Según el diario libanés L’Orient-Le Jour, Estados Unidos estuvo negociando secretamente con Siria, en Omán, en febrero y marzo de este año. El presidente sirio, Bachar al-Assad (a la izquierda en la foto), había viajado a Omán el 23 de febrero.

Las negociaciones fracasaron porque Washington se niega a retirar las tropas estadounidenses que ocupan territorios en el noreste de Siria, donde respaldan a sus mercenarios kurdos –las llamadas “Fuerzas Democráticas Sirias” (FDS).

Estados Unidos pretende justificar su presencia militar en suelo sirio afirmando que sus tropas luchan allí contra el Emirato Islámico (Daesh, denominado en Occidente como Estado Islámico, EI, ISIS, etc).

Sin embargo, sólo las fuerzas del gobierno sirio –con ayuda de la Federación Rusa e Irán– lograron rechazar exitosamente a los yihadistas de Daesh mientras que las fuerzas estadounidenses se limitaban a mantenerlos en el «Sunnistán» que el Pentágono les había asignado –conforme al plan estadounidense revelado en su momento por Robin Wright.

Además, el quinto “califa” de Daesh, Abu al-Hussein al-Hussein al-Husseini al-Qurashi, fue eliminado el 30 de abril, pero no por fuerzas estadounidenses sino por Turquía.