Francia
• Le Monde (el diario francés de las élites de izquierda, muy atlantista) modifica su presentación de los acontecimientos. Según este diario:
Contrariamente a lo que se dijo antes, el ejército libre sirio no cuenta con apoyo exterior, y no goza del más mínimo respaldo francés.
El conflicto es más confesional que político, producto de la oposición entre la influencia chiíta iraní y la influencia sunnita saudita.
El objetivo es demostrar que, a diferencia del caso libio, una intervención militar en Siria –intervención que sería por demás beneficiosa– implicaría a Francia en una mecánica que llevaría a un conflicto regional.
• Le Figaro publica un artículo de opinión del alto funcionario gaullista Roland Hureaux. Contrariamente al caso de Libia, Siria se halla en pleno centro de una zona de conflicto y, en caso de guerra en ese país, resultaría por lo tanto imposible limitar dicha guerra al estricto marco de las fronteras sirias. En todo caso, aparte de las exageraciones de la propaganda, los reproches que realmente pueden hacerse a Siria no son muy diferentes de los que habría que dirigir a muchos otros Estados de la región y no hay, por lo tanto, ninguna razón en particular que justifique una guerra contra ese país. En cuanto al contencioso fraco-sirio, se trata de temas pendientes desde hace 30 años pero que no justifican el uso de la fuerza.
España
• ABC sigue publicando su entusiasta reportaje sobre la insurrección en Siria.
Estados Unidos
• El International Herald Tribune publica una tribuna libre de Larbi Saidiki que denuncia la hipocresía del Hezbollah, organización que, después de haber sido un movimiento de resistencia, ahora respalda la dictadura en Siria.
Sin embargo, el profesor Saidiki nunca mostró en el pasado la menor simpatía por el Hezbollah.
• En el diario Los Angeles Times, David Schenker (WINEP), ex responsable del Levante en el Departamento de Defensa, interpreta la entrevista que Bachar al-Assad concedió a ABC como una confirmación de la arrogancia de un presidente que no acaba de darse cuenta de que sus aliados lo han abandonado. Schenker, quien pasa por alto la manipulación de dicha entrevista, afirma además que el Hamas está sacando discretamente de Siria a sus cuadros y que el Hezbollah está haciendo lo mismo con sus misiles.
• En una entrevista concedida al Washington Post, Ehud Barak confirma el cambio de posición de Israel con respecto a Siria. Siguiendo el popular adagio que afirma que “más vale malo conocido que bueno por conocer”, Ariel Sharon prefería ver en el poder al «diablo que ya conocemos» en vez de arriesgarse a derrocarlo en beneficio de un desconocido. Sin embargo, debido al apoyo que Siria prestó al Hezbollah libanés en 2006 y al Hamas palestino en 2008, la nueva administración israelí ahora quiere derrocar a Al-Assad. Tel Aviv estima que el laicismo, bien anclado desde hace mucho tiempo en la sociedad siria, protege a ese país de cualquier deriva islamista. Pero el ex jefe del Mossad Efraim Halevy se inquieta ante una posible escisión del ejército por estimar que ello podría dar lugar a una transferencia del armamento sirio a grupos terroristas.
Palestina ocupada
• El Jerusalem Post expresa sus dudas en un dossier de 4 páginas dedicado a la «primavera árabe». Explica que esta se ha convertido en un triunfo para la Hermandad Musulmana, que actualmente se halla fuera de control. Estima que lo que se produjo no fue una «revolución de Twitter» sino una «revolución de las mezquitas» y que nada prueba actualmente que sea posible controlar a largo plazo los actuales cambios.
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