El consejo de los mecánicos con experiencia a los novatos en la profesión es también aplicable en política intencional. Tan malo es dejar las tuercas flojas como apretarlas demasiado y pasarse de rosca.

El gobierno de los Estados Unidos que preside el ex gobernador del Estado de Texas George W. Bush está actuando como un Cow -Boy, a partir de los hechos del once de septiembre como si la tan condenable y delirante agresión terrorista fuera una patente de corso. Bajo un bajo un manto de impunidad se dictan órdenes al resto del mundo imponiendo su absoluta voluntad. Voluntad que va mas allá del interés común de la lucha contra el terrorismo.

La pregunta que se hacen las otras naciones - inclusive aliados de Estados Unidos - ante la pretensión norteamericana de manejar el mundo "en solitario", ¿tiene la actual administración del Presidente Bush la sabiduría y la capacidad intelectual como para dictar a los demás su exclusiva voluntad sólo porque cuenta con la maquinaria militar más impresionante que haya existido jamás sobre la tierra? La fuerza puede vencer pero no convence.

La respuesta, si todos dijeran la verdad, es que no. No y mil veces no. Y ahí es donde está el peligro. En que por temor o favor, se haga silencio y no se le diga al poderoso, cada vez más arrogante, como le dijera José Martí a Máximo Gómez: "General un pueblo, no se gobierna como se manda un campamento". Y lo mas grave, en el caso del Presidente Bush es que ni siquiera es General de una sola Estrella.

El mundo de hoy es complejo y tiene tantas figuras y formas como las que se ven en un calidoscopio. En los tiempos de la "Guerra fría", cuando vivíamos en un mundo bipolar, con Estados Unidos de una parte con sus aliados de Occidente y la Unión Soviética de la otra, con el llamado "Campo Socialista", a pesar de la amenaza de confrontación nuclear, todo era más fácil y el mundo era mas seguro. Solo bastaba que ninguno de los dos bandos se pasara de rosca.

Pero hoy, todo depende de que el poder que salió triunfante en la contienda, ante la absurda desintegración del otro, nos referimos a los Estados Unidos, tenga la sabiduría de no pasarse de rosca, porque la inteligencia y no la arrogancia del poder supremo es la señala que no es posible enfrentar a un enemigo invisible y escurridizo como el terrorismo, si no se cuenta con el apoyo del resto de los pueblos del planeta.

Por eso vemos lo que vemos y estamos como estamos. Un mundo en crisis. Donde los mas que son los pobres, son más pobres cada día y donde los ricos que son los menos, son más ricos cada vez. Y ese poder imperial, no ve, anda ciego, no se da cuenta del mundo que le rodea. Y lo mas grave, que no tiene quien a sui lado quien le diga: ¡Cuidado Majestad, Rey del Mundo, que su señoría se está pasando de rosca!