslo, que tenga que hacer trabajo comunitario, una multa, algo para que después él tenga que dar cuenta que ha sido procesado por pagar por sexo. Dejarlo expuesto socialmente y ante su entorno para desalentar progresivamente el consumo de cuerpos y vidas de mujeres. Pero acá hay un debate profundo sobre trata y prostitución, si la prostitución es elegida o forzada. Y para nosotras la prostitución es forzada, se llega al circuito por desigualdades estructurales que llevan a tener como único destino la prostitución, y no sólo las mujeres sino también las travestis. En eso le estamos reclamando al Estado que genere capacitación y asistencia tendientes a darles igualdad de oportunidades a todas las mujeres, incluidas también las travestis, para que recién después estemos hablando de si eligió o no eligió. Hoy si una mujer entra al circuito de la prostitución porque no tiene qué comer no es una opción ni es un trabajo, es una forma de sobrevivir.
– ¿Cómo se puede desnaturalizar el consumo de la prostitución?
– Son varias cosas, penalizar el cliente es la medida más inmediata pero lo más importante es empezar a deconstruir esta cultura que coloca al varón del lado del dominio y a la mujer del lado de la sumisión, exponiendo a la mujer como un objeto de mercantilización. Tiene que haber un trabajo de construir nuevas masculinidades, una masculinidad libre de patriarcado. Hay medidas que tienen que ver con la educación, con cumplir las leyes: ley de violencia de género, ley de medios.
– Si bien ahora existe el Decreto 936, ¿cómo cree que se soluciona el tema de los papelitos en la vía pública y las revistas pornográficas en los quioscos?
– Nosotras consideramos que el decreto se puede aplicar a los papelitos, habría que agregarle la sanción concreta a las personas que están colocando estos papeles. Debería pasar a ser una contravención para que pueda ser sancionado. Hoy por hoy no es un delito, detrás de todos esos papelitos, el 70/80 por ciento son trata. La medida me resultó positiva, era algo que veníamos pidiendo.
Esta entrevista forma parte de un dossier sobre la trata de personas publicado en www.revistafurias.com.ar.
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