El grupo que gobernó durante 25 años el Colegio de Contadores Público de Lima (CCPL), nunca defendió la profesión contable, razón por la cual los gobiernos de turno nunca respetaron al contador. Así tenemos, entre otros:

Cuando se creó el RUS, la propaganda del gobierno de Fujimori, 1995, decía que todos los que se acogían al RUS ya no necesitarían contadores. Los directivos del Colegio nunca se pronunciaron y muchos de nuestros colegas perdieron su trabajo, porque como sabemos hay colegas que son contadores de micro y pequeños negocios.

En el fujimorato, también se eliminó la obligatoriedad de auditar a las empresas medianas. Estableciendo sólo la obligación de auditar a las que cotizan en Bolsa. Los directivos del Colegio, tampoco se pronunciaron defendiendo a la profesión.

Durante la era del nipón, también se cambió la Resolución de Contraloría en la cual se establecía que el jefe de la oficina de Auditoría Interna tenía que ser contador público colegiado. En la nueva Resolución de Contraloría, vigente hasta la fecha, se estableció que cualquier profesional puede asumir la jefatura de la oficina de Auditoría Interna, razón por la cual hay como jefe de la Oficina de Auditoría, sin desmerecer, a enfermeros, matemáticos, economistas, etc.; con los resultados ya conocidos: corrupción generalizada en nuestro país. Lo más lamentable es que quien firmó la Resolución fue el inefable Víctor Caso Lay, que respondía a los intereses de la dictadura de Fujimori. Tampoco se pronunciaron.

La Contaduría de la Nación que se creó como institución autónoma en 1989 fue rebajada de nivel, pues actualmente se denomina Dirección General de Contabilidad Pública (2003) dependiente del Ministerio de Economía y Finanzas. Tampoco se pronunciaron defendiendo a la profesión contable. Además, nunca se pronunciaron sobre temas relacionados con la profesión contable como son la corrupción, la evasión tributaria, etc., y tampoco efectuaron aportes.

Por último nunca asumieron la defensa del contador que muchas veces era despedido de su centro de trabajo, no le pagaban sus honorarios profesionales o eran vejados.

Todo esto contribuyó al desaliento de los contadores, el mismo que se agravó con los sucesivos fraudes electorales que hicieron para mantener el control del Colegio. Recordemos los fraudes electorales que les hicieron a los colegas CPC Pascual Chávez Ackerman y CPC Edgard Garay Cayalli, quienes a pesar que habían ganado salían perdiendo.

El punto de quiebre fue cuando le ganamos en 1era y 2da. vuelta en las elecciones para el período 2007-2009 a la lista de Elsa Ugarte, quien reconoció nuestro triunfo, pero después lo desconoció y se prestó a la maniobra del Decano, CPC Pedro Ramírez Rosell. Este Decano desconoció nuestro triunfo y cerró el Colegio hasta el mes de diciembre del 2007, convocando pseudo elecciones, sin tener mandato legal, pues su gestión había concluido, de acuerdo a los Estatutos, el 30-9-2007.

En esas pseudo elecciones participaron dos (2) de los candidatos que habían perdido ante nuestra lista: Elsa Ugarte y César Ames Enríquez.
Durante nuestra gestión asumimos la defensa del contador y de la profesión contable, incluida nuestra campaña para que el nuevo contralor sea un Contador Público Colegiado, las cuales se pueden apreciar con nuestros pronunciamientos. En cambio la usurpadora nunca dijo nada.

La pseudo Decana, Elsa Ugarte, que nunca ha ejercido como contadora y que tiene más de cuatro (4) años usurpando el cargo de Decano, anti estatutariamente, pues el período es por dos (2) años, no sólo ha pretendido dividir al CCPL, sino también a la JUNTA DE DECANOS DE COLEGIOS DE CONTADORES DEL PERÚ, razón por la cual la separaron como miembro integrante de la junta de Decanos y le están exigiendo que rinda cuentas. En el caso del CCPL, también tiene que rendir cuentas por el mal uso de los fondos de nuestra Institución.

En conclusión el origen de la crisis institucional del Colegio de Contadores Públicos de Lima se generó con la intromisión del grupo que controló el CCPL durante 25 años, pues nunca asumió la defensa de la profesión contable ni la defensa de los agremiados. Tampoco se pronunciaban y mucho menos eran convocados por las instituciones públicas o privadas para que opinen. Además, ni siquiera brindaban servicios de calidad y gratuitos a los contadores a cambio de su cotización mensual, y más bien les cobraban por todo, incluidos diplomados y especializaciones a precios inalcanzables.

Esta mafia argumenta que la crisis institucional se generó en el año 2007 cuando una lista diferente a la suya ganó las elecciones del período 2007-2009 lo cual, como sabemos, es falso, pues quienes agudizaron la crisis fueron ellos, al no reconocer que habían perdido.

El tiempo nos está dando razón, a pesar que el daño económico y material al CCPL es irreparable, pues el 42° Juzgado Civil de Lima emitió sentencia declarando la nulidad de las elecciones convocadas, fuera de los plazos establecidos por el Estatuto del CCPL, por el inefable Pedro Ramírez Rossel; y el Juzgado Mixto de Huaycán que también declaró nulas las elecciones del 15-12-2007 y declaró que el Decano del CCPL es el CPC Lázaro Perinango Gonzales y precisa que la usurpadora deje de utilizar el cargo de Decano, pues nunca fue electa para dicho cargo.

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