11 de Septiembre de 2001
Los atentados del 11 de septiembre de 2011 son el mito fundador que los anglosajones usan para justificar su propia hipertrofia militar. En un mundo en el que ningún Estado busca medirse a ellos, los anglosajones se inventaron un enemigo imaginario e invisible dotado de un poder nunca visto: el terrorismo. Es por lo tanto imposible poner en tela de juicio esta dominación militar global sin entrar a cuestionar la versión gubernamental de los atentados del 11 de septiembre, y la existencia misma de un supuesto complot islámico mundial.
Iniciado por Thierry Meyssan desde este mismo sitio de Internet y a través de sus obras, el Movimiento por la Verdad sobre el 11 de Septiembre goza hoy del respaldo de la mayoría de la opinión pública mundial.
Como una madeja de hilo que vamos desenredándo, el caso del 11 de septiembre comienza por la aparición de interrogantes sobre la presencia de explosivos en las ruinas del World Trade Center y sobre la ausencia de restos de avión en las del Pentágono. Continúa con interrogantes sobre los demás atentados atribuidos a Al-Qaeda. Y lleva al cuestionamiento de las leyes antiterroristas y a la contestación sobre la legitimidad de las guerras desatadas contra Afganistán e Irak.


Un Gran Jurado ha sido designado en el distrito sur de Nueva York para analizar la posible presencia de explosivos en las Torres Gemelas del Worl Trade Center el 11 de septiembre de 2001.
La formación del Gran Jurado es resultado de la petición presentada en ese sentido por el Comité de Juristas por una Investigación sobre el 11 de Septiembre (Lawyers Committee for 9/11 Inquiry). Este comité, creado en Nueva York en febrero de 2018, presentó en abril del mismo año una petición de 52 páginas (...)

Señor Presidente,
En su país nunca hubo juicios por los crímenes del 11 de Septiembre de 2001. Dirijo a usted esta carta como el ciudadano francés que primero denunció las incoherencias de la versión oficial y que abrió mundialmente el debate sobre la búsqueda de los culpables.
Cuando somos llamados a hacer el papel de jurado en un tribunal penal, estamos llamados a determinar si el sospechoso que nos presentan es culpable o no y, posiblemente, a decidir la pena que debe aplicársele. Ante los (...)

El Pentágono pospuso, sin nueva fecha, el juicio contra Khalid Sheikh Mohammed, presentado como el «cerebro» de los atentados perpetrados en Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001.
No es la primera vez que los militares estadounidense deciden posponer el juicio contra el acusado que presentan como Khalid Sheikh Mohammed, secuestrado el 1º de marzo de 2003 en Pakistán por un comando estadounidense, internado en una cárcel secreta en Jordania y sometido a un largo periodo de torturas.
En (...)

El presidente Donald Trump prohibió a los miembros de su gabinete hacer durante las conmemoraciones del 11 de septiembre de 2001 cualquier tipo de referencia a los conspiradores «islamistas» que supuestamente cometieron esos hechos.
En aquella época, el entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, atribuyó los atentados del 11 de septiembre a Osama ben Laden y a una veintena de cómplices «islamistas», lo cual implicaría que un punado de conspiradores lograron derrotar a la primera (...)

Negándose a revestir la misma casaca que sus predecesores, Donald Trump pronunció un discurso de investidura en el que criticó duramente el Sistema y anunció un cambio de paradigma. El nuevo presidente de Estados Unidos ha conformado su equipo de seguridad alrededor de 2 temas: la erradicación de Daesh y la oposición al 11 de septiembre. Con ello ilustra su intención de poner fin al proceso de globalización.

Hace 15 años que expertos a sueldo del gobierno federal de Estados Unidos aseguran que el derrumbe de las Torres Gemelas y del Edificio 7 del World Trade Center, el 11 de septiembre de 2001, fue provocado por los impactos de 2 aviones de pasajeros contra los dos primeros edificios mencionados.
Pero la prestigiosa European Physical Society no ve las cosas de esa manera. Esa asociación de los físicos europeos acaba de publicar en su revista, European Physics News, un artículo firmado por Steven (...)

Estados Unidos y sus aliados conmemoran los 15 años de los hechos del 11 de septiembre de 2001. Thierry Meyssan aprovecha la ocasión para pasar en revista la política de Washington desde aquellos acontecimientos… y el balance resulta particularmente sombrío. Sólo caben dos posibilidades: o la versión de los atentados que defiende la Casa Blanca es auténtica, y en ese caso su respuesta a los ataques ha resultado tremendamente contraproducente, o se trata de un engaño y Estados Unidos ha logrado saquear el Gran Medio Oriente.

El 11 de marzo de 2015 publicábamos una breve titulada «CBS renuncia a abordar el 11 de septiembre». Esa información mencionaba las muertes de Bob Simon, David Carr y Ned Colt, tres célebres periodistas estadounidenses.
Indicábamos que, según un diario chileno, los tres periodistas estaban trabajando en la realización de un reportaje del programa de televisión 60 Minutes sobre los hechos del 11 de septiembre de 2001, basándose en documentos del Kremlin. Y precisábamos que no teníamos confirmación (...)

Un ex agente especial de la FBI, contó a Newsweek los detalles de cómo la CIA le impidió a él y a otro agente ayudar a prevenir los atentados del 11 de septiembre.
La información de que la CIA le impidió a Mark Rossini y a Doug Miller, agentes especiales del FBI, notificar sobre los terroristas apareció por primera vez hace unos años en una película documental, informa Newsweek.
Rossini y Miller contaron cómo habían averiguado que uno de los futuros autores del ataque, Khalid al-Mihdhar, tenía en su (...)

Los fragmentos del informe de la Comisión senatorial estadounidense sobre el programa secreto de torturas de la CIA revelan los contornos de una organización criminal de gran envergadura. Después de leer cuidadosamente las 525 páginas de ese informe, Thierry Meyssan encuentra en ese documento estadounidense la prueba de lo que él ha venido proclamando desde hace años.

Giulietto Chiesa sigue participando en la investigación interdisciplinaria del 9/11 Consensus Panel. Hoy nos trae un resumen sobre las anomalías y contradicciones vinculadas con las “cajas negras” de los 4 aviones implicados en los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Thierry Meyssan fue el primero en demostrar que lo que nos decía la versión oficial sobre el 11 de Septiembre era imposible y en llegar a la conclusión de que aquellos hechos iban a ser utilizados para justificar una profunda modificación de la naturaleza y la política del régimen estadounidense. Desde entonces, la mayoría de sus lectores siguen profundamente interesados en lo que sucedió aquel día mientras que el propio Meyssan ha seguido adelante, comprometiéndose en contra del imperialismo en Líbano, en Libia y actualmente en Siria. En este artículo, Thierry Meyssan refiere nuevamente los hechos de aquel día.

El papel que jugó Israel en los trágicos sucesos del 11 de septiembre de 2001 –hechos determinantes que moldearon la geopolítica del siglo XXI– ha sido objeto de ácidas controversias, para convertirse más tarde en un tema tabú en el seno mismo del Movimiento por la Verdad sobre el 11 de Septiembre (9/11 Truth Movement). Por tocar este tema el investigador francés Thierry Meyssan fue marginalizado, a pesar que fue este quien desenmascaró las mentiras de Washington. La mayoría de las asociaciones militantes, movilizadas bajo el lema «9/11 was an Inside Job» (El 11 de septiembre una operación que se organizó desde adentro), mantienen gran discreción en cuanto a los elementos que prueban y conducen a una implicación directa de los servicios secretos de Israel. Nuestro colega Laurent Guyénot pasa en revista varios datos tan incuestionables como desconocidos y analiza los mecanismos de aquellos que continúan a negar las (...)

Las llamadas telefónicas supuestamente realizadas por los pasajeros desde los aviones secuestrados el 11 de septiembre de 2001 influyeron profundamente en el imaginario colectivo. Pero sirven además de base al relato sobre cómo se desarrollaron los hechos. Sin embargo, 12 años después, los expertos del 9/11 Consensus Panel han demostrado que esas llamados nunca existieron.

El ex funcionario de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU., Wayne Madsen, ha descartado el suicidio de Philip Marshall (y sus dos hijos -foto arriba-), un investigador del atentado del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York.
Madsen, durante una ceremonia organizada recientemente por Kevin Barrett, el fundador de la Alianza de Musulmanes, Cristianos y Judios, manifestó que había llegado a la conclusión de que Marshal y sus hijos fueron asesinados en una operación secreta de la Agencia (...)

La tierra se hunde bajo los pies de la Comisión Nacional Investigadora sobre los Atentados del 11 de Septiembre de 2001. La principal fuente de su Informe –Abu Zubeida, cuyas confesiones fueron producto de tortura– ha pasado a ser considerada oficialmente como carente de valor. Y el agente de la CIA que supuestamente arrestó e interrogó a Zubeida ha reconocido que todo fue inventado.

La tierra se hunde bajo los pies de la Comisión Presidencial Investigadora sobre los Atentados del 11 de Septiembre. La principal fuente de su informe –Abu Zubeida, cuyas confesiones fueron producto de la tortura– ha pasado a ser considerada oficialmente como carente de valor. Y el agente de la CIA que supuestamente arrestó e interrogó a Zubeida ha reconocido que todo fue inventado.

Abu Zubeida, aún detenido en la base naval estadounidense de Guantánamo, es para Occidente la principal fuente de información sobre al-Qaeda. Al ser sometido a la tortura, Zubeida reveló los nombres de otros responsables de la organización terrorista, quienes –al ser arrestados gracias a sus revelaciones– proporcionaron a su vez otras informaciones, de las que también disponen las autoridades de Estados Unidos. En pocas palabras, todo lo que las autoridades estadounidenses dicen saber se debe, en primer lugar, a Abu Zubeida. El problema es que ahora se sabe que Abu Zubeida nunca fue miembro de al-Qaeda y que todo lo que confesó bajo la tortura lo dijo únicamente para que no siguiesen torturándolo. O sea, la mayor parte de lo que el contraespionaje estadounidense dice saber sobre al-Qaeda salió de la fértil imaginación del torturado y es todo (...)

Los organismos de inteligencia de los Estados aliados permiten el desarrollo de servicios secretos paralelos y la realización de operaciones no controladas. Éste fue el método que permitió a los conspiradores del 11 de septiembre de 2001 utilizar los mecanismos del aparato estatal estadunidense a espaldas de sus propios colegas

En la tercera y última parte de su estudio, Peter Dale Scott demuestra que varias administraciones estadounidenses participaron en la preparación de la versión oficial del 11 de septiembre, ya sea mediante la fabricación de los indicios o reteniendo datos de inteligencia. El ex diplomático canadiense pone así al desnudo la actuación de las instituciones profundas que actúan en Estados Unidos a espaldas de la opinión pública.

En la continuación de su análisis, Peter Dale Scott muestra como los acuerdos de enlace entre los servicios secretos de los Estados aliados permiten el desarrollo de servicios secretos paralelos y la realización de operaciones no controladas. Este ex diplomático canadiense pone así al descubierto el método que permitió a los conspiradores del 11 de septiembre de 2001 utilizar los mecanismos del aparato estatal estadounidense a espaldas de sus propios colegas.

En ocasión de la puesta en venta de la edición francesa del libro «La máquina de guerra estadounidense», la más reciente investigación de Peter Dale Scott, la Red Voltaire publica un detallado estudio de este diplomático canadiense sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001. Peter Dale Scott resalta en este trabaja una serie de elementos que revelan la actuación premeditada de una facción del complejo militaro-industrial estadounidense.

El edificio más alto de Nueva York y rascacielos más famoso de Estados Unidos, el Empire State Building, celebró el primero de mayo de 2011 sus 80 cumpleaños. Millones de personas ascienden cada año a este edificio para contemplar desde sus azoteas las espectaculares vistas neoyorquinas.
Choque del avión bombardero militar B-25 Mitchell
Pero al final de la Segunda Guerra Mundial en Europa, el sábado 28 de julio de 1945, un avión militar, un bombardero Mitchell B-25 se estrelló en el lado norte (...)

Numerosos temas polémicos aún contaminan la versión oficial del gobierno estadounidense sobre los acontecimientos del 11 de septiembre de 2001. El poder político en Washington junto con las élites dueñas de los grandes medios de comunicación, siempre desearon que se esfumaran los cuestionamientos, discrepancias y dudas surgidas de los continuos debates públicos con respecto a lo ocurrido el 11/9, a pesar de la gran cantidad de evidencias que sugieren que a los ciudadanos estadounidenses se les dijo solo una pequeña parte de la verdad sobre el ataque más grande de la historia ocurrido en territorio continental de los EEUU.

Mientras que el Presidente y Comandante en Jefe de Estados Unidos Barack Obama «celebra» el primer aniversario de la supuesta muerte de Osama ben Laden, se sigue sin aclarar la cuestión fundamental de quién era Osama ben Laden. Por medio de mentiras e invenciones, para favorecer su campaña electoral, el cuidadosamente preparado discurso del Presidente Obama mantiene un mundo completamente fantasioso en el que «los malos» acechan y «traman actos terroristas». Al mismo tiempo, se afirma que los «yijadistas» islámicos amenazan a la civilización occidental.

Hay algo inquietante en la naturaleza del discurso público elaborado tras el 11-S. De forma incesante, a diario, los medios de comunicación occidentales, las autoridades de los gobiernos, los miembros del Congreso de EEUU, los analistas de Wall Street, etc., no dejan de referirse a Al Qaida como la causa subyacente de numerosos acontecimientos mundiales. Acontecimientos de importante naturaleza política, social o estratégica –incluidas las elecciones presidenciales estadounidenses- se clasifican rutinariamente en relación con Al Qaida, la presunta arquitecta de los ataques del 11 de septiembre de 2001.

El ataque del 11 de Septiembre 2001 fue la prolongación de una doctrina que ha recibido el apelativo de «estrategia de la tensión». No representan nada nuevo en las políticas de Washington sino que constituye una escalada más para extender esta estrategia a nivel global. El atentado ofreció el pretexto necesario para instalar un sistema de vigilancia internacional del individuo, favoreció la expansión de las guerras imperiales. Desde esta perspectiva, la conmemoración del décimo aniversario de los atentados del 11/S ha sido utilizada por los patrocinadores de dichos ataques para aparecer como sus víctimas una vez más, que es lo mejor para perseverar en sus objetivos.

El décimo aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 da lugar a una profusión de artículos, documentales y programas audiovisuales tendientes a certificar la versión bushiana de aquellos hechos en momentos en que la opinión pública mundial se ha hecho mayoritariamente escéptica. Thierry Meyssan, iniciador y promotor del debate mundial sobre la interpretación de los atentados, ve en esta gigantesca campaña mediática el último intento del sistema imperial por preservar su aparente legitimidad y justificar sus próximas guerras.


Análisis del informe de la «comisión investigadora» presidencial

Según film documental de la BBC todo es pura invención de EEUU

A un año de los atentados. Thierry Meyssan autor del libro la «Gran Impostura»

El temor impide el debate de temas sensibles sobre el 9/11. Ver excelente documental

Cómo miles de criminales de guerra nazis trabajaron para el gobierno de los Estados Unidos

50 científicos de EEUU desafían la historia oficial del 11 de septiembre.Las 25 historias top más ocultadas en EEUU en el 2006 (XVIII)