Hace dos meses, el país se conmovió con la imagen de los desbordes del Río Seco que cruza la ciudad salteña de Tartagal. A cada instante, los canales de televisión mostraban cómo una casa a la ribera de la cuenca caía varios metros hacia abajo por los desprendimientos de tierras que las lluvias había aflojado. Como siempre, después de un tiempo, los medios olvidaron el asunto. Eso sí, desde un principio no se interesaron ni un céntimo en buscar las verdaderas razones de esta catástrofe que mantuvo a la localidad aislada desde fines del año pasado porque las fuertes correntadas se llevaron los puentes.

Mientras tanto, el gobernador de Salta, Eduardo Romero, mantuvo un silencio de tumba. Luego que el presidente Néstor Kirchner asignara recursos para, al menos, paliar algunas necesidades, el ex candidato a vicepresidente de Carlos Menem abrió la boca. Para Romero, estas inundaciones no se podían predecir porque son desgracias de la naturaleza. No es raro ni asombroso escuchar estas clases de mentiras de parte de un hombre que maneja la provincia con mano de hierro y ha sido investigado y descubierto por un sin fin de negociados con empresas petroleras. En Salta, estas compañías funcionan como un Estado dentro del Estado: tienen vía libre para desmontar, comprar terrenos a precios irrisorios, despedir trabajadores sin dar explicaciones y, en más de una oportunidad, exigir que la gendarmería reprima y cace a quienes denuncian estos atropellos. El gobernador Romero nunca les negó estos privilegios a las petroleras.

José Pepino Fernández es integrante de la Unión de Trabajadores Desocupados de General Mosconi, organización que nació en el calor de la década del noventa denunciando los saqueos de las políticas privatizadoras.

Pepino es uno de esos hombres en donde sus acciones no se llevan del todo bien con su forma de ser cotidiana. De paso lento, mirada cabizbaja y sonrisa tímida, su historia es el relato de la industria petrolera en Argentina desde los tiempos de la dictadura militar hasta nuestros días.

Perseguido por Romero, reprimido junto a sus compañeros de la UTD, nunca dejó de cortar las rutas para denunciar a las firmas petroleras extranjeras que todos los días realizan redituables negocios a costa de las vidas de los pobladores salteños.

“Ahora vinimos por todo el tema de las inundaciones en el norte, que viene pasando hace mucho tiempo -relata con palabras rápidas- Una de las causas son los desmontes que hacen en diferentes lugares las petroleras y los agricultores. Ellos son los culpables por todo lo que pasa en el norte pero nadie se hace cargo. Fijáte las diferencias que hay con las papeleras. A las papeleras le dan mucha importancia y todavía no han matado ni a una sola persona. En el norte, se han matado miles de personas. Nosotros les dimos un informe sobre la situación en el norte al presidente Kirchner en agosto de 2003 y no tenemos respuestas. Lo único que tuvimos fue represión y más muertes”.

¿Ustedes ya le habían advertido al presidente Kirchner sobre lo que podía pasar y no se hizo nada?
Sí, a Kirchner como a Duhalde, a De la Rua y a diferentes presidentes. Desde el año 1977 estamos luchando contra las contaminaciones que iban a pasar en el norte. Se ha muerto más gente por esto que en la época de la represión. La contaminación mata muchísima gente y nosotros venimos luchando desde 1977, en la época de la dictadura. En ese tiempo, trajeron los primeros contaminantes a través de las empresas Halliburton, BJ, todas empresas norteamericanas. Pero acá en la Argentina al que más mata no se la da importancia.

¿Cuáles son los daños más grandes que sufre la provincia por la contaminación?
Las muertes no son cientos, son miles. Uno se ha quejado y los gobiernos provinciales y nacionales han hecho abandono de persona. Las causas de las inundaciones las venimos repitiendo hace muchísimo tiempo. Y Greenpace es cómplice de los gobiernos, porque va a gritar pero no viene al norte. Greenpace, ¿por qué no se mete con las petroleras? ¿Viste a Greenpace en el norte protestar contra Tepetrol, Pan American Energy, Plus Petrol, Repsol, Halliburton, BJ, Petrobras o Pérez Companc? A ninguna le hizo nada. Greenpace es uno de los más grandes cómplices que hay en Argentina. Están todos esos actores, como Ricardo Darín, que vienen a hacer un circo en los grandes centros urbanos. ¿Por qué no van a vivir allá la realidad al menos un año?

¿Cuál es la respuesta que tienen del gobierno provincial frente a estos reclamos?
El gobierno provincial nunca respondió y a nosotros siempre nos reprime. Cómo será que, últimamente, ya no son los piqueteros los únicos que se levantan. Ahora son las escuelas, con directores y alumnos que son metidos presos. La policía mete preso a chicos de trece o catorce años, a indígenas, ya no es la lucha contra los piqueteros. La otra vez le presentamos un informe sobre esto al presidente Kirchner y al mentiroso de Aníbal Fernández, porque es un mentiroso ya que varias veces vinimos y hablamos con él y nunca respondió a nuestros reclamos. Tenemos todos los papeles documentados y firmados por ellos, que son recibidos pero no aceptan esos reclamos. Ahora venimos otra vez a reclamar sobre lo mismo. Incluso siguen las mafias de las licitaciones de la construcción. Antes le daban a la empresa Hidraco, que está prendida con Vialidad Nacional de Salta y ahora le dan a otra empresa que es de Buenos Aires. Estas empresas hacen esos puentecitos que no aguantan nada, todo es una mafia donde se quedan cincuenta y cincuenta. Y el gobierno nacional, la parte de (el ministro de Planificación, Julio) De Vido le dan a esta gente las licitaciones. Ellos no saben cómo arreglar esto, hay que corregir de arriba hacia abajo y si no lo hacen vamos a seguir sufriendo las consecuencias nosotros. Ellos se llevan toda la plata por las regalías del petróleo, el gas, la soja, el maíz y el girasol. A ellos no les interesa nada, porque somos tan pocos habitantes y no somos millones como en las grandes capitales. Por esto se llevan las grandes cantidades de plata y después no te dan ni una cafiaspirina. Ahora necesitamos urgente camiones, maquinarias para tratar de controlar los cursos naturales del agua. Nosotros queremos hacer todo eso como estaba antes, pero no te dan. Kirchner habla tanto de los que estuvieron en la represión, pero allá son dos intendentes, los de Tartagal y Mosconi, que son de la época de la dictadura. A ellos sí les dan las cosas y siguen haciendo desastres. El gobierno de Kirchner, que no sé si está mal asesorado o qué, les está dando a gente que ha sido cómplice de miles de muertes en el norte argentino.

¿Qué proyectos tiene la UTD para solucionar estos problemas que atraviesa la provincia?
Te doy un ejemplo: estamos haciendo un programa de casas y hemos hecho un programa que se llama “Techo y trabajo”. Eso lo hicimos antes y el mismo gobierno nacional copió los programas de la UTD de Mosconi. Incluso, la municipalidad de General Mosconi estaba en contra de que hagamos estas casas. En esa parte, el gobierno nacional sí aceptó que lo hagamos nosotros. Pero tenemos dos contras: los gobiernos provincial y municipal. Resulta que ahora, cuando terminamos las casas, dijeron que eran para los damnificados por las lluvias. Pero ellos estaban en contra cuando nosotros nos anticipamos a los hechos.

¿Cuál es la actualidad de Salta luego que el gobierno enviara dinero por el tema de las inundaciones?
Lo que Kirchner manda lo utilizan políticamente. Tenés el caso de Romero, de quien siempre hemos estado en contra. Nosotros fuimos a presentar un proyecto al vice gobernador sobre tres alternativas para construir puentes. Íbamos a hacer un badén firme sobre el Río Seco con todo lo que se tira: con barras de fondeos y portamechas que es hierro armado. Íbamos a hacer cerca de trescientos metros de banda a banda. A eso se lo llena de arena, después le pasás la topadora y queda para transitar. Otro proyecto alternativo que presentamos era el de la unión a través de un equipo de perforación, unas torres abandonadas por YPF. Eso se arma con una estructura de seis metros y no quisieron. El último era hacer un puente que era una obra de arte. Íbamos a perforar veinte metros para que aguante toda la estructura de pilotes, que deben ser redondos, nunca cuadrados. Ellos los hacen cuadrados y es cuando más se derrumban, porque los árboles, las piedras que vienen, golpean y rompen. Pero ellos los hacen cuadrados, no como en los puentes del ferrocarril que son redondos y casi no se han destruido. Se han destruido los puentes carreteros y ahí está el negocio de las licitaciones. Nosotros le presentamos el proyecto para hacerlo, incluso perforarlo con aire y en menos de una hora hacemos quinientos metros. El vice gobernador y Romero no nos quisieron recibir porque somos desocupados y le quitamos el negocio a ellos. Ellos le dieron el trabajo a la empresa EKA S.A. A nosotros no nos quieren dar trabajo y hemos sido reprimidos con impactos de balas y veintiséis detenidos por pedir esos puentes. Nosotros, siendo desocupados, mirá las ideas que tenemos, pero como los gobiernos nacional y provincial curran con esto no nos quisieron dar trabajo.

Las "expremidoras" multinacionales
Luego que el presidente de Bolivia, Evo Morales, decretara la nacionalización de los hidrocarburos, Pepino Fernández explica que esta medida “es muy positiva” y recuerda que ellos exigen lo mismo desde hace tiempo.

“Cuando tenés en mano los recursos naturales como el gas, el petrolero, las tierras, la minería, no tenés necesidad de pedirle al Fondo Monetario Internacional que vengan a invertir -explica- ¿Para qué queremos computadoras si la gente lo puede hacer y se puede vender el petróleo? No tenés que meter un centro computarizado, acelerar los tiempos y mermar el trabajo de la gente. ¿Para qué esas grandes maquinarias para la cosecha de la caña y eliminar al ser humano? No las necesitás, porque lo podés seguir haciendo y vas a tener ganancias. Pero ellos quieren acelerar las ganancias para que tres o cuatro se beneficien, como son los presidentes, los diputados, los senadores, los intendentes que están prendidos con las grandes multinacionales”.

Pepino Fernández no duda en calificar a las multinacionales del petróleo como “exprimidoras”.
También remarca que en las grandes ciudades no se tiene magnitud del negocio petrolero: “Nosotros sí lo sabemos porque vivimos una época donde mis abuelos, mis padres y quien te habla trabajó. Cuando vos tenés trabajo no te da lugar a la droga, al alcohol, te da verdaderamente lugar a trabajar y estudiar. Con las privatizaciones, del año ’92 a la fecha, estas son las consecuencias que dejaron las multinacionales”.

¿Creés que la medida del gobierno boliviano puede tener alguna repercusión en Argentina?
Sí, porque acá la gente está luchando mucho en Santa Cruz, en Las Heras, donde sale más del cincuenta por ciento del petróleo condensado, y en Neuquén. Las grandes luchas están en los centros petroleros. Eso es importante, porque no sabemos, pero si en cualquier momento la gente salta puede parar el gas y el petróleo. En menos de un abrir y cerrar de ojos paran el gas y el petróleo y todo el interconectado que viene a Buenos Aires. Las exportaciones que van a Bolivia y a Brasil se paran. Que tengan muy en cuenta que con toda la fuerza de seguridad que hay en el país no van a lograr que se pare.

¿El gobierno puede tomar una medida similar a la de Bolivia?
Ya se creó Enarsa hace dos años, no se hace nada y las multinacionales siguen avanzando. Enarsa es una pantalla más del gobierno, porque si vos querés hacer una empresa verdaderamente del Estado ya tendrían que haber sacado cagando a todas las multinacionales. Los daños que hicieron las multinacionales en el medio ambiente son de miles de millones de dólares, así que habría que quitarles todo porque no cumplieron con los contratos petroleros donde dicen que hay que respetar el medio ambiente, los lugares de producción. Las multinacionales tendrían que haber hecho escuelas, barrios, hospitales y no respetaron nada, entonces están en deuda. Por eso los gobernadores, los intendentes, los senadores, los diputados y el presidente son cómplices.