por Guillermo Olivera Díaz; godgod_1@hotmail.com

22-1-2012

La Investigación Preliminar que se abrió contra Omar Karim Chehade Moya en la Fiscalía de la Nación fue suspendida porque en el Congreso de la República estaba en trámite otra. De ambas el destino final habría sido el procesamiento penal del investigado.

Ahora que la Comisión Permanente del Congreso ha archivado su investigación por solo un voto de diferencia, y ha devuelto el expediente del caso a la Fiscalía de la Nación, corresponde a ésta proseguir sus indagaciones, en vista que las dos averiguaciones no son idénticas en hechos, ilícitos y personas incluidas.

En el Congreso se investigó únicamente a Chehade por razones de jerarquía y competencia; a nadie más, en atención a lo que dispone el Artículo 99° de la Constitución Política. En cambio, ante el Ministerio Público se comprendió y aún ahora se los investiga a otros copartícipes, quienes han brindado nuevos elementos de juicio comprometedores, que el Congreso no los evaluó porque no los disponía.

En la sub comisión de acusación constitucional que presidió Víctor Andrés García Belaúnde ni siquiera se citó a tales protagonistas del escándalo; ergo, no fueron oídos. Otros desacataron la convocatoria. Por eso el informe que propuso Marisol Pérez Tello fue diminuto, incluso en su calificación jurídica de patrocinio ilegal, cuyo insólito cargo es el único que ha sido desechado por la Comisión Permanente del Congreso. Si la Fiscalía de la Nación encuentra que son denunciables otros ilícitos penales, como Tráfico de Influencias, alguna modalidad de cohecho o corrupción, falsedad genérica, u otros cargos, ellos no han sido motivo de la resolución congresal. No puede argüirse el principio constitucional non bis in idem (no dos veces por lo mismo).

El solo hecho que en la fiscalía se haya abierto investigación preliminar contra: los 3 generales de policía Salazar, Gamarra y Arteta; el hermano del congresista-ex vicepresidente: Miguel Chehade Moya; el amigo de éste: Miguel Barandiarán Hart, entre otros, quienes cenaron al socaire de la noche y de la inmoralidad en las Brujas de Cachiche el 3-10-2011, y que en el Congreso se haya denunciado constitucionalmente a Omar Karim Chehade Moya, y a nadie más, nos permite advertir a dos investigaciones con diferente amplitud de inicio, diligenciamiento, contenido y objetivo final. Una no es otra.

Cuando varios son los investigados hasta se puede llegar a la convicción de un Concurso Real de Delitos; cuando lo es uno solo, sin coautores, cómplices u otros copartícipes, el caso se restringe a la mínima expresión.

Incluso el trabajo congresal no abarca el amplio abanico de ilícitos que el ministerio público puede concluir. La falta de identidad en todo esto, hace viable, pues, proseguir investigando al blindado Chehade, aunque favorecido raquíticamente por un solo voto. ¡Alguien no votó porque vivía un clímax: le dolía el tobillo!.

¡O es que para el Fiscal de la Nación, José Antonio Peláez Bardales, pesa el compadrazgo político del investigado con el Presidente Ollanta Humala Tasso!.

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