Desde Ramallah, ciudad en Palestina - ¿Es esto su democracia? ¿Cuándo toda esta barbarie va a terminar? ¿Dónde está la justicia? ¿Dónde están los Derechos Humanos?

Todo sucede como si la dignidad del otro, el respeto del otro, el derecho a ser juzgado por Jueces en un Tribunal, no existiera más en este mundo. El peor de los periodistas, parece ser el más indicado, para aportar las pruebas de acusación, culpar al condenado, juzgarlo antes que nadie y con ligereza y con una falta de honradez desconcertante. Las imágenes de la captura de Sadam Hussein, difundidas en cadena y hasta las nauseas, han desatado en mí un sentimiento de profunda repulsión.

Esta manera de reducir un hombre, sea él culpable, al nivel de un animal, me ha parecido repulsiva.

Y fue en esos momentos, que me metí dentro de la muchedumbre en Palestina. La calle es muy cordial y generosa en estos lugares. Los Palestinos son gente muy acogedora. El extranjero es rey.

Ellos sabían, pero no me decían nada. El arresto de Sadam Hussein era algo que debía que acontecer para ellos. Pero no de esta manera. No con esta voluntad de envilecer al capturado.

El rostro de este hombre hecho leña les a inspirado compasión. Ellos no podían participar a esta alegría histérica que los medios de comunicación occidentales les ofrecían. Esa alegría les daba náuseas.

Para ellos, esta cacería al animal, es eso que los Israelitas les hacen sufrir en permanencia. Es además incluso toda su vida esta persecución. Los Palestinos se han visto o han sentido como si ellos mismos se estuvieran viendo en un espejo, en esa cara del condenando Sadam, en ese rostro que los conquistadores estadounidenses han querido mostrar al mundo con la boca abierta, como alguien que muestra un burro para controlar su dentición. ¿Por qué envilecer así a un hombre ?

Es de esta manera que la ocupación militar israelí los acosa, día tras día y eso a pesar que el mundo este en contra. Miles de palestinos prisioneros son, igualmente, reducidos al rango de animales.

Los dirigentes estadounidenses acusan a Sadam Husein de haber matado inocentes. Pero si ellos hacen la misma cosa cada día. Así como lo hacen los soldados israelitas. ¿Por qué entonces los ejércitos de los EE :UU. pueden continuar matando civiles inocentes, en Afganistán, en Irak, sin ser castigados ? ¿Cómo sus dirigentes pueden pretender dar lecciones de democracia y de buen vivir a los Árabes, cuando su política guerrera conduce al Mundo derecho a la catástrofe ?

Estos hombres se burlan de la justicia y por otro lado dicen cínicamente querer defender.
Víctimas del belicismo de Israel y de los EE.UU. los Palestinos llevan la misma herida que los Iraquíes. Una hermandad unida bajo el signo del sufrimiento los une. Por estas muy simples razones humanas, ellos no han podido deleitarse ni alegrarse cuando se enteraron de la captura de Sadam. Igual que a los Iraquíes, ellos sufren de vivir bajo la violencia y la ocupación militar.

Las fuerzas de ocupación no están allí para traerles el bienestar o la justicia. Están ahí para arrancarles sus riquezas y sus recursos. Es de este robo que los medios de comunicación deberían hablarnos. Pero en vez de hablarnos de la verdadera naturaleza del conflicto, « estos grandes medios de comunicación » diabolizan a las víctimas. Hablar de los crímenes de Sadam permite de hacer callar los crímenes y la rapacidad de Bush y Sharon.

Israel y los Estados Unidos son abusivos y atacan a los más débiles que ellos, haciendo creer que estos últimos son una amenaza, y además, pretendiendo o haciendo creer que defienden la justicia y la democracia. Hay que denunciar fuerte y claro su cinismo y sus mentiras.