La valiente población tambograndina en junio-julio del 2002 votó en un extraordinario porcentaje de 98% contra Minera Manhattan. Dijo Sí a la agricultura y No a la expoliación aurífera. Con esa gesta ciudadana se sepultó definitivamente los arrestos contaminadores de esta empresa vinculada a Cedemin (Grupo Buenaventura-Yanacocha) y triunfó la voluntad popular que se rió de la vergonzosa traición de la ONPE dirigida por Tuesta Soldevilla. La consciencia medio ambiental ganó y de manera categórica como ejemplar.

Las presiones de los lobbies vendepatria no ha cesado desde entonces en sus trabajos de zapa al interior del gobierno, de las autoridades en Energía y Minas y en este país basta que algunos ricachos "decidan" ganar más dinero como para que se exterminen pueblos y sociedades. Así de fácil. En Cajamarca, Yanacocha, la mina que ganaba juicios gracias a Montesinos, derramó mercurio en el distrito de Choropampa y hasta hoy hay secuelas de esa criminal acción. Y en Tambogrande, a pesar del criterio cívico abrumadoramente en contra de Minera Manhattan, los roedores quieren reírse de la voluntad ciudadana.

Minera Manhattan -igual que Yanacocha- tiene rábulas muy bien financiados. Por ejemplo quien dirige la avanzada de "imagen" de esta empresa es nada menos que Hugo Otero Lanzarotti quien "vende" sus servicios de engañifas muy bien montadas por varios miles de dólares. Este individuo dice profesar una doctrina política antimperialista y de íntima trabazón con los intereses populares, pero a la hora de cobrar, lo hace con fanatismo envilecido y favorecedor de multinacionales. ¿Qué espera Alan García para echar de su lado a este mercenario? Los Oteros, los Rey de Castro (en Yanacocha), forman parte de esa raza venal de mercaderes despreciables.

No contentos con haber comprobado la unanimidad civil contra la contaminación minera, Manhattan fleta el accionar de individuos como Martín Silupú, financiado, comprado y digitado al 100% para que "lidere" a grupos que abogan por "Minería sí, agricultura sí". ¡Qué desfachatez tan abominable!

Toca hoy a Pancho Ojeda, alcalde de Tambogrande y presidente del Frente de Defensa, un capítulo más de esta historia que ya tiene pronóstico anunciado: NO a Manhattan y a la minería contaminadora. Y múltiples organizaciones se alistan para llegar a Tambogrande a fin de mes para demostrar su respaldo inequívoco a la defensa del medio ambiente. Los Oteros, los Silupús, los Rey de Castro, son ejemplos deleznables de cómo se compran las consciencias. Tambogrande es el paradigma de los hombres libres y revolucionarios.

En aquella época y desde Dignidad pudimos poner un titular a toda página que decía: El Perú se llama Tambogrande. Y hoy decimos lo mismo y con mucho orgullo.

Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz.