El reinado de Sadam Husein fue tan brutal que muchos iraquíes aplaudirán sin titubear la decisión de condenarlo a muerte. Pero a pesar de sus crímenes, su proceso –iniciado la semana pasada y que se aplazó hasta el 28 de noviembre– ha provocado una ola de críticas entre los juristas y los grupos de defensa de los Derechos Humanos. El propio hecho de que el proceso se haya organizado bajo la ocupación estadounidense plantea problemas en cuanto a su legitimidad.
Los Estados Unidos, en efecto, crearon el tribunal, el FBI suministró las pruebas, los abogados norteamericanos formaron a los magistrados, el Congreso financió el proceso y el ejército estadounidense custodia los debates. Juzgar a Sadam no es en sí un hecho injustificado, pero estamos en presencia de un proceso político que sirve para justificar a posteriori una invasión ilegal. El proceso debe servir para demostrar que Sadam Husein representaba un peligro para su pueblo y para el mundo.
Otros problemas son, ¿por qué juzgarlo tan pronto? ¿Por qué juzgar por separado sus actos? Si ese proceso debe culminar en una condena a muerte, ésta deberá aplicarse en un plazo de 30 días. Pero hay muchos otros problemas que deberán juzgarse. Ese proceso es un error histórico que priva a los iraquíes de un proceso justo que arrojaría luz sobre los vínculos del dictador con las potencias occidentales. También habría que preguntarse cuándo se iniciará el proceso contra los responsables de la invasión a Irak.

Fuente
Gulf News (Emiratos Árabes Unidos)
Gulf News es el principal diario dedicado a todo el Golfo Arábigo-Pérsico. Difusión: más de 90 000 ejemplares. Redactado en Dubai en inglés, es leído sobre todo por la muy importante comunidad extranjera radicada en la región.

«Is Saddam’s trial a mistake?», por Patrick Seale, Gulf News, 24 de octubre de 2005.