Los países en América Latina se reconocen en sus constituciones como“Estados plurinacionales”, en correspondencia con la existencia de naciones, nacionalidades,pueblos y culturas diversas, estos son Bolivia y Ecuador. Puede decirse que después de décadas de luchas, las demandas políticas y sociales del movimiento indígena han alcanzado hasta aquí una importante victoria, porque uno de sus objetivos es ser visibilizados y constitucionalizados sus derechos económicos, políticos y culturales.

Para los líderes indígenas de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), el “Estado Plurinacional” es un nuevo modelo de Estado que en un proceso sustituirá al “Estado uninacional,
mestizo, excluyente, racista”, que representa a los sectores dominantes que vienen desde la colonia española.

Según Bolívar Beltrán, analista y asesor de organizaciones indígenas del Ecuador, el Estado Plurinacional “es la organización de gobierno que representa el poder político, económico y social del conjunto
de pueblos y nacionalidades de un país… se forma cuando varios pueblos o nacionalidades se unen bajo un
mismo gobierno, dirigidos por una Constitución“.

Esto significaría que con el nuevo marco constitucional se vaya institucionalizando el Estado Plurinacional, esto es que, en las funciones deTransparencia y Control Social, Electoral, Legislativa, Ejecutiva, Judicial, Corte Constitucional, organización territorial, etc., exista la participación activa y directa de los
pueblos y nacionalidades indígenas, reconocidas como una política de Estado, para que no quede al capricho del gobierno de turno.

Asimismo, el concepto del “buen vivir, o vivir bien”, que recogen las nuevas constituciones, constituirían otro logro del movimiento indígena, que al igual que el Estado Plurinacional emergen de la cosmovisión
indígena, así lo señala el investigador boliviano, Fernando Huanacuni Mamani, y que añade que: “en términos ideológicos implica la reconstitución de la identidad cultural de herencia ancestral milenaria, la recuperación de conocimientos y saberes antiguos, una política de soberanía y dignidad nacional, apertura
a nuevas formas de relación de vida (ya no individualista sino comunitarias), la recuperación del derecho de relación con la Madre Tierra y la sustitución de acumulación ilimitada individual de capital por la recuperación integral del equilibrio y la armonía con la naturaleza”, y establece que como próximos pasos
queda estructurar, desde la cosmovisión indígena, el “Sistema Jurídico Ancestral Comunitario”, o “el Derecho Natural Ancestral Comunitario”.

La presencia y la fuerza del movimiento indígena es indiscutible, sus propuestas políticas están siendo tomadas en cuenta y son motivo de debates en diferentes instancia y también son objeto del ataque
y persecución desde la derecha, llegando incluso al asesinato como ocurrió en Bolivia; o como en el caso de nuestro país, que fueron calificados de separatistas por parte del gobierno de Rafael Correa, como
respuesta a las criticas y a la declaratoria de movilización de la CONAIE.

Estado plurinacional y lucha de clases


Es inobjetable que en el Ecuador convive una nación ecuatoriana, junto con las nacionalidades y pueblos indígenas, y el pueblo negro, cada una de estas entidades cuenta con características específicas que hacen de nuestro país plrurinacional, multiétnico y pluicultural. Tanto la nación como las nacionalidades son entidades heterogéneas, donde se expresan las diferencias de clase impuestas por la sociedad capitalista. Así, en el caso
de la nación ecuatoriana, llamada blanco-mestiza, que es numéricamente mayoritaria, formada en un proceso histórico, con una cultura común, distinta a otras naciones y nacionalidades, en su interior se
expresan las diferencias y contradicciones entre los intereses de una burguesía entreguista, explotadora, y los intereses de los trabajadores y los pueblos que son objeto de la explotación y opresión.

Por ello, aunque son mestizos el señor Nebot,CarlosVera, o Lucio Gutiérrez, y mestizos también son los pequeños comerciantes de Quito o Guayaquil, son distintos los intereses que tienen y defienden
cada uno de ellos, pues mientras los primeros defienden los privilegios de los empresarios y banqueros ligados a las transnacionales, los otros defienden el derecho al trabajo, es decir, no son lo mismo
desde el punto de clase.

Lo mismo sucede en las nacionalidades indígenas, en ellas también existe unas diferencias de clase. Un hecho relevante en este sentido constituye el señor Auki Tituaña, que siendo indígena de la nacionalidad
kichua, la más grande del país, sus posiciones están colocadas al lado de la derecha, varias ocasiones ha coincidido políticamente y ha marchado junto con representantes de la derecha como Nebot y Carlos Vera; entonces, el señor Tituaña no solo que está al otro lado de la mayoría de los indígenas, sino que además lo está del conjunto de trabajadores y pueblos.

En la sociedad capitalista, los intereses de las clases dominantes son los que prevalecen por sobre los de los trabajadores y los pueblos, que son objeto de la explotación y opresión, son quienes imponen su cultura y sus formas de vida, discriminan y excluyen. Estas contradicciones solo pueden tener solución superando el sistema capitalista, revolucionando y superando las estructuras económicas y políticas capitalistas y estableciendo unas nuevas, de solidaridad, justicia, trabajo: el socialismo.

El reconocimiento del Ecuador como un Estado Plurinacional es un importante avance en el reconocimiento
de los derechos de las nacionalidades y pueblos indígenas, que aún tiene un largo camino para que se aplique en la práctica. La actitud del gobierno de Correa, de acusar a los lideres indígenas y sus organizaciones de separatistas, de querer tener varios estados dentro del Estado, es un viejo recurso de la derecha, que lamentablemente la está usando el actual gobierno para negarlas demandas indígenas. Lo que deja prever que cada paso que quiera avanzar el movimiento indígena solo podrá ser con el afianciamiento de su organización social y política, que pretenden dispersarla, y con la movilización y la lucha que quieren detenerla.

Pero el solo hecho de contar con un Estado Plurinacional no hace que desaparezcan las contradicciones propias el sistema capitalista, porque el Estado no es como dicen algunos: “somos todos”. El Estado es una maquinaria, un instrumento del que se sirven las clases dominantes para ejercer y defender sus intereses económicos, políticos y culturales. En el Ecuador, pese a que el discurso del gobierno fue que “el trabajo estaría por encima del capital”, de que serian reconocidos los derechos de las nacionalidades indígenas,
los derechos de los trabajadores, el Estado capitalista sigue vigente, está al servicio de grupos económicos burgueses. Su estructura sigue intacta, los cambios en la institucionalidad burguesa representan -en el texto constitucional- ciertos avances en los derechos democráticos, pero en esencia están orientados a garantizar un nuevo proceso de acumulación capitalista.

Solo un Estado y un gobierno de los trabajadores, los pueblos y nacionalidades, estarán en capacidad de liberarlos definitivamente de la explotación y la opresión, solo en el Estado socialista el sumak kausay, el buen vivir, será para las grandes mayorías.

Hemos sido de fraudados y burlados


Del fin Tenesaca,
Presidente de la Ecuarunari

Hemos sido un referente de las organizaciones indígenas, nuestra lucha llevó a que se plasme en la Constitución Política de la República, la plurinacionalidad. Y tenemos propuestas para alcanzar el sumak kausay o buen vivir.

Hoy, Bolivia es un ejemplo, sus indígenas pasaron de “alumnos a maestros”; sus aportes son de gran valor en el tema de la pluriacionalidad, en la defensa de la Pachamama, des de la cosmovisión ancestral. El gobierno de Evo Morales es un referente en la aplicación del Estado plurinacional; más de 30 pueblos y nacionalidades son sujetos y acto res en la organización política y las instituciones estatales.

En el Ecuador, el sector indígena se siente defraudado y burlado, pues han transcurrido cerca de dos años de la aprobación de la nueva Constitución y el gobierno no da visos de entender el significado de la plurinacionalidad, peor pretender aplicarlo.

Se debe realizar una campaña para alfabetizar al gobierno, para que entienda que la plurinacionalidad es el reconocimiento de la existencia de los pueblos indígenas y su participación en la estructura del Estado.

Evo Mora les respeta a todos, también a la gente rica


Tata Sergio Hinojosa Singuri,
primera autoridad, presidente de la CO NA MAQ. Bolivia

El Estado plurinacional en Bolivia está viendo un avance. Este Estado no es para dividir, no es para excluir, con él queremos incluir, vivir en igualdad. En la actual Constitución los indígenas somos tomados en cuenta, participamos en todos los poderes del Estado, tenemos un gabinete plurinacional, una asamblea plurinacional, ya no somos discriminados como antes.

Nuestro hermano presidente, Evo Morales, ha respetado a los negros, a los pobres, a todos los indígenas que viven ahora en Bolivia, a los guaranís, los chacobos, los mosetenes, los guarayos, los ayoreos, también a los quechuas, aymaras, de igual manera, a la gente empresarial, también respeta a la gente rica, él no es enemigo de los empresarios, si no que quiere que sean socios para llevar adelante a Bolivia.

La verdad, vivir en un Estado plurinacional no es tranquilo, hay que seguir trabajando orgánicamente, política, social económica y culturalmente, por que la verdad hay muchos enemigos que hay que enfrentar.

Defensa del ser humano, su cultura, sin exclusión en igualdad obligatoria

Miguel Palacín Quispe, Coordinador General de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas CAOI, dirigente peruano.

El Estado plurinacional busca la igualdad de condiciones para todos, y bajo este régimen, quien gobierna no es un individuo sino un colectivo; donde la máxima instancia es la asamblea, y quien hace cumplir los acuerdos es el Presidente, pero si éste los vulnera debe ser revocado; en los pueblos crecemos o de crecemos juntos.

“Esto conlleva a la convivencia obligatoria entre los originarios ancestrales, que son los pueblos indígenas y los pueblos actuales, sean éstos chinos, japoneses, los que vinieron con la colonia; sin enfrentamientos o exclusión, debido al color de la
piel, por la eco no mía o el status académico. La igualdad, la convivencia presume la defensa del humano, su cultura e historia, la diversidad, que es lo que realmente se debe conservar, descartando las prácticas de los intelectuales mestizos o indígenas que terminan de estudiar en Harvard y vienen con el pensamiento occidental, con prácticas racistas.