Bush en la Iglesia
Foto copyright DUGMAG.COM 2004.

Organizaciones conservadoras del mundo católico han estado formando redes y organizando eventos para defender la agenda de la represión sexual y oponerse al laicismo. Sus acciones pretenden tener alcances internacionales y cuentan con el apoyo, moral e incluso económico, del gobierno de Bush.

En América Latina, los principales promotores de esas redes son empresarios poderosos que, más allá de sus declarados objetivos religiosos, buscan implantar gobiernos nacionales y políticas internacionales afines a sus intereses terrenales.
Por eso, esos mismos personajes y organizaciones suelen participar también lo mismo en las acciones de apoyo a la política de Bush, que en las escaladas contra políticos a los que estigmatizan como “populistas”, como Hugo Chávez o Andrés Manuel López Obrador, prospecto de la izquierda a la presidencia de México, e incluso contra Zapatero, en España.

Paradójicamente, esos grupos se dicen “defensores de la vida”, entendiendo esa lucha sólo como el rechazo del aborto, a la vez que son complacientes ante la política de agresión militar estadounidense.

El 8 y 9 de noviembre, se llevará a cabo en la Universidad Católica San Pablo (UCSP) el III Congreso Internacional de Familia. El evento es organizado por el Instituto para el Matrimonio y la Familia de la UCSP, de factura sodálite y a cuyo cargo ha estado el religioso de esa orden, Emilio Garreaud, quien como muestra de la globalización derechista, hoy es capellán del centro de Saint Malo, en Colorado, Estados Unidos, manejado por el Sodalicio, y donde se imparten cursos para parejas y se organizan eventos religiosos mediante elevados pagos en dólares.

La lista de ponentes en el Congreso, incluye personajes y membretes que son los eternos promotores del activismo conservador: miembros del Consejo Pontificio para la Familia, personajes de universidades confesionales, militantes de los grupos provida unidos en la coalición Vida Humana Internacional, con sede en Miami y vínculos con el gobierno de Bush, entre esos militantes se cuenta el ex ministro de Salud de Perú y exdirigente de Ceprofarena, filial de VHI, Fernando Carbone; Alejandro Castro Leal, del grupo costarricense Adevi (Asociación para la Defensa de la Vida); Carlos Beltramo, presidente en Perú de la Alianza Latinoamerican de la Familia, de factura venezolana, creada por los millonarios esposos Vollmer, así como el empresario mexicano Fernando Milanés, del consejo Consultivo de Red Familia.

Este último grupo fue fundado en el año 2000, como una coalición de membretes de derecha, afines al Partido Acción Nacional, cuyo abanderado, Vicente Fox llegó a la presidencia en las elecciones de julio de ese año.

Red Familia ha contado con el apoyo de empresarios, como el propio Milanés y como Lorenzo Servitje, principal promotor de la censura moralista en México y fundador del grupo Bimbo, dedicado a la fabricación de pan. Entre las organizaciones que crearon Red Familia se cuenta la Asociación Nacional Cívica Femenina, Ancifem, de cuño católico y panista, que ha recibido cientos de miles de dólares de IRI-NED con el pretexto de fortalecer la cultura democrática de las mujeres mexicanas.

Exdirigente de Ancifem, Ana Teresa Aranda ha sido, en el gobierno de Fox, la encargada de la institución oficial encargada de la familia, y como tal ha estado organizando eventos de la derecha internacional, con organizaciones como la propia Red Familia, y como la Fundación Heritage.

Red Familia fue en junio de este año una de las principales organizaciones que participaron al otro lado del Atlántico en las protestas contra la legalización del matrimonio homosexual en España. En México, Red Familia no se ha limitado al activismo contra la homosexualidad y el aborto, sino que se ha unido a grupos que llevan a cabo campañas difamatorias contra Andrés Manuel López Obrador, quien como alcalde de la capital llevó a cabo políticas sociales para beneficiar a los ancianos y a los sectores más pobres, a lo que terminantemente se oponen los autodenominados “defensores de la vida”, pues dicen que otorgar ayudas alimenticias a los ancianos sin ingresos es “populismo”.

En abril de 2005, Concerned Women of America anunció (www.cwfa.org/articles/7914/CWA/family/) que con el apoyo económico que recibió del Departamento de Estado, formó una alianza con Red Familia, y que ambas organizaciones trabajarían conjuntamente “para poner fin a lo que el presidente Bush ha llamado “la esclavitud moderna”, eufemismo para el bien conocido conservadurismo que encabeza ese mandatario. Con ese motivo, se organizó una reunión de “entrenamiento” en la sede de CWA, en Washington, y con la participación de dirigentes de Red Familia, como Jesús Hernández y Rossy Orozco.

Concerned Women of America es un grupo “provida” estadounidense, creado en
1978 por Beverly La Faye, para enfrentarse a los grupos feministas y luchar contra al laicismo y las libertades sexuales. En sus propias palabras, esta organización, que enfatiza las “enseñanzas bíblicas” lleva a cabo “una lucha contra las fuerzas espirituales de las tinieblas”, por lo que, además de su activismo político religioso, que hoy se centra en el respaldo al gobierno de Bush, recurren al “apoyo de las plegarias”, por lo que sus huestes están organizadas en grupos de oración, encaminada contra sus adversarios ideológicos y en apoyo del gobierno estadounidense actual.

En un plano más terrenal, Beverly La Faye ha estado apoyando las causas reaccionarias en países de América Latina y de otras latitudes. En 1986, viajó a Costa Rica para “indagar las necesidades de los refugiados que habían huido de Nicaragua debido al conflicto Marxista. Se reunió con la primera dama de Costa Rica, quien le permitió visitar algunos campos de refugiados”.

A fines de ese año, CWA atribuyó a sus “cartas y plegarias” la liberación de la poetisa cristiana soviética Irina Ratushinskaya Geraschenko, aunque el hecho fue resultado del acercamiento entre Reagan y Gorbachev. Irina fue premiada en Estados Unidos por el Instituto de Religión y Democracia, que se dedica a promover las corrientes conservadoras en las igleisas protestantes y a denunciar la “persecución religiosa” en países como Corea del Norte y Sudán, a fin de facilitar la inherencia militar estadounidense contra ellos.

Ese mismo año, Ronald Reagan fue el orador de honor en la reunión anual de CWA, que en 1988, como fruto de su cabildeo en Costa Rica, fundaba la “Escuela de la Libertad” para niños nicaragüenses refugiados. Ese mismo año, CWA promovería ante el gobierno estadounidense denuncias por los “abusos contra los derechos humanos por parte del gobierno sandinista”; en 1990, La Haye se reuniría con Violeta Chamorro.

Desde luego, CWA ha sido ardientemente pro Bush, con la excepción del tema de las investigaciones genéticas, y con apoyo de ese gobierno ha proseguido su tarea de establecer redes conservadoras interamericanas.

Mantiene una lucha común con grupos como la mencionada VHI y como Population Research Institute, cuyo presidente, Steve Mosher, a la vez que dice defender “la vida desde la concepción” y exige que la administración Bush no otorgue fondos a la UNFPA, por considerarla “abortista”, apoya la política militarista de Estados Unidos, especialmente las posibilidades de agresión contra China.

En abril de 2005, Concerned Women of America anunció (www.cwfa.org/articles/7914/CWA/family/) que con el apoyo económico que recibió del Departamento de Estado, formó una alianza con Red Familia, y que ambas organizaciones trabajarían conjuntamente “para poner fin a lo que el presidente Bush ha llamado “la esclavitud moderna”, eufemismo para el bien conocido conservadurismo que encabeza ese mandatario. Con ese motivo, se organizó una reunión de “entrenamiento” en la sede de CWA, en Washington, y con la participación de dirigentes de Red Familia, como Jesús Hernández y Rossy Orozco.

Concerned Women of America es un grupo “provida” estadounidense, creado en
1978 por Beverly La Faye, para enfrentarse a los grupos feministas y luchar contra al laicismo y las libertades sexuales. En sus propias palabras, esta organización, que enfatiza las “enseñanzas bíblicas” lleva a cabo “una lucha contra las fuerzas espirituales de las tinieblas”, por lo que, además de su activismo político religioso, que hoy se centra en el respaldo al gobierno de Bush, recurren al “apoyo de las plegarias”, por lo que sus huestes están organizadas en grupos de oración, encaminada contra sus adversarios ideológicos y en apoyo del gobierno estadounidense actual.

En un plano más terrenal, Beverly La Faye ha estado apoyando las causas reaccionarias en países de América Latina y de otras latitudes. En 1986, viajó a Costa Rica para “indagar las necesidades de los refugiados que habían huido de Nicaragua debido al conflicto Marxista. Se reunió con la primera dama de Costa Rica, quien le permitió visitar algunos campos de refugiados”. A fines de ese año, CWA atribuyó a sus “cartas y plegarias” la liberación de la poetisa cristiana soviética Irina Ratushinskaya Geraschenko, aunque el hecho fue resultado del acercamiento entre Reagan y Gorbachev. Irina fue premiada en Estados Unidos por el Instituto de Religión y Democracia, que se dedica a promover las corrientes conservadoras en las igleisas protestantes y a denunciar la “persecución religiosa” en países como Corea del Norte y Sudán, a fin de facilitar la inherencia militar estadounidense contra ellos.

Ese mismo año, Ronald Reagan fue el orador de honor en la reunión anual de CWA, que en 1988, como fruto de su cabildeo en Costa Rica, fundaba la “Escuela de la Libertad” para niños nicaragüenses refugiados. Ese mismo año, CWA promovería ante el gobierno estadounidense denuncias por los “abusos contra los derechos humanos por parte del gobierno sandinista”; en 1990, La Haye se reuniría con Violeta Chamorro.

Desde luego, CWA ha sido ardientemente pro Bush, con la excepción del tema de las investigaciones genéticas, y con apoyo de ese gobierno ha proseguido su tarea de establecer redes conservadoras interamericanas.