Dedicado a José Dellepiane

Esto es Saint George, ese local o prisión enclavado en lo mas provinciano del centro de Lima con techo alto, red oscura que brinda sombra y bancas con nombres. Llena de empleados o faites que son capaces de atender como en un restaurant de Jesús María. Hace un calor terrible. Me acabo de quedar solo, veo a mi alrededor: Todas las escenas posibles del encuentro familiar entre este universo de corruptos del régimen de Fujimori, según la verdad mediática que consumo.

Me la he pasado conversando con muchos antes de llegar y luego de salir de visitar a los emblemáticos corruptos. Hay tres grupos diferenciados: Los delincuentes institucionales , es decir aquellos que han robado desde tenientes o desde que estuvieron en el rango mas bajo de su carrera pública. Los otros son los delincuentes ocasionales, aquellos que vieron la oportunidad para robar en medio de la locura de saberse en el “ poder “. Y existe un pequeño tercer grupo el de los que habiendo participado activamente en la vigencia política del régimen o en algunos de sus programas como el Poder Judicial o el Poder Legislativo han tenido que ser acusados de cualquier tema secundario para ajustar las piezas emblemáticas de un régimen que se cayo y del cual había que vengarse.

No hay otra forma de escribir esto que deprimido. Afuera de este lugar dos bandos se disputan radicalmente el tema: Los que tardíamente, a partir de una reciente preocupación social por la realidad judicial peruana, buscan cubrir a Dionisio Romero de un manto de protección, mas allá de lo que le ocurra al resto. Por el otro están los jacobinos de Justicia Viva , esos izquierdistas que defienden el sistema anticorrupción como un solo cuerpo, los que creen que hasta ahora no había visto ningún error en el sistema y defienden el orden de arrasar a los impíos fujimoristas con la mano dura de un empobrecido sistema penal que nadie respeta.

Son las tres de la mañana en Canarias, nueve y media de la noche en Lima. Algunos logran el privilegio de tener la reja suelta para poder circular un poco, conversar con alguien, respirar mejor el cigarro o quizás mirar en grupo por cuarta vez la Pasión de Mel Gibson. No interesa si te traen la comida en un cooler azul y grande como en la playa, o te traen un “ tapper “ con algo de sopa casera, da igual: Los corruptos , generales, dueños de canales, ex jueces, políticos, funcionarios públicos, familiares o simplemente todo aquel que debe haberse asociado para delinquir esta acá porque no hay otro sitio donde debe estar.

Hasta antes de Hugo Sivina en la Corte Suprema el tema de la Reforma Judicial no existía , salvo los días de José Dellepianne. Ahora gracias a Laura Bozzo y Dionisio Romero el trabajo del equipo judicial que lidera Inés Villa Bonilla se hace público.

¿ En donde esta la integridad de Inés Villa Bonilla ?. En ella misma , sus sentencias, su trayectoria, su preocupación afectiva por la OCMA, su falta de ambición para trascender más allá de esa jubilación ilustre en que se ha vuelto la obsesión de llegar a coronar como miembro de la Corte Suprema.

La última vez que vi a la Doctora Villa Bonilla fue en un evento público promovido por el Banco Mundial. Me inspira respeto , pero no debería inspirarnos confianza institucional. Los seguidores de Romero no piensan como el Cesar. Destruir a la cabeza judicial del sistema anticorrupción es una locura. Como obligar a renunciar a Toledo: Deseamos hacerlo pero no sabemos realmente para que.

Si se trata de desaparecer a Inés Villa Bonilla del rol simbólico que representa con sus creaciones heroicas como “ Que la sala considera necesario indicar que la presunción de culpabilidad de una persona no sólo es un elemento importante , sino una condición sine qua non para mantener la mediada restrictiva de la libertad ....debiendo el juez penal producir elementos de juicio para otorgar validez a sus decisión....” ( resolución 54 caso Laura Bozzo), entonces hay que pensar si la Doctora Zavala tiene la imparcialidad que su predecesora no tiene. ¿ Quién puede ser un juez idóneo para los casos de corrupción en el régimen anterior y el gobierno de Toledo.? ¿ Quién cree que los bipolares equipos de la procuraduría Ronald Gamarra - Luis Vargas valdivia serán capaces de aceptar que se equivocan?. ¿ Por qué los jueces nos cuentan en privado que si no encuentran elementos en contra de alguien , la amenaza “ el sistema se cae si ustedes fallan asi” es una espada de Damocles que los jacobinos enarbolan.

Lamento decir lo siguiente : Todo indica que los Dellepiane, Jacqueline Beltran, Pezua, Orlando Montesinos, Victor Cabrera, Oscar Lopez Meneses , Luis Bedoya , mas allá de las diferencias que rodean sus casos , no podrán salir de prisión porque sus medidas cautelares ya son un castigo. Me da rabia decir que aunque fuesen inocentes ellos son como esos acusados de terrorismo que el sistema tuvo que enmendar años después. Me piden que me calle, que diga que el sistema se curara solo, que un día estos jueces anticorrupción verán la luz , mientras tanto sus metidas de pata son parte de la impunidad que hay que aceptar.

Da mucha vergüenza ver como la clase empresarial reacciona solo en temas como Camet o Romero. Da más vergüenza ver como los seguidores de la izquierda judicial defienden el status quo con la fuerza que les da el subsidio de USAID. Acabo de recolectar la mayor cantidad de testimonios, documentos y evidencias sobre los costos ocultos de orden político con que se mueve el sistema anticorrupción. Lo siento Hugo Sivina: Su período será recordado como el más vergonzoso en la historia de la justicia política peruana en tiempos de democracia, aunque le fabriquen un modelo para la justicia hasta el 2025.

Lo peor es que tampoco nadie piensa en respuestas, estamos todos en una trampa.