Estados Unidos y sus aliados occidentales son favorables a la instalación de un régimen militar en ‎Líbano.

Como ya señalábamos desde Red Voltaire en julio de 2020 [1], Estados Unidos quisiera convertir al comandante cristiano ‎del ejército libanés –el general Joseph Aoun (ver foto), sin parentesco con el actual presidente de ‎la República Michel Aoun– en nuevo presidente de la República, lo cual sería para Washington una ‎manera de conservar influencia en Líbano, que debería pasar a la órbita de Rusia después de la próxima elección legislativa libanesa. ‎

Washington parece aceptar ahora la idea de poner la presidencia del parlamento en manos del ‎actual director de la Seguridad General, el general chiita Abbas Ibrahim (vinculado a Siria), ‎aunque anteriormente Estados Unidos hizo presión para adelantar la fecha de la ‎elección legislativa con tal de impedirle presentarse como candidato. ‎

Los estadounidenses se plantean igualmente convertir en primer ministro al general Imad Osman, ‎actual director de las Fuerzas de Seguridad Interior. ‎

Washington estudia actualmente una operación destinada a no tener que recurrir a un golpe de Estado, ‎para mantener una apariencia de democracia. ‎

Por supuesto, todo eso implicaría modificar la Constitución libanesa o… violarla una vez más. ‎El proyecto de realizar la elección legislativa bajo la “protección” de una fuerza militar de Francia ‎facilitaría ese acto de prestidigitación.‎

[1«Líbano ante sus ‎responsabilidades», por Thierry Meyssan, ‎‎Red Voltaire, 21 de julio de 2020.