Como en los bailes de carnavales al fin de la fiesta, los Comisionados de origen cubano del Condado Miami-Dade se han quitando la careta al votar en el día de ayer oponiéndose a que se invitase a una prestigiosa organización cívica de la ciudad de New York a que viniese a esta ciudad del sur de La Florida a supervisar el próximo proceso eleccionario que se avecina.

Miami de nuevo está en la mirilla. Pero los tramposos no quieren que los vigilen para hacer sus trampas impunemente. Y hasta tiene el descaro de argumentar diciendo que es una ofensa para Miami que la comparen con las republiquitas bananeras de América Central. ¡Cuánto descaro!

La organización en cuestión- el "Centro para la Democracia" de New York, al fin, ha sido invitada a supervisar las elecciones de Miami después de una votación de seis Comisionados a favor - todos anglos negros y blancos - contra cinco votos de los Comisionados cubanos que estaban presentes en la sesión convocada al efecto. El Comisionado Jimmy Morales, mitad cubano y mitad puertorriqueño votó en favor de la resolución, salvando en parte la cara por todos los hispanos de nuestra comunidad.

El "Centro para la Democracia" ha monitoreado elecciones en muchos países del mundo y su prestigio es incuestionable. De ellos dan fe naciones como Costa Rica, Bahamas, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Filipinas, Polonia y hasta la misma Rusia. Ahora es Miami, una ciudad de Estados Unidos la que se agrega a la lista de los lugares donde se sospecha que no hay limpieza cristalina en sus elecciones. Es la primera vez que esto ocurre en la historia de los Estados Unidos. ¿ Y a quienes se le echa la culpa para vergüenza de todos? Por supuesto a los cubanos. Porque fueron los Comisionados de origen cubano y no los otros los que en ocasión anterior- y en un acto a todas luces previamente concertado, lo que es una violación de la ley- se retiraron de la sesión municipal donde se iba a discutir el tema de la supervisión de las elecciones.
La lección sobre lo que es la democracia y como funciona, la ofreció ante los Comisionados la ex Fiscal de los Estados Unidos Janet Reno que en calidad de ciudadana privada pidió la palabra para decir que "Nada mejor que el pueblo vea lo que se está haciendo. Eso es lo que es y de lo que trata la democracia".
Las palabras de Janet Reno, por supuesto, no cayeron bien en los odios de los tramposos que pretenden hacer de nuevo de las suyas, como han hecho en otras elecciones donde los trucos y las trampas, como con los "votos ausentes", mas el dinero corruptor, han sido los factores que han determinado los resultados electorales.
Los argumentos en contra de la supervisión de las elecciones no pudieron ser mas ridículos. Que si eso compara a Miami con las Repúblicas del Tercer Mundo. Que si la presencia de los supervisores le cuesta 90 mil dólares a los contribuyentes de la ciudad.

¡Cuánto descaro!"

Y en el medio del carnaval, aparece en el baile el Alcalde Alex Penelas que dice que no sabe si ejercerá el veto como Presidente de la Comisión o aceptará la decisión de la mayoría que acordó invitar a Miami a los supervisores electorales. ¿ Que hará el señor alcalde? ¿Se peina o se hace papelillos?
De todos modos la fiesta está andando. El carnaval electoral de Miami está en la mirilla del mundo para vergüenza de todos por culpa de unos cuantos políticos bandidos de origen cubano.

Pero no todo está perdido cuando quedan muchos cubanos con vergüenza. Hemos ganado algo. Al menos los tramposos se han quitado la careta.