El general Robert Mood, Jefe de la Misión de las Naciones Unidas para la supervisión en Siria (MISNUS) misión creada por la Resolución 2043 del 21 de abril de 2012 por la ONU, ha hecho una serie de declaraciones haciendo hincapié que la paz está retornando poco a poco en Siria y que la consolidación del plan de paz Annan, requiere de un constante esfuerzo de ambas partes, el gobierno y la oposición armada.

En cada una de sus declaraciones, el general Robert Mood ha constatado la colaboración de las fuerzas sirias [gubernamentales] y se abstuvo de hacer cualquier comentario acerca de la cooperación o la falta de cooperación de la oposición armada.

Aquí está el recuento del número de víctimas proporcionadas por el gobierno sirio, cifras que están en curso de ser comprobadas por los MISNUS, para el período comprendido entre el 12 y 25 de abril.

• Miembros de las fuerzas armadas de policía [gubernamentales] muertos: más de 200 (se ignora por el momento la suerte de los soldados capturados)
• Civiles muertos por la oposición armada: 189 personas
• Miembros de las fuerzas armadas de y de policía heridos: 571 personas
• Civiles heridos por la oposición armada: 291 personas
• Ciudadanos secuestrados por las bandas armadas: más de 200 personas
• Saqueo: 144
• Atentados con explosivos: 102
• Bombas desactivadas: 47

Las autoridades no proporcionan estadísticas sobre bajas entre los grupos armados rebeldes [que luchan contra el gobierno]. Cincuenta insurgentes, a veces de nacionalidad siria, y más frecuentemente extranjeros (en especial con doble nacionalidad, iraquí o del Norte de África y Europa), perdieron la vida durante este período, según los medios de comunicación locales.

El fenómeno del secuestro muy violentos y malvados contra un rescate en dinero es algo nuevo en el país. Desde el segundo veto de Rusia y China, las potencias Occidentales han dejado de pagar [por circuitos secretos y anónimos] a los delincuentes y otros criminales que habían sido reclutados para «inflar» el tamaño el «Ejército de Siria libre». No recibiendo más los recursos financieros provenientes del extranjero, pero conservando las armas que les fueron entregadas por estas mismas potencias extranjeras, estos individuos se han reunido en grupos y pandillas armadas para cometer crímenes y otros delitos comunes, los cuales no tienen connotación política, sobre todo operan en los suburbios de las grandes ciudades.

El número de atentados a la bomba debe ser considerados de manera relativa. La mayor parte de las cargas explosivas fueron o son de muy débil potencia.

Hay que tomar en cuenta que en el período actual, como fue el caso durante la Misión de Observación de la Liga Árabe, las víctimas son más numerosas [y se cuentan sobre todo] entre las fuerzas de seguridad y civiles gubernamentales sirias. Esta constatación confirma la versión del gobierno sirio, que el país se enfrenta a una guerra exterior extranjera de baja intensidad; invalidando así la versión de Occidente y de las monarquías del Golfo que afirman lo contrario, es decir, que se reprime la oposición pacífica siria sangrientamente por las fuerzas de seguridad del gobierno sirio.

Las fuentes más confiables de los eventos que ocurren en Siria son el boletín diario de la documentación del Centro de Siria que la Red Voltaire publica desde mediados de febrero en inglés y árabe. Esta ONG cuenta con una red de corresponsales en todo el país y trata de verificar objetivamente la información difundida por el gobierno sirio como la información emitida por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos establecido por la Hermandad Musulmana en Londres.