El techo del Teatro Teresa Carreño, adornado por los “Cubos vibrantes blancos sobre proyección amarilla” del cinetista venezolano Jesús Soto, observó desde lo alto la llegada de los intelectuales a la mesa de trabajo por la Defensa de la Unidad en la Diversidad y de la Cultura para todos.
Fue el mejor escenario para que personalidades como James Early, miembro del Comité Directivo de la Institución Smithsonian en Washington D.C., Danny Glover, actor estadounidense defensor de los derechos humanos, Michael Parenti, escritor progresista estadounidense, y Mario Sanoja Obediente, antropólogo venezolano y profesor titular de la UCV, entre otros, dieran inicio a la III Jornada de trabajo que tenia como fin ultimo, la realización de un manuscrito para su entrega en la tarde de hoy al Presidente de la República para el taller a realizarse en la sala Ríos Reyna en ese mismo Teatro.
Las propuestas finales de los invitados apuntaron hacia la investigación de la diversidad cultural, del pensamiento gramsciano y la búsqueda de la identidad cultural. Además, una propuesta muy ambiciosa fue la de cambiar las relaciones de producción.
Desde que el presidente Chávez pronunció las palabras “creación de una red”, en su discurso de apertura del Encuentro mundial de intelectuales y artistas en defensa de la humanidad, la mayoría de las propuestas giraban y reforzaban la de la unión de los intelectuales en una red internacional que permita la discusión sobre la política hegemónica y de agresión que lleva a cabo EE.UU. y de esta manera eliminar la desinformación reinante.
Fomentar el aprecio a la diversidad cultural del planeta sin una perspectiva colonialista; reescribir la historia de la humanidad para hacerla verdaderamente humana, que contemple las diferentes culturas y exigir que las organizaciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) financien la creación y el mantenimiento de las culturas del mundo, fueron las propuestas que apuntaron hacia la preservación de las culturas del mundo que hoy constituyen minorías.
También se expresó la necesidad de replantear la llamada Universidad Indígena, en la que no sean los indígenas los que acudan a aprender la cultura occidental, sino que todo el conocimiento de las civilizaciones indígenas sean “la materia a enseñar” a los alumnos de esa institución.
Se exhortó a la creación de varios entes en pro del mantenimiento de la cultura:
– Un organismo internacional que defienda la soberanía de los países, convenios internacionales que faciliten la difusión de materiales en formatos de audio, audiovisual, multimedia, escrito a través de los institutos nacionales dedicados a esta rama en cada nación.
– El instituto bolivariano artístico cultural con sede en Venezuela contemplaría todas las manifestaciones culturales del país, y posteriormente las del mundo.
Desde la perspectiva idiomática se propuso resocializar a los científicos para que sirvan a sus culturas originarias y publiquen los trabajos en su idioma de origen y no en el anglosajón.
La mesa se enfocó en la acción más que en las ideas con la intervención del estadounidense James Early . “Trabajemos con las organizaciones que ya existen para no pasar los próximos 300 años tratando de avanzar en el primer paso”, dijo Early con respecto a la creación de la red internacional. Cada intelectual debe comenzar a trabajar con sus familiares, sus colegas, y acercarse a los Ministerios de Cultura y Finanzas de sus países de origen para verificar las políticas que están desarrollando, exhortó y continuó, y la clave está en la identificar a todas las organizaciones que ya están trabajando en las propuestas que aquí se están acordando y en el próximo encuentro tener una “red de redes” ya conformada para poder establecer una secretaría permanente en Venezuela que funcione como epicentro de ideas.
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