En relación con la carta de la Representante Permanente de los Estados Unidos de América de fecha 11 de septiembre de 2023 (S/2023/661) y su anexo, que contiene otra acusación infundada sobre “contravenciones” del párrafo 4 del anexo B de la resolución 2231 (2015) del Consejo de Seguridad, quisiera reiterar la posición de principios de la Federación de Rusia a este respecto.

Dado que esas afirmaciones sobre los denominados “drones iraníes en Ucrania” han sido propagadas por Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania durante bastante tiempo, me gustaría destacar que la Federación de Rusia ya ha demostrado su falta de pertinencia en numerosas ocasiones, más recientemente en mis cartas de 23 de mayo de 2023 (S/2023/373), 14 de junio de 2023 (S/2023/440) y 25 de agosto de 2023 (S/2023/628). La mencionada carta de Estados Unidos sigue la pauta de las acusaciones infundadas difundidas anteriormente en el Consejo de Seguridad. Las acusaciones contra la República Islámica del Irán no están respaldadas por ninguna prueba material de violaciones de los procedimientos establecidos por la resolución 2231 (2015) y su anexo B.

Ante la falta de argumentos creíbles, resulta evidente el carácter manipulador del material adjunto a la carta, elaborado por la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos, que incluye elementos incoherentes y suposiciones artificiales. Las fotos de algunos restos y maquinaria no constituyen ningún indicio evidente de conexión con la República Islámica del Irán. No es posible verificar el carácter genuino de las denominadas “pruebas” aportadas por Estados Unidos, ni probar que fueran recogidas en Ucrania.

Entre esas “pruebas” incoherentes hay fotos irrelevantes de funcionarios estadounidenses expresando sus opiniones sobre la cuestión de la supuesta transferencia de vehículos aéreos no tripulados, así como fotos de objetos apenas identificables acompañadas de comentarios sobre el modo en que se deberían interpretar (por ejemplo, sobre el “examen” de vehículos aéreos no tripulados iraníes por parte de una delegación rusa). Las referencias a cierta “información desclasificada recientemente” y a “organizaciones independientes dignas de crédito”, así como el uso de construcciones afirmativas, como “este análisis confirma”, “demostrar con claridad”, etc., son métodos bien conocidos que utilizan ampliamente los funcionarios de Estados Unidos para manipular la opinión pública o formular acusaciones del tipo “es muy probable”. Como suele ocurrir, los resultados de la “comparación visual” realizada por la Agencia de Inteligencia de Defensa de Estados Unidos van acompañados de consideraciones, como “prácticamente idénticos”, “similares” y, más aún, “hasta la fecha, los hutis no han usado ese sistema en sus ataques, pero lo han exhibido en público”, etc. Ese lenguaje es un intento evidente de los autores de desviar la responsabilidad por la falta de pruebas creíbles y de basar sus acusaciones en la explotación de algunos sentimientos antiiraníes y antirrusos en lugar de en hechos concretos.

Además de no resistir ningún escrutinio, la naturaleza falsa de algunas “pruebas” presentadas por Estados Unidos ni siquiera se disimula. Por citar alguna, una de las fotos muestra al Presidente de Ucrania de pie junto a los restos de un vehículo aéreo no tripulado que tiene prácticamente la misma altura, mientras que la longitud de un dron de origen presuntamente iraní se supone que es de unos 2,6 m. Además, es bastante evidente que una inscripción en ruso en uno de los supuestos vehículos aéreos no tripulados fue escrita por una persona que no habla ruso. También observamos intentos de violar la relación de causa y efecto al tratar de presentar las palabras de Reza Talaei-Nik, Viceministro de Defensa de la República Islámica del Irán, como una “admisión pública” de supuestas transferencias de vehículos aéreos no tripulados a la Federación de Rusia.

En el contexto de un nuevo intento de Estados Unidos de dar instrucciones a la Secretaría de las Naciones Unidas y de afirmar infundadamente que “tiene la responsabilidad de cumplir el mandato de examinar las pruebas de la transferencia iraní de drones a Rusia, pues esta contraviene el párrafo 4 del anexo B de la resolución 2231 (2015) del Consejo de Seguridad”, quisiera recordar que la Federación de Rusia ha llamado la atención en numerosas ocasiones sobre las tareas de la Secretaría en relación con la resolución 2231 (2015) que se enumeran de forma exhaustiva en la nota de la Presidencia del Consejo de Seguridad titulada “Tareas del Consejo de Seguridad en virtud de su resolución 2231 (2015)”, de fecha 16 de enero de 2016 (S/2016/44). Rechazamos los intentos de Estados Unidos de presentar sus suposiciones como hechos indiscutibles, violando así no solo el mandato de la Secretaría, sino también la Carta de las Naciones Unidas, en particular el Artículo 100.

Ante la persistencia de tales intentos, instamos una vez más a la Secretaría de las Naciones Unidas a que adopte un enfoque responsable y vigilante, no cediendo a la presión de quienes intentan legitimar afirmaciones infundadas y con una motivación política, y a que cumpla estrictamente su mandato respecto de la resolución 2231 (2015), así como la Carta de las Naciones Unidas. Quisiéramos reiterar que la Federación de Rusia entendería que cualquier actuación por parte de la Secretaría que no esté recogida en su mandato sería una provocación deliberada para socavar el cumplimiento de la resolución 2231 (2015) y el proceso multilateral de restablecimiento del Plan de Acción Integral Conjunto.

Les agradecería que tuvieran a bien hacer distribuir la presente carta como documento del Consejo de Seguridad.