Mientras la transferencia tecnológica es frecuente y ascendente, la politológica tropieza con escollos. Los pueblos repiten experiencias y reiteran errores. Uno suele recordar aquello que "el homo sapiens es el único animal que tropieza con la misma piedra". Hay miopía, la sordera y petrocefalia en las diversas clases políticas de nuestra América. Se observa una suerte de obstinación y de tozudez. Llegamos, a veces, a pensar que se está ante una vocación de suicidio. No faltan quienes, después de tropiezos y hasta de infartos, aluden a intransigencias e infiltraciones. El caso de la UP que finaliza con el suicidio de Allende y 17 años de monocracia castrense es típico. Uno que estuvo inserto en aquel régimen y advirtió errores y distorsiones no fue escuchado en su momento y ahora que queremos transferir experiencia a Venezuela solemos cosechar indiferencia y, a veces, hasta suspicacias.
Vemos con singular temor los siguientes fenómenos que afligieron a la UP y que pudieran repetirse en la patria de Chávez. Porque el derrumbe del allendismo no es sólo fruto de una conspiración del Pentágono, la CIA y los uniformados reaccionarios. Eso es un reduccionismo inaceptable. Por ese motivo es conveniente ensayar a través de R-P una transferencia politológica. Ya me imagino la resistencia que motivará. Transferir, por ejemplo, estrategias de forestación, métodos de riego gota a gota, técnicas de piscicultura, modalidades de cultivo de la vid, planes de edificación de villas para los "sin casa"... son técnicas que no motivan reticencias ni sospechas. Opine de política y a su lado y al frente tendrá -ipso facto- rostros endurecidos, orejas censuradoras y actitudes reprobatorias. Pese a todo, intentémoslo.
La UP se enemistó con la clase media. Un segmento de tipo intelectual se distancia del régimen porque teme se entronice un régimen de partido único. Otro grupo de tipo empresarial soporta la ocupación de fábricas y hasta de talleres así como de fincas medianas y pequeñas. Los propietarios citadinos oyeron hablar de una reforma urbana con confiscación de inmuebles de renta y se horrorizan. Los comerciantes detallistas se ven amenazados por la distribución estatal de víveres.
La UP mantuvo un clima de cordialidad con la Iglesia y con ello logra aislar a prelados ubicables como de derecha. Si lo anteriormente expuesto es una torpeza lo segundo constituye una estrategia acertada.
La reforma agraria altera severamente el flujo alimentario y obliga al gobierno de la UP a comprar hasta pollos en el mercado europeo y tarros con cerdo en China. La redistribución del agro se efectúa sin contar con un campesinado capacitado y con un criterio político y no económico. Hoy la parcelación no es rentable y el modelo mexicano de los 20 está demodé. Tampoco es ahora conveniente ese afán de retención de campesinado en el ámbito rural, porque la mecanización, la automatización y la computación son factores que elevan la productividad y desplazan mano de obra.
La doctrina Vuscovic -asesor económico de Allende y el gurú financiero de la UP- juzga la inflación un lubricante de la economía. Ello comienza como aspirina y finaliza como cianuro. Al comienzo se activa la industria y el comercio y después aparece el desabastecimiento y el mercado negro. La masa popular resta su apoyo al régimen y se suma a la oposición. La Casa de Moneda pasa a trabajar 24 diarias e incluso los fines de semana. Los salarios y sueldos se duplican sin recurrir a una huelga. Aquello es la
fiesta de las emisiones inorgánicas y el Banco Central opera con criterio político y no técnico.
La UP no se concibe a sí misma como un frente nacional aglutinante y no eliminatorio. Busca la homogeneización de estrategias y de enfoques y opera de modo piramidal y sectario. Incluso en su interior se reduce aplicando la política del salame que consiste en ir recortando a babor y estribor a quienes rotula de disidentes, críticos e indecisos. Se empequeñecía hacia afuera y hacia adentro. No pasó jamás de constituir más de 1/3 de la ciudadanía.
¿Podrán los asesores de Chávez comprender lo anotado? ¿Será posible el milagro de la transferencia politológica?¿Podrá aprender un pueblo de los aciertos y de las torpezas de otro? ¿O tendrá que hacer su propio camino con todos los riesgos y penurias que ello implica? ¿Un poco estas preguntas se relacionan con el éxito o fracaso de la educación?
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