«Profundamente preocupados por la intensificación de la violencia», que puede llevar el conflicto a cobrar dimensiones regionales, demandan firmemente «el cese de la violencia armada en todas sus formas». ¿Quiénes son estos no violentos? Los miembros del Grupo de Acción sobre Siria, reunidos el 30 de junio en Ginebra, donde emitieron un comunicado final [1].

A la cabeza de los participantes en esa reunión encontramos a Estados Unidos, director de la operación bélica que, después de haber destruido el Estado libio, ahora trata de desmantelar el de Siria. Agentes de la CIA, según escribe el New York Times, están trabajando en secreto desde el sur de Turquía, reclutando y armando a los grupos que combaten al gobierno sirio [2]. Mediante una red clandestina transfronteriza, en la que también participa el Mossad, esos grupos reciben fusiles automáticos, municiones, misiles antitanques y explosivos. Sus miembros demuestran que saben muy bien cómo utilizar ese armamento en un video que puede verse en YouTube: al pasar cerca de una tienda, un camión civil es destruido por la explosión de una potente bomba accionada por control remoto.

También Turquía expresa su «oposición a la militarización del conflicto», que debe ser «resuelto por un diálogo pacífico». Pero la operación se dirige desde un centro de mando situado en Estambul, y las bases militares donde se entrenan los grupos armados antes de infiltrarse en Siria también están en Turquía. Es también Turquía quien, tomando como pretexto el derribo de uno de sus aviones militares que volaba a baja altitud a lo largo de las costa sirias para poner a prueba las defensas antiaéreas [3], concentra ahora sus propias tropas en la frontera común y amenaza con lanzar una intervención «defensiva», que a su vez serviría de trampolín para un ataque a gran escala de la OTAN basado en el artículo 5, desempolvado para la ocasión mientras que para el ataque contra Libia se utilizó una especie de artículo 5 al revés.

Los demás miembros del Grupo también se declaran «comprometidos con la defensa de la soberanía, la independencia, la unidad nacional y la integridad territorial de Siria». Son Francia, Gran Bretaña, Arabia Saudita y Qatar, precisamente los patrocinadores en Siria de la misma operación que ya se realizó en Libia, entrenando y armando al «Ejército Sirio Libre» y a otros grupos (alrededor de cien), reclutados en diferentes países y cuyos miembros están a sueldo de Arabia Saudita. Utilizan también militantes y grupos armados islamistas completos, anteriormente catalogados como peligrosos terroristas; infiltran en Siria fuerzas especiales, como las de Qatar ya enviadas a Libia el año pasado, camufladas como grupos de opositores internos. Y los miembros del Grupo de Acción que piden «libertad de movimiento en todo el país para los periodistas» son los mismos que, falsificando también las imágenes, aplican una campaña de bombardeo mediático a escala mundial para atribuir al gobierno sirio la responsabilidad de todas las masacres. Son los mismos que organizaron el atentado terrorista en el que fueron muertos 3 periodistas sirios [4], cuando uno de sus grupos armados atacó en Damasco el canal de televisión al-Ikhbariya, con fuego de misiles y volando después las instalaciones.

También se trata de hacer saltar en pedazos la garantía que han ofrecido Rusia y China, igualmente miembros del Grupo de Acción, de que nadie proveniente del exterior podrá tomar decisiones en lugar del pueblo sirio. Las potencias occidentales, por su parte, ya han decidido, poniendo en marcha su máquina de guerra, anexar nuevamente Siria a su imperio.

Fuente
Il Manifesto (Italia)

Traducido al español por la Red Voltaire a partir de la traducción al francés de Marie-Ange Patrizio

[1«Communiqué final du Groupe d’action pour la Syrie», Réseau Voltaire, 30 de junio de 21012.

[2C.I.A. Said to Aid in Steering Arms to Syrian Opposition”, por Eric Schmitt, New York Times, 21 de junio de 2012.

[4«Guerre médiatique contre la Syrie : l’ASL assassine 3 journalistes», Réseau Voltaire, 29 de junio de 2012.