El Gobierno de Transición instaurado en Mali en septiembre de 2020, luego del derrocamiento ‎del presidente Ibrahim Boubacar Keita, ha decidido anular todos los acuerdos militares entre Mali ‎y Francia. ‎

El 10 de enero de 2022, la Comunidad Económica de Estados de Estados de África Occidental ‎‎(CEDEAO) decidió cerrar sus fronteras con Mali y congelar los fondos de ese país en el Banco ‎Central de Estados de África Occidental (BCEAO) como sanciones contra el gobierno maliense de ‎transición, que había anunciado que no organizará elecciones en los próximos 4 años. ‎

Mali respondió con el cierre de sus fronteras a todos los países que apoyan las sanciones ‎anunciadas por la CEDEAO, con excepción de Guinea. ‎

Dado el hecho que Francia ha decidido apoyar las sanciones de la CEDEAO, el gobierno maliense ‎de transición anunció la anulación de los acuerdos militares entre Mali y Francia sobre la Operación Barkhane, en el marco de la cual Francia mantiene un contingente militar en el Sahel, ‎oficialmente para luchar contra grupos yihadistas, con apoyo de varios países europeos y de ‎Estados Unidos. ‎

El 11 de enero de 2022, Mali denunció la violación de su espacio aéreo por un vuelo militar francés ‎proveniente de Costa de Marfil [1]. El general francés Laurent ‎Michon, comandante de la Operación Barkhane, quien al parecer no estaba al corriente de las ‎consecuencias que tendrían los actos de su propio gobierno, envió una carta al jefe del estado mayor de las fuerzas armadas malienses [2].‎

Aunque la misión oficial de la Operación Barkhane era luchar contra el terrorismo yihadista en el ‎Sahel, el hecho es que el yihadismo se ha hecho todavía más fuerte en esa región, mientras que ‎las tropas francesas impiden allí la acción de las fuerzas armadas de Mali. Ese balance catastrófico ‎de la realidad en relación con los objetivos anunciados para la Operación Barkhane corresponde a ‎la estrategia de Estados Unidos y Washington ha decidido multiplicar por dos el ‎financiamiento estadounidense a la “operación” francesa. ‎

El 8 de octubre de 2021, el primer ministro de Mali, Choguel Maiga, acusó públicamente a Francia ‎de estar formando los terroristas que dice combatir. El jefe del gobierno maliense recordó ‎entonces que Francia prohibió la entrada de las fuerzas armadas de Mali en el enclave de Kidal, bastión de los yihadistas [3]. ‎

En definitiva, el gobierno de transición de Mali ha decidido recurrir a una empresa militar privada ‎rusa que los gobiernos y medio de difusión occidentales denominan «Grupo Wagner».‎

[2«Carta de la fuerza francesa Barkhane al jefe del ‎estado mayor maliense‎», por el general Laurent Michon, Red Voltaire, 12 ‎de enero de 2022.

[3«Mali señala que Francia forma los terroristas que ‎dice combatir», ‎‎Red Voltaire, 19 de octubre de 2021.