En vísperas de la nueva elección presidencial prevista en Venezuela a raíz del reciente deceso del presidente Hugo Chávez, quien acababa de obtener un nuevo mandato presidencial, el intelectual francés Salim Lamrani conversa con el ministro Ernesto Villegas. El actual titular venezolano de Comunicación e Información analiza el legado de Hugo Chávez y explica el por qué de la confianza en la victoria electoral de Nicolás Maduro y en la continuación de la Revolución Bolivariana.
Salim Lamrani: Señor Ministro, ¿en qué estado de ánimo se encuentra el pueblo venezolano tras la desaparición del Presidente Hugo Chávez?
Ernesto Villegas: Todos estamos muy tristes y tratamos de asimilar una realidad difícil de aceptar. Un largo proceso de duelo está recorriendo Venezuela. Nuestros compatriotas, incluso algunos adversarios del Presidente, no terminan de creer que ya no se encuentra físicamente entre nosotros. Todos estamos en una especie de espera de un eventual regreso, de una alocución pública de Chávez, de un próximo programa de Aló, Presidente. Nos acostumbramos tanto a su presencia a lo largo de estos últimos 14 años en los que ejerció el poder político, sin hablar de su presencia en la vida nacional desde 1992, que nos resulta difícil resignarnos a su partida.
Se trata de una de las personas más destacadas de la historia venezolana. Dejó una impronta indeleble en la vida política de nuestra patria y por eso, a pesar de su desaparición física, el Presidente Hugo Chávez siempre estará presente en el futuro y nos acompañará en la edificación de una sociedad que queremos mejor y más justa. Chávez está en todas partes pues nos indicó el camino a seguir para alcanzar la independencia plena y definitiva de nuestra nación. El proyecto emancipador y soberano que lanzó Hugo Chávez es un proceso en construcción que llevaremos a cabo en todos los rincones de Venezuela. La obra de Chávez es palpable no sólo en la realidad material, en su gestión de gobierno, sino también en el campo subjetivo de la esperanza. Chávez sembró una semilla de esperanza en el pueblo y está germinando.
SL: Las inmensas manifestaciones de duelo y de tristeza populares marcaron ampliamente al mundo entero. ¿Cómo se explica este fervor nacional hacia un presidente?
EV: Es que perdimos a un miembro de la familia y no cualquier miembro. Perdimos a nuestro padre, nuestro padre político e histórico, el padre de esta Revolución, el padre de nuestras luchas, pero también nuestro padre desde un punto de vista simbólico. Chávez era un miembro de la familia venezolana, sin duda el más importante, quien abrió los ojos a la comunidad nacional. Por él se discutió, por él se lloró, por él se rió. Gracias a él volvió a nacer la esperanza entre nosotros. Adultos pudieron alfabetizarse, educarse y disponer por fin de un estatus de ciudadano activo en nuestra sociedad. Muchos hogares venezolanos, por primera vez en su vida, tuvieron acceso a la lectura, a los libros, a la cultura. Gracias a Chávez, nos encontramos de nuevo con nuestra identidad nacional, con nuestra autenticidad venezolana, con nuestro Libertador Simón Bolívar y con nuestra historia bolivariana. Volvimos a descubrir el concepto de Patria y pudimos entender mejor los desafíos de nuestro tiempo. En una palabra, Chávez nos permitió encontrar nuestro sueño común.
SL: El pueblo venezolano perdió entonces al que dio la voz a los pobres.
EV: Por eso el dolor fue tan fuerte. Nos enteramos de su desaparición el 5 de marzo de 2013 y al día siguiente el pueblo invadió las calles para rendirle homenaje al Presidente, acompañarlo desde el Hospital Militar hacia la Academia Militar y expresar su tristeza.
Se produjo un nuevo 27 de febrero tras la desaparición de Chávez, un nuevo Caracazo, como el de 1989 cuando el pueblo se sublevó contra la miseria y las políticas de austeridad. Con una diferencia. Esta vez, el pueblo tenía un objetivo preciso: acompañar al Comandante Chávez a la Academia Militar. Si el 27 de febrero de 1989 fue un Caracazo social, el 6 de marzo de 2013 fue un 27 de febrero político.
SL: Las manifestaciones fueron impresionantes.
EV: Se le rindió homenaje de modo masivo. Hubo familias enteras que esperaron horas y días para ver al Presidente Chávez. Una vez cumplido el rito, el pueblo regresó a su casa. En las calles había centenas de miles de venezolanos, y constituyen una fuerza política, social y física extraordinaria. Era un volcán humano, una marea humana de un poder inaudito. En otro contexto, el vigor de esta muchedumbre lo habría devastado todo en su camino. Pero en ese caso preciso, la marcha fue pacífica gracias a Hugo Chávez pues dejó instrucciones al pueblo.
SL: Usted se refiere a su última alocución televisiva del 8 de diciembre de 2012.
EV: Correcto. Explicó cuál era la marcha a seguir en caso en que no sobreviviera a su enfermedad, a esa emboscada que le tendió el destino. Si no hubiera dado ese mensaje al pueblo, quién sabe lo que hubiese ocurrido en Venezuela. El poder de esta masa humana es capaz de destruir cualquier cosa. El pueblo habría podido atacar los medios privados que no han dejado de denigrar y vilipendiar al Presidente Hugo Chávez durante los últimos 14 años, atacándolo directamente a él y a la voluntad nacional. No obstante, no pasó nada porque el pueblo recibió el mensaje pacífico de Chávez a favor del orden y la unión. Chávez tomó las disposiciones necesarias para evitar eso. Esta fuerza está allí, latente, con Hugo Chávez como líder espiritual, más vivo que nunca a pesar de su desaparición física, pues las ideas nunca mueren.
SL: Chávez siempre prefirió la comunicación directa con el pueblo.
EV: Chávez tenía tanto entusiasmo que multiplicaba las ideas cuando sus asesores en comunicación le recomendaban que no se expusiera tanto. En 1999 hablábamos de ello y pensábamos que corría demasiados riesgos pues las fuerzas conservadoras opuestas al proceso bolivariano eran muy poderosas. Él, al contrario, pensaba que había que exponer la integralidad del proyecto emancipador al pueblo. En aquella época, no podía saber que lo alcanzaría esa terrible enfermedad. Retrospectivamente, nos damos cuenta de que acertó y había que revelarle todo a la nación.
Nos dejó miles de horas de comunicación directa con los venezolanos y un lazo afectivo indeleble con el pueblo, que forman parte del legado de la Venezuela de hoy.
SL: La figura de Hugo Chávez, militar de formación, apareció en la escena política nacional el 4 de febrero de 1992, tras la sublevación armada contra el Presidente Carlos Andrés Pérez, en un contexto mundial marcado por la derrota de las ideas progresistas y la hegemonía del Consenso de Washington.
EV: Tras el desmoronamiento de la Unión Soviética en 1991, las izquierdas del mundo entero se encontraban en plena desbandada. Gracias a Chávez, muchos militantes de izquierda volvieron a encontrar la vía del socialismo. Chávez también sintetizó nuestras raíces religiosas, proclamándose abiertamente cristiano. Así consiguió la adhesión y el fervor de los creyentes y los unió no sólo a los militantes ortodoxos del marxismo-leninismo, sino también a los militares que, en otros tiempos y bajo otro liderazgo, habrían rechazado la alianza con las categorías contras las cuales estuvieron en guerra. Chávez fue el elemento que federó. Logró unir a las fuerzas políticas, religiosas e ideológicas heterogéneas. Por ello, un conglomerado gigantesco de personas distintas, procedentes de horizontes diferentes, se identificó con Chávez.
SL: Pero su base es sobre todo popular.
EV: Evidentemente, el apoyo mayoritario a Chávez procede de los sectores populares que históricamente fueron marginados, apartados e ignorados. Estas categorías, aun siendo mayoritarias, eran maltratadas, despreciadas, discriminadas, excluidas de la sociedad. Encontraron en Chávez un referente, un representante y defensor de sus aspiraciones, una esperanza que los hizo visibles.
Chávez estableció un lazo especial con el pueblo. Él mismo procede del pueblo y se sublevó en 1992, tres años después de la sublevación popular de 1989. Hubo un diálogo entre la calle y el cuartel y Chávez era el interlocutor del cuartel y terminó fusionándose con la calle. Se convirtió así en el líder del cuartel y de la calle, de los militares progresistas bolivarianos y del pueblo.
SL: ¿Qué legado dejó al pueblo venezolano y al mundo?
EV: Chávez ubicó al ser humano en el centro de nuestro proyecto bolivariano, particularmente a las categorías más desfavorecidas. Devolvió al pueblo el sentimiento de orgullo y dignidad nacional. Unió en un mismo cuerpo al pueblo y a la fuerza armada.
Chávez cambió completamente las relaciones internacionales y tejió lazos sólidos con muchos países del mundo. 33 mandatarios y 57 delegaciones participaron en la ceremonia fúnebre del Presidente. Chávez tejió lazos no solo comerciales con esas naciones sino que también unió a los pueblos e incluso estableció relaciones muy personales con los dirigentes de esos países. Chávez estableció un nuevo paradigma en las relaciones internacionales. En Venezuela nos acostumbramos a la tecnocracia diplomática que suponía que la cancillería se encargaba de las relaciones con el resto del mundo, cuando sólo era una extensión del poder presidencial. Chávez, al contrario, desarrolló lazos muy personales con jefes de Estado, lo que le permitió tener excelentes vínculos con dirigentes tanto de derecha como de izquierda. Hizo que las diferencias ideológicas no constituyeran un obstáculo para las relaciones, como es el caso con Colombia o Chile que han elegido orientaciones políticas diferentes de las nuestras. Chávez también tuvo buenas relaciones con gobiernos europeos que no compartían su visión del mundo.
SL: Venezuela se encuentra en plena campaña electoral ya que está previsto un nuevo escrutinio presidencial el 14 de abril de 2013, en el cual se enfrentarán el actual Presidente encargado de la República, Nicolás Maduro, y el principal candidato de la oposición, Henrique Capriles.
EV: Este nuevo proceso electoral, no previsto, ocurre tras la desaparición del Presidente Chávez, conforme a lo que establece nuestra Constitución. Se mezclan varios sentimientos: el duelo, la tristeza y las lágrimas por la partida repentina de nuestro Presidente y el entusiasmo, la energía y la alegría propios de toda campaña electoral.
Venezuela se encuentra en pleno debate de ideas, con confrontación de modelos y comparación de proyectos de sociedad, en un contexto marcado por circunstancias trágicas. Es una mezcla de sentimientos bastante rara, dictada por esta imprevisible realidad.
Chávez era un tipo que respiraba y transmitía la alegría. Era a la imagen de su pueblo. La alegría forma parte de la idiosincrasia venezolana y lo invito a tomar parte en cualquier manifestación bolivariana de apoyo a la candidatura de Nicolás Maduro para percibir este fenómeno. El pueblo está convencido de que Chávez, a través de la elección de Nicolás Maduro, estará siempre entre nosotros, aunque nos faltará siempre su presencia física. Vivirá siempre en la esperanza del pueblo venezolano y en sus luchas por un mundo mejor.
SL: ¿Están unidas todas las fuerzas en torno a Nicolás Maduro?
EV: No tenemos ninguna duda sobre el sucesor de Hugo Chávez pues respetaremos escrupulosamente su voluntad. La Revolución Bolivariana seguirá su curso y la dirección que trazó el Presidente Chávez. Sin el mensaje de Chávez del 8 de diciembre de 2012, el 6 de marzo quizás hubiera sido un 27 de febrero social y político. Sólo podemos rendir tributo y homenaje a su capacidad de anticipar los eventos y a su visión del futuro. Algunos intentaron disuadirlo de pronunciar este mensaje durante su última alocución, en la cual pidió al pueblo bolivariano que eligiera a Nicolás Maduro como su sucesor en el caso de que él desapareciera.
SL: ¿Cuál fue la respuesta de Chávez?
EV: Se negó categóricamente a cambiar de decisión. «Le debo la verdad a mi pueblo», dijo. Se encontraba en Cuba y regresó únicamente para realizar esa alocución televisada y avisar al pueblo de que el cáncer había reaparecido y de que debía librar una nueva batalla. Pospuso la operación quirúrgica, con riesgo para su salud personal, para regresar a Venezuela y expresarse ante el pueblo. Sólo podemos darle las gracias por ello. Sabía que tenía que guiar otra vez a nuestros compatriotas.
SL: ¿Cómo ve usted este proceso electoral?
EV: Se trata de una nueva elección que Chávez va a ganar a través de Nicolás Maduro, pues es el estratega fundamental. Cual Cid, conseguirá la victoria. Es el Comandante no sólo desde un punto de vista metafísico. En efecto, antes del triste desenlace del 5 de marzo de 2013, Chávez ya había trazado el camino.
Hubiera podido viajar a Cuba para operarse sin decir nada. Nadie le pidió nada. Pero quiso hacerlo y anunciar la noticia al pueblo. Así, trazó el camino electoral para la Revolución pidiéndole al pueblo seguir a Nicolás Maduro y elegirlo como nuevo presidente. La voluntad de Chávez se traduce en el voto del pueblo que manifestó masivamente su dolor y tristeza en las calles esos últimos tiempos. Los venezolanos votarán con alegría, entusiasmo y esperanza por Nicolás Maduro el 14 de abril. No tengo duda alguna al respecto. La Revolución conseguirá otra vez un triunfo resonante.
SL: ¿Qué opina de la oposición que lidera Henrique Capriles?
EV: La oposición es una federación de ambiciones y de intereses heterogéneos, sólo unida por el odio a Chávez y al pueblo bolivariano. Es incapaz de comprender que vivimos en una época distinta y que no regresaremos a los tiempos pasados. Procede de los viejos partidos políticos, de las elites económicas y de la oligarquía y no admite perder el poder político que considera como su propiedad exclusiva.
El factor racial y racista marca también a la oposición. No acaba de admitir que un negro pobre se encuentre en el centro del poder. El odio a Chávez resume todas las miserias morales de la condición humana: el racismo y el odio de clase, el odio a los pobres.
SL: El gobierno acusa a la oposición de encontrarse bajo la influencia de Washington. ¿En qué se basa?
EV: La oposición se somete a Washington y sigue sus directrices. Es fácil de demostrar. La señora Roberta Jacobson del Departamento de Estado, en una entrevista al diario español El País, puso en tela de juicio el sistema electoral venezolano, cuando todas las instituciones internacionales saludan su transparencia. Absolutamente todas, menos el Departamento de Estado de Estados Unidos. Inmediatamente, los medios privados antichavistas y la oposición empezaron a cuestionar nuestro sistema electoral, al cual siempre legitimaron pues participaron en las elecciones regionales de diciembre de 2012 y aceptaron los resultados del escrutinio. Ese mismo sistema les permitió ganar las elecciones en algunos Estados, aunque con ínfimo margen, como fue el caso del Estado de Miranda que dirige actualmente el candidato de la oposición Capriles. Se respetaron los escrutinios en todas partes, incluso cuando la oposición fue mayoritaria.
SL: La oposición acusa al Consejo Nacional Electoral de parcialidad.
EV: Este mismo Consejo Nacional Electoral que la oposición vilipendia tanto, que Capriles acusa de todos los males, es el que declaró vencedor al candidato de la oposición en el Estado de Miranda, es decir a Capriles.
En realidad, la oposición sigue escrupulosamente las directrices de la señora Jacobson y ello explica las actuales campañas de desprestigio contra el Consejo Nacional Electoral. La oposición incluso ha pensado retirar a su candidato para desacreditar el proceso electoral. Corren algunos rumores al respecto. Capriles recibió instrucciones en ese sentido. Esperamos que mantenga su candidatura y que respete las reglas democráticas.
SL: ¿Capriles evaluó la posibilidad de retirar su candidatura?
EV: Según las informaciones de las cuales disponemos, se ha estudiado minuciosamente esa hipótesis. Capriles sabe que va a perder las elecciones del 14 de abril de 2013. Por supuesto, los políticos tienen proyectos a corto, mediano y largo plazo y Capriles querrá seguramente ser el referente de la oposición en la vida política venezolana, pero está consciente de que no tiene ninguna posibilidad de conseguir la victoria en el próximo escrutinio. También están convencidos de ello sus partidarios.
SL: En su opinión, Maduro ganará la elección del 14 de abril de 2013.
EV: No cabe la menor duda. Incluso es posible que alcancemos los 10 millones de votos, como homenaje a nuestro Comandante desaparecido. Muchas veces se minimizó, se despreció, se caricaturizó la capacidad de convocatoria de Chávez y la realidad mostró a esos sectores que estaban equivocados. Atribuían eso a mecanismo clientelista, a la compra de conciencias o al ejercicio de coacción sobre el aparato burocrático del Estado. Las manifestaciones del 6 de marzo, por su espontaneidad y carácter masivo, mostraron que no era cierto.
SL: Les medios privados de Venezuela y los medios occidentales se mostraron muy virulentos contra Chávez.
EV: Muchos descubrieron la superchería del discurso de los medios privados y de la oposición. Muchos comprendieron por fin que Chávez era un líder querido por la inmensa mayoría del pueblo porque era el mejor amigo de los pobres. El pueblo saludó su acción y su legado. La Historia le hará justicia a Chávez y lo considerará como uno de los grandes líderes de nuestro tiempo y de América Latina.
Creo que ningún dirigente político fue tan maltratado y vilipendiado como Chávez. Veremos hasta dónde llegan en su afán de deslegitimar la democracia venezolana y el triunfo de Nicolás Maduro. Piensan poder aprovechar la ausencia física de Chávez y están convencidos de que el gobierno bolivariano de Maduro no será capaz de enfrentar la situación actual. Se van a quedar con las ganas porque la Revolución se beneficia de un apoyo popular extraordinario, de un apoyo militar fuerte, de un gobierno solidario, de instituciones sólidas y de un programa –el Plan de la Patria– que traza las grandes líneas para el siguiente mandato y condensa las propuestas del Comandante Chávez. No dudo ni un solo instante de nuestra fuerza, a pesar de las amenazas, pues Chávez dejo un legado de un extraordinario valor.
SL: ¿Por qué la oposición venezolana siempre se negó a aceptar la legitimidad de Hugo Chávez?
EV: La oposición siente un odio profundo por la democracia verdadera, a pesar de sus discursos litúrgicos al respecto. Se apega a los ritos pero se limita a ellos, es una democracia ritualista. En vez de enfrentar el sufragio popular, prefiere darle vueltas a un artículo de la Constitución e intentar subordinar la voluntad mayoritaria del pueblo a su interpretación particular y, sobre todo, falsa –como lo reconoció el Tribunal Supremo– tras la elección de Chávez en octubre de 2012 y su toma de posesión diferida a causa de su problema de salud. Ocurrió lo mismo con la toma de posesión del Presidente Nicolás Maduro.
La oposición piensa que todo debe cambiar tras la desaparición física del Comandante Chávez, olvidándose de la continuidad constitucional y de los principios elementales de la democracia que exigen que se respete la soberanía del pueblo. La oposición, que ya tuvo un comportamiento antidemocrático desde la llegada al poder de Hugo Chávez, pretende dictar cátedra sobre la democracia y cuestiona la legitimidad del poder actual. Es la misma oposición que organizó el golpe de Estado de abril de 2002 y que impuso una junta golpista cuyo «Presidente» [Pedro Carmona Estanga] prestó juramento no sobre la Constitución sino sobre un papel en blanco, porque rechazaba nuestra nueva Carta Magna, y que disolvió todos los poderes públicos. Esta oposición que reprimió al pueblo tras el golpe del 11 de abril de 2002 pretende dar lecciones sobre el concepto de democracia.
SL: A nivel internacional, Chávez desempeñó un papel importante, particularmente en América Latina.
EV: Chávez fue un gran dirigente político. Venezuela desempeña ahora un papel importante a nivel internacional y forma parte del legado de nuestro Comandante que intentamos desarrollar y profundizar. No tenemos ninguna duda de que con el liderazgo de Nicolás Maduro y el resto del equipo de dirección de la Revolución Bolivariana, seguiremos el mismo camino y reforzaremos esa herencia.
SL: La Revolución Bolivariana ha tejido lazos muy particulares con la Revolución Cubana y las relaciones entre Hugo Chávez y Fidel Castro superaban el vínculo político entre dos jefes de Estado. ¿Cómo se explica esta alianza entre Venezuela y Cuba?
EV: Conviene recordar que Hugo Chávez es ante todo un revolucionario y Cuba es un referente importante para todos los revolucionarios de nuestro continente, independientemente de los matices y particularidades de cada nación. Cuba es todo un símbolo.
Es innegable que su famosa visita a La Habana en 1994 y el recibimiento generoso que le ofreció Fidel Castro, en el aeropuerto, lo marcaron profundamente. Chávez descubrió en Cuba una Revolución llena de amor y cariño.
Una vez en el poder en 1999, Chávez hizo de Cuba su principal aliado con la firma de acuerdos estratégicos en 2000. Esos acuerdos constituyeron el marco para el progreso de todo el continente latinoamericano. La relación personal entre Chávez y Fidel supera el marco político. Es familiar.
SL: Chávez no vacilaba en calificar a Fidel Castro de padre espiritual.
EV: Efectivamente, y esta relación ha sido muy complementaria y nos ha permitido tomar lo mejor de la Revolución Cubana, una Revolución que surgió a mediados del siglo XX, e integrarla a la primera Revolución del siglo XXI. El lazo entre Chávez y Fidel simboliza también el lazo entre una Revolución adulta y una Revolución naciente, lo que es en definitiva una combinación virtuosa.
Se trata de una relación padre/hijo, en que el padre no sólo asesora al hijo, sino que aprende también de él y lo ve construir su proyecto de sociedad en circunstancias distintas, frente a una especial adversidad, como el hecho de tener nuestro Miami [bastión de la oposición cubana] en nuestro propio país. Los dos países se han enriquecido mutuamente pues ambas Revoluciones tienen sus propias particularidades y especificidades.
SL: La amistad personal entre Hugo Chávez y Fidel Castro también permitió acercar a ambos pueblos.
EV: Desde un punto de vista humano, las relaciones entre nuestros dos pueblos son extraordinarias. Pudimos apreciar la solidaridad de los médicos y profesores cubanos que se encuentran en Venezuela. Muchos pacientes venezolanos fueron a Cuba a operarse. Disponemos de intercambios en todos los campos posibles, sea la salud, la educación, la defensa, la cultura, la diplomacia, etc.
SL: ¿Se puede hablar de fusión entre ambos pueblos?
EV: Desde un punto de vista afectivo, sí. Ahora, es verdad que cada país tiene sus propias características, su propia historia. Nuestras instituciones son diferentes y las condiciones de desarrollo de nuestro proyecto bolivariano también. Nadie copia el modelo del otro, sencillamente porque es imposible calcar un modelo en un país diferente.
No obstante, repito, el encuentro entre nuestros dos pueblos ha sido extraordinario. El capital humano cubano es impresionante y los médicos cubanos fueron verdaderamente solidarios. Eso es admirable. La experiencia de Fidel Castro y Raúl Castro, de todo el liderazgo cubano, permitió que se desarrollara la Revolución Bolivariana. Sólo podemos sentir admiración hacia el pueblo cubano. Esta relación especial permitió reforzar los lazos entre nuestros dos pueblos que comparten muchas aspiraciones comunes, la misma música, los mismos intereses culinarios y deportivos. A pesar de nuestros destinos históricos diferentes, nuestros pueblos se parecen mucho y Chávez y Fidel nos permitieron reencontrarnos.
SL: Venezuela ha apoyado mucho a Cuba, que enfrenta serias dificultades económicas. Fidel Castro calificó a Hugo Chávez del «mejor amigo que tuvo el pueblo cubano».
EV: Chávez siempre fue generoso con los pueblos. Tuvo que enfrentar todas las presiones de los sectores que deseaban que se mercantilizara la relación con Cuba. Pero Chávez es ante todo bolivariano y, por consiguiente, un latinoamericano. La oposición, que se reclama ahora de Bolívar, se olvida de que nuestro Libertador nunca pidió nada para contribuir a la emancipación de los pueblos. Esos «bolivarianos» de circunstancia se olvidan de que Bolívar recibió armas de Petion [1] sin pagar un centavo.
SL: La oposición acusa precisamente al gobierno de regalarle el petróleo a Cuba.
EV: La oposición desea que pongamos término a las condiciones comerciales favorables que ofrecemos a nuestros hermanos cubanos y latinoamericanos. No regalamos nuestro petróleo a nadie. Lo vendemos a precios de mercado con facilidades de pago. Es algo normal y natural en las relaciones internacionales, sobre todo entre pueblos hermanos. Chávez fue un tipo extraordinario que rompió ese paradigma mercantil y lo sustituyó por un paradigma de la solidaridad.
SL: ¿Se mantendrá esta relación tras la desaparición de Chávez?
EV: No sólo se mantendrá esta relación sino que se profundizará más. Nuestros lazos con nuestros hermanos cubanos nunca han sido tan fuertes y se reforzarán aún más en el futuro.
La derecha racista y xenófoba, que vilipendia tanto a los cubanos, se quedará con las ganas. Imagínese el comportamiento mezquino de la oposición que coloca el tema de Cuba en la agenda electoral, sin darse cuenta que es una maniobra condenada al fracaso y cuyo alcance se limita a los sectores anticomunistas de la sociedad, que son una minoría. La oposición dispone de muchas tribunas mediáticas pero su influencia en el pueblo es muy limitada.
SL: Una última pregunta, Señor Ministro: ¿Venezuela está dispuesta a normalizar las relaciones con Estados Unidos?
EV: Venezuela expresó su voluntad de mejorar las relaciones con Estados Unidos. No obstante, hubo declaraciones y acciones por parte de Washington que hacen imposible esta normalización. Hubo declaraciones desafortunadas de la señora Roberta Jacobson y acciones hostiles por parte de agregados militares estadounidenses en Caracas que contactaron a militares venezolanos para invitarlos a conversar sobre la situación del país para influenciarlos, lo que constituye una grave injerencia en los asuntos internos de nuestra nación.
El gobierno venezolano se vio obligado a romper los canales de comunicación con Estados Unidos tras esas acciones hostiles. Parece que los halcones del Departamento de Estado imponen su agenda a las palomas en términos de política exterior, aunque creo que la injerencia y el intervencionismo son inherentes a las políticas de Washington.
Venezuela tendrá relaciones normales y pacíficas con todos los países que respeten nuestra soberanía como nosotros respetamos la soberanía de las demás naciones. Es una condición sine qua non. Los principios no se negocian y como diría Augusto César Sandino, «la soberanía no se negocia y se defiende con las armas».
Fuente: Operamundi
[1] Alexandre Petion (1770-1818), militar y político haitiano nombrado primer presidente de la República de Haití en 1807.
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