El Observer, prestigioso suplemento semanal del diario británico de izquierda The Guardian, afirma en primera plana de su edición de 28 de agosto de 2005 que «filtraciones han revelado que Blair estaba informado de los vínculos entre el terrorismo y la guerra de Irak».
El título está formulado de manera a hacer responsable al Primer Ministro de los atentados que enlutaron a Londres en julio, al considerar que expuso inútilmente al país. Sin embargo, también puede significar que una vez iniciada la guerra, el Primer Ministro habría debido tomar medidas policiales preventivas.
Esta problemática, que tiene por objetivo poner en dificultades a Tony Blair, sirve en realidad a sus intereses. De hecho, los británicos que interpretan los atentados de Londres como una réplica a la ocupación de Irak de ninguna forma van a aceptar el deshonor de una capitulación al primer ataque. Incluso los más recalcitrantes renunciarán por consiguiente a reclamar la retirada de las tropas de Su Majestad. En cuanto a los británicos que reprochan a Tony Blair no haber tomado medidas policiales preventivas, sólo podrán aplaudir sus últimas medidas de seguridad.