Hemos recibido muchos mensajes de nuestros lectores sobre la polémica desatada alrededor de ‎los incendios en la región amazónica. Aunque esos mensajes no ponen en duda nuestras ‎informaciones, sus autores se suman al debate con gran pasión. ‎

Felizmente, nuevos actores han aportado más información durante los últimos días. Ahora ‎se sabe no sólo que los incendios habían disminuido en la región ‎amazónica durante los 10 últimos años –con un crecimiento comprobado este año– sino que además los incendios en ‎la Amazonia son de envergadura mucho menor que en Angola y en el Congo. ‎

Es importante recordar aquí que:
 lo que pensemos sobre la ideología o la descortesía del presidente brasileño Bolsonaro no tiene ‎nada que ver con el hecho de que pueda o no tener razón;
 los gobiernos de derecha o de izquierda de los países amazónicos han aplicado la misma política ‎de transformación de partes de la selva en tierras cultivables, y por las mismas razones, lo cual ‎demuestra que esa política no está vinculada a los intereses de las transnacionales;
 la selva amazónica no tiene nada que ver con la cantidad de CO₂ en la atmósfera, de hecho la selva ‎amazónica respira, inhalando y expirando ese gas, y sólo retiene una cantidad ínfima deCO₂, ‎a través de la fotosíntesis, es por eso que sólo los incendios aumentan la producción de carbono;
 muchas fuentes no hacen ningún tipo de distinción entre los datos estadísticos de la zona ‎administrativa brasileña denominada «Amazonia», los de la jungla amazónica que se halla bajo ‎la autoridad de los 8 países de la OTCA (Organización del Tratado de Cooperación Amazónica) y ‎los datos de la selva amazónica en los 9 países que la comparten, dando así lugar a la difusión de ‎información que no corresponde a la realidad. ‎