La America First Legal Foundation obtuvo, por vía jurídica, una serie de documentos internos de la agencia ‎federal estadounidense de salud pública, los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) de ‎Atlanta [1]. Varios de ‎esos documentos demuestran que el CDC tenía acceso a un portal secreto de Google que ‎se encargaba de centralizar notificaciones de las noticias que se apartaban del discurso oficial ‎sobre el Covid-19. ‎

La America First Legal Foundation está encabezada por el ex speechwriter de Donald Trump, ‎tiene en su consejo de administración a varias personas que ocuparon altos cargos en la Casa ‎Blanca durante la administración Trump y su presupuesto anual sobrepasa los 6 millones de ‎dólares. ‎

Según el Washington Post, esa fundación es parte de la administración que Donald Trump ‎instalaría si ganara la próxima elección presidencial [2].‎

El portal secreto de Google que se menciona en los documentos revelados se halla en Indonesia y ‎lo administra la asociación islamista de Fact Checking identificada como Mafindo [3] y financiada por el Estado indonesio. ‎Ese portal es el eje de la censura en Facebook, Twitter, YouTube, Instagram, Whatsapp y Hello. ‎

La selección de las noticias e informaciones consideradas “verdaderas” o “falsas” se realiza en la ‎Kaiser Family Foundation [4]. A pesar de su nombre, la Kaiser Family Foundation (KFF) no es una ‎fundación familiar sino una firma californiana administrada por el director del diario ‎estadounidense Los Angeles Times. KFF envía gratuitamente a los periodistas notas sobre la ‎retórica que deben utilizar en materia de salud. Se desconoce la fuente de financiamiento de KFF. ‎

El dispositivo aquí descrito permitió imponer a la opinión pública afirmaciones que finalmente han ‎resultado falsas, como por ejemplo:‎
 que las “vacunas anticovid” (a base de ARN mensajero) protegen contra la transmisión del virus;‎
 que las “vacunas anticovid” (a base de ARN mensajero) deben ser recomendadas a las ‎embarazadas;‎
 que las “vacunas anticovid” (a base de ARN mensajero) protegen a los niños;‎
 que las “vacunas anticovid” (a base de ARN mensajero) no tienen efectos secundarios notables, ‎independientemente de la edad y del estado físico de los pacientes;‎
 que las vacunas producidas en Occidente son la única opción eficaz contra el Covid-19.‎

Esa campaña de intoxicación se concentró particularmente en los adolescentes negros. ‎

Los documentos obtenidos por la America First Legal Foundation demuestran que el control de ‎todo el dispositivo de censura e intoxicación lo ejerce la administración Biden desde la Casa ‎Blanca. ‎