Al más puro estilo estadunidense, la primera ministra Teresa May, aprovecha los recientes ataques terroristas para intentar hacer pasar leyes contra la privacidad en su país y llama a otros países a hacer lo mismo.
De por sí la libertad y privacidad en internet se están diluyendo rápidamente, pero con los recientes ataques terroristas en Manchester y Londres se ha acelerado el proceso.
Recordemos que los atentados sucedieron en el primer mundo, donde pareciera que las personas valen más que en el tercer mundo. Donde el tráfico de armas han matado a miles de personas, pero aún no son suficientes para que los presidentes de esas naciones se expresen al respecto y pidan acciones conjuntas.
Dichos ataques en el concierto de la cantante estadunidense Ariana Grande y en el Puente de Londres han sido la base para que la primera ministra del Reino Unido, Teresa May, diga que se requieren nuevas leyes para el internet.
Las autoridades han generado un perfil de los terroristas. Son personas que utilizan teléfonos inteligentes, realizan búsquedas en Google, ven videos en Youtube o Vimeo, se comunican vía Facebook y evitan pagar mensajes SMS usando Whatsapp. Así es… tú podrías ser uno de ellos, así como miles de millones de personas en todo el mundo.
La solución: quitarle a todo el mundo su privacidad, que la navegación sea transparente y las autoridades puedan ver en todo momento lo que hacemos. Aparentemente varios países lo ven como la solución ideal. Lamentablemente para ellos existe el derecho a la privacidad de las personas. Quizá la próxima propuesta incluya eliminar el secreto profesional (de periodistas y otros profesionales) o de confesión (de los sacerdotes). Todo para combatir el terrorismo.
Pero para la primera ministra, las empresas tecnológicas no están haciendo lo suficiente y los países democráticos deben lograr acuerdos que impidan la expansión de ideas terroristas. Los proveedores del servicio deberán participar activamente con acciones contra el terrorismo y, de paso, dificultar el acceso a la pornografía. No vemos la relación… pero creo que en eso coincide con la política de los grupos terroristas islámicos.
Eso es porque está reviviendo una propuesta anterior de su partido conservador que también incluiría la obligación de que las empresas guarden por un año los datos de sus visitantes. Desde que se propuso, fue criticada por violar los derechos de los ciudadanos a la privacidad. La propuesta, que viene de 2016, busca que el gobierno tenga la capacidad de interceptar, grabar y monitorear el uso de internet. Sólo que ahora, y aprovechando el pánico generado, busca lograr alianzas con otros países.
Teresa May dice que se trata de un efecto secundario ante demasiada tolerancia que Reino Unido ha tenido con los extremistas. Las críticas a la propuesta advierten que culpar a las redes sociales es algo que conviene políticamente hablando, pero en términos reales no solucionará nada, sobre todo porque son pocos terroristas los que tratan asuntos de forma pública en redes sociales, ante la presión la mayoría de los terroristas se han trasladado a comunicaciones encriptadas. La situación ya es distinta y la solución planteada no la resolverá.
Un comité del Parlamento publicó un reporte el mes pasado en el que se critica a las empresas que manejan las más grandes redes sociales del mundo por darle prioridad a las ganancias económicas que a la seguridad de los ciudadanos al permitir la publicación de materiales y contenidos ilegales. (Sería bueno que compartan ese documento con países como México, que hasta el momento sigue ese plan de que las empresas reciben todos los beneficios a cambio de generar trabajos mal pagados y sin seguridad social, presumiéndolos como grandes proyectos de inversión).
El documento incluye la crítica a dichas empresas que cuentan con inmensos recursos y capital, pero están muy lejos de combatir eficientemente los contenidos ilegales y peligrosos violando las leyes (europeas) que les exigen eliminar contenidos que llaman al odio y a la violencia, por lo que dichas empresas serían muy irresponsables con la gente.
Veremos si encuentra oídos en Estados Unidos y otros países, lo que podría significar un riesgo más para la ya casi inexistente privacidad en internet.
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