A pesar de las altas cifras de crecimiento la economía chilena sigue siendo hoy una de las más desiguales del mundo, afirmó Hugo Fazio, director del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA).

Fazio, economista y catedrático, subrayó que la desigualdad en la distribución de los ingresos sería peor ahora que durante los años de la dictadura militar (1973-1990), cuando se desarrolló un acelerado proceso de privatizaciones en Chile.

Apuntó que alza del Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 18 a 19% y la precarización del trabajo debido a la flexibilización del mercado laboral, implantada por la Concertación (coalición gobernante de centroizquierda), empeoró el esquema distributivo de los ingresos en el país.

Según el experto, un reciente estudio publicado por el Banco Central reveló que, pese al crecimiento, la desigualdad habría incluso empeorado entre 1991 y 2001, acercándose a Brasil, país que se caracteriza por su mala distribución del ingreso.

El analista indicó que el incremento en un punto del IVA, que se mantendrá vigente hasta el 2007, es una medida regresiva que contribuye negativamente a mejorar el esquema distributivo de la riqueza.

Respecto al superávit fiscal de 2,2% alcanzado en el 2004, indicó que éste se logró gracias a los altos precios del cobre y otros productos primarios de exportación.

Para el economista, quien imparte docencia en la prestigiosa Universidad ARCIS, en la Academia de Humanismo Cristiano y la Universidad de Chile, el aumento de estas exportaciones no reflejan empleo, como sería en el caso de vender manufactura.

Aunque una parte de los excedentes fiscales serán utilizados en el prepago de deuda, lo cual según Fazio es bueno para el país, “la contraparte es que si el gobierno no gasta en programas sociales, no estará contribuyendo a mejorar la distribución del ingreso”.

El director del CENDA citó, como uno de los signos más preocupantes de la desigualdad social que impera en el país, los resultados de las recientes pruebas de selección de alumnos de enseñanza secundaria para ingresar a las universidades chilenas.

Los exámenes demostraron que los estudiantes con mejores resultados fueron los que provenían de establecimientos privados, mientras los de colegios subvencionados por los municipios se ubicaban en lugares secundarios, muy distantes de los primeros lugares.

“Eso es un reflejo la inequidad social que existe en nuestro país”, afirmó el catedrático, quien durante el gobierno de la Unidad Popular (1970-1973) se desempeñó como vicepresidente del Banco Central y representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Chile.

En cuanto al desempleo, que afecta a casi 600.000 chilenos, Fazio indicó que “la flexibilización del mercado laboral sólo implica precarizar aún más el trabajo, y tampoco va en la línea de mejorar la mala distribución del ingreso”.

A pesar de un crecimiento del 5,9% de la economía nacional en el 2004, el más alto en los últimos siete años, la tasa promedio de desocupación subió en comparación con el período precedente, según cifras oficiales.

Argenpress