Queridos amigos,
Hoy es un día especial, capital y, sin exageración, histórico, es un día de verdad y de justicia.
No puedo menos que recordar aquí la época de la formación de la Unión Soviética, cuando Rusia creaba la Ucrania moderna. Fue Rusia la creadora de la Ucrania moderna, confiriéndole vastas extensiones de tierras, de tierras históricas de Rusia, así como el pueblo, al que nadie preguntaba dónde ni cómo quería vivir, cómo veía el porvenir de sus hijos y en qué país. Lo mismo sucedió con el desmembramiento de la Unión Soviética. Las élites decidieron todo entre ellas y nadie preguntó nada a los millones de ciudadanos comunes.
Sólo ahora, sólo la Rusia moderna ha dado a los pobladores de la República Popular de Lugansk, de la República Popular de Donetsk, de Zaporiyia y de Jerson el derecho a escoger. La gente participó en el referéndum y optó por estar con su Patria histórica, con Rusia.
Sólo un episodio de lo que sucedió hace 2, 3 o 4 días. El referéndum se desarrollaba en Lugansk y la gente hacía cola en la calle en espera de entrar a votar. Comenzó el bombardeo de la artillería. Cayó un obús cerca pero nadie abandonó la cola ante el centro de votación. ¡Sorprendente!
Por décadas trataron de acabar con la conciencia histórica de esas personas, trataron de destruir sus tradiciones, de prohibirles que hablaran su lengua materna y de prohibir su cultura. Pero no lo lograron. Esa gente lleva en su corazón el amor por su Patria histórica y lo han transmitido a sus hijos. Por eso decimos que Rusia no sólo abre las puertas de su Patria a nuestros hermanos y hermanas, también les abre su corazón. ¡Bienvenidos a casa!
Pero bien sabemos a quién debemos el triunfo de hoy. Lo debemos a nuestros heroicos soldados y oficiales, a la milicia y a los voluntarios del Donbass. Ustedes y yo estamos aquí hoy, en esta Plaza Roja, pero ellos no están aquí, en el desfile. Están en el fuego de la acción, están defendiendo heroicamente la opción que el pueblo hizo hace unos días. Sé muy bien de lo que hablo. “Heroicamente” es la palabra correcta.
Por eso, en señal de apoyo y de gratitud, y en reconocimiento a su servicio, a su heroísmo y su abnegación, propongo que enviemos desde aquí, desde la Plaza Roja, una muestra de nuestro apoyo, de nuestro respeto y de nuestra admiración por su sacrificio y su heroísmo.
Propongo que lo hagamos tan fuerte que nuestra voz llegue hasta ellos, desde esta Plaza Roja, atravesando miles de kilómetros. Propongo que les enviemos un triple “¡Hurra!”
Aspiren ustedes profundamente y, a mi voz, contemos hasta tres. ¡Uno, dos, tres! ¡Vamos!
¡Hurra! ¡Hurra! ¡Hurra!
Queridos amigos,
Haremos todo lo necesario para respaldar a nuestros hermanos y hermanas en Zaporiyia, en Jerson, en Donetsk y en Lugansk. Haremos todo lo posible por garantizar la seguridad de esos territorios para esas personas. Haremos todo lo necesario para reactivar la economía, para reconstruir las infraestructuras, para construir nuevas escuelas, nuevos establecimientos de enseñanza, hospitales y clínicas externas.
Somos más fuertes ahora porque estamos juntos. La verdad está de nuestra parte y la verdad significa la fuerza, lo cual significa la victoria. ¡La victoria será nuestra!
Gracias. Buena suerte.
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