El Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) procedió el 21 de marzo de 2019 a la detención del abogado Roberto Marrero (a la derecha en la foto), director de la oficina del autoproclamado “presidente interino” de Venezuela, Juan Guaidó (a la izquierda en la foto).
La operación comenzó en el domicilio del diputado Sergio Vergara, donde los agentes inmovilizaron momentáneamente al diputado, violando así por breves instantes su inmunidad parlamentaria. Marrero fue arrestado finalmente en la vivienda aledaña, donde fueron hallados 2 fusiles de asalto.
El Grupo de Lima, conformado por una docena de países latinoamericanos más Canadá, cuyos gobiernos reconocen al “presidente interino” autoproclamado, publicó de inmediato un comunicado donde exigía que se respete la inmunidad parlamentaria del diputado Vergara y la liberación inmediata del abogado Marrero.
A nombre de la oposición dirigida por el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, el abogado Roberto Marrero dirigía el reclutamiento de sicarios en Guatemala, Honduras y Salvador. Los individuos reclutados en esos países centroamericanos eran enviados a Colombia para recibir entrenamiento en acciones de tipo comando que debían realizarse bajo la dirección del ciudadano colombiano Wilfrido Torres Gómez, alias “Neco”, jefe de la banda colombiana denominada “Los Rastrojos”. Este ciudadano colombiano, buscado por INTERPOL, también fue arrestado en Venezuela, horas después de la detención del abogado Roberto Marrero.
Los datos encontrados en su teléfono celular, muestran que Roberto Marrero había prometido a un contacto en Cúcuta, ciudad colombiana fronteriza con Venezuela, un presupuesto de entre 500 000 y 700 000 dólares diarios (sic) proveniente de los “activos” de Venezuela en el exterior confiscados –a pedido del presidente autoproclamado Juan Guaidó– por el Departamento del Tesoro estadounidense y el Reino Unido.
En una conferencia de prensa sobre la detención del abogado Roberto Marrero, el ministro de Información del gobierno bolivariano, Jorge Rodríguez, reveló que los mercenarios reclutados en el extranjero por Marrero debían perpetrar atentados contra el metro y el teleférico de Caracas, la capital de Venezuela.
El ministro presentó además la grabación de una conversación en la que dos humoristas rusos se hacían pasar por el presidente suizo Ueli Maurer y proponían a Guaidó depositar en una cuenta que él podría controlar cantidades de dinero supuestamente confiscadas en Suiza a la República Bolivariana, lo cual el autoproclamado “presidente interino” se apresuró a aceptar.
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