El general Waldemar Skrzypczak, ex jefe de las fuerzas terrestres polacas, acaba de reclamar que ‎el enclave ruso de Kaliningrado sea incorporado a Polonia. ‎

El enclave de Kaliningrado –que representa un tercio de la antigua Prusia Oriental– pasó a la Unión ‎Soviética como reparación de guerra al término de la Segunda Guerra Mundial mientras que ‎el resto de Prusia Oriental era entregado a Polonia. ‎

Sin embargo, Kaliningrado –antiguamente llamada Konigsberg– nunca fue polaca sino alemana. ‎

Si, en función de una nueva lógica, el mundo va a divirse en dos, Polonia no cree posible que ‎el enclave ruso de Kaliningrado pueda seguir siendo ruso. Y los aviones rusos ya no deberían ‎tener derecho a sobrevolar Polonia ni los barcos rusos deberían poder cruzar el Mar Báltico. ‎