Siguiendo instrucciones de mi Gobierno y en relación con nuestras cartas anteriores relativas a las violaciones del derecho internacional y las prácticas hostiles de las fuerzas de los Estados Unidos de América presentes de manera ilegal en el nordeste de Siria y en la zona de Al-Tanf, en el sureste del país, quisiera comunicarle lo siguiente:
El 12 de mayo de 2022, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos de América publicó lo que denomina «Licencia General número 22 relativa a Siria, por la que se autorizan actividades en determinados sectores económicos en zonas del nordeste y el noroeste de Siria no controladas por el régimen», así como respuestas a las preguntas más frecuentes sobre las excepciones previstas en esa “licencia” en las zonas ocupadas por las fuerzas estadounidenses y turcas en el nordeste y el noroeste de Siria.
La República Árabe Siria rechaza categóricamente esas supuestas excepciones de las que informa el Gobierno de Estados Unidos, que no son más que pura hipocresía y una manipulación política y jurídica al servicio de agendas malintencionadas, pensadas para apoyar a organizaciones terroristas y milicias separatistas ilegales. Se trata de un intento de fabricar una realidad separatista en el territorio de la República Árabe Siria, en flagrante violación de las disposiciones del derecho internacional, los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones del Consejo de Seguridad relativas a Siria, todas las cuales afirman el pleno respeto y el firme compromiso con la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial de Siria.
La República Árabe Siria condena en los términos más enérgicos la agresión y la presencia militar ilegales de Estados Unidos y Turquía en su territorio. Esos dos países están robando recursos naturales estratégicos que son propiedad del pueblo sirio, como el petróleo y el trigo, y están destruyendo infraestructuras que prestan servicios básicos a todos los sirios sin discriminación. Las graves violaciones y las prácticas hostiles que están cometiendo las fuerzas de ocupación estadounidenses y turcas contra los ciudadanos sirios en el nordeste y el noroeste de Siria afectan a los ciudadanos sirios de todo el país, constituyen una agresión flagrante y están en clara contravención del derecho internacional, los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional humanitario, todos los cuales subrayan la obligación de respetar la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial de los Estados Miembros y de abstenerse de interferir en sus asuntos internos.
La República Árabe Siria exige que se ponga fin a la ocupación, que se levanten de inmediato y de forma incondicional todas las medidas coercitivas unilaterales ilegales impuestas por los Estados Unidos de América y que ese país ponga fin a su apoyo a las organizaciones terroristas, las milicias kurdas separatistas y sus prácticas delictivas.
La República Árabe Siria destaca que el problema creado por los Estados Unidos de América y Turquía solo puede resolverse mediante la retirada de las fuerzas de ocupación de esos países de todo el territorio sirio, el restablecimiento de la autoridad del Estado sirio sobre todo su territorio y sus recursos naturales —en particular su petróleo, su gas y su trigo— y la asignación de sus recursos nacionales exclusivamente en beneficio del pueblo sirio.
A este respecto, la República Árabe Siria pide a los Estados Miembros de las Naciones Unidas, a la Secretaría y a otras organizaciones y organismos intergubernamentales y no gubernamentales que:
• Rechacen las prácticas de los Estados Unidos y exijan el levantamiento inmediato e incondicional de las medidas coercitivas unilaterales impuestas a Siria y a su pueblo, que son inmorales, inhumanas e ilegítimas, incluida la llamada «Ley César». Esas medidas están teniendo efectos catastróficos sobre las condiciones de vida y la situación económica del pueblo sirio y están agravando su sufrimiento. Esta supuesta “licencia” demuestra que Estados Unidos intentan fabricar una realidad separatista, dividir el territorio de la República Árabe Siria y seguir saqueando sus riquezas;
• Insistan en que el apoyo al pueblo sirio, especialmente en lo que respecta a la rehabilitación de las infraestructuras, los servicios básicos y los proyectos de reconstrucción, debe prestarse exclusivamente a través del Gobierno legítimo de la República Árabe Siria, sin discriminación, y en todo el territorio sirio;
• Adviertan a las Naciones Unidas y a las organizaciones internacionales que operan en el territorio de la República Árabe Siria de los peligros de cualquier participación en las actividades realizadas al amparo de esta “licencia”, que pretende violar la soberanía de Siria y poner en peligro su unidad y su integridad territorial, así como de los peligros de no respetar las leyes y normas nacionales vigentes.
Le agradecería que tuviera a bien hacer distribuir la presente carta como documento del Consejo de Seguridad.
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