Dijo el presidente Toledo que todos los que usaban la función pública para delinquir merecían ser castigados severamente. ¿Estamos frente a un nuevo accidente verbal o hay algún contenido serio en las expresiones? Si así fuera, entonces los corruptos tienen que irse a la cárcel y ¡ya mismo!
Como quiera que hay múltiples casos de robos, coimas, enriquecimiento indebido, tráfico de influencias y otras faltas que involucran desde un vicepresidente de la república, pasando por parlamentarios y otras autoridades, conviene preguntar ¿cómo van a actuar? porque hasta hoy casi todo ha sido finta y apariencia, acrobacia y mentira.
Perú Posible sufre de un desgaste intenso y prematuro porque aún no cuaja como partido político. A lo más fue un conjunto de voluntades variopintas para empujar la candidatura del hoy jefe de Estado. Causa extrañeza por tanto que reclamen para sí los puestos importantes y no comprendan que el gobierno de un país requiere de los más capaces y preparados sin distinción de banderías o credos.
La ciudadanía tiene el derecho de exigir soluciones drásticas de acuerdo a ley y no fachadas propagandísticas de que se quiere hacer algo pero nunca pasa nada y los sinverguenzas continúan felices y disfrutando de los dineros mal venidos e ilegales.
Un ejemplo clamoroso: ¡el Perú se ha apartado del convenio de cielos abiertos que ante sí y por sí y con la conchudez más grande del mundo, firmó Raúl Diez Canseco como si fuera el canciller! ¿Por causa de qué este sujeto sigue intocable si precisamente acaban de enmendarle la plana en un asunto tan delicado y que constituía casi traición a la patria?
El país tampoco quiere y menos necesita procesos judiciales ampulosos, espectaculares, largos, y por eso mismo inútiles, para sancionar a los corruptos. Pocos han reparado que Montesinos triunfa tras las barras cuando los jueces imponen a Demetrio Chávez, Vaticano, una pena de 18 años por haber “colaborado” con el terrorismo, cuando todos saben que no fue así porque él denunció la extorsión de que era objeto por parte del Doc. ¿Hay que sepultar a Vaticano? ¿Qué ha cambiado en Palacio de Justicia? ¡Parece que muy poco o nada!
¿Qué se va a hacer con un inmoral comprobado como Jesús Alvarado, campeón del nepotismo que tuvo que salir luego del escándalo del que fue protagonista y sólo porque casi lo han echado a patadas? ¿Se le revocará el mandato parlamentario? ¡Su falta fue grave y no hay atenuantes!
¿Es común que todos los días los dirigentes de Perú Posible se acusen entre sí de mil y un fechorías? ¿Quiénes tienen la razón? ¿No será que unos y otros están diciendo la verdad monda y lironda? ¡Esto no hace bien al país y lo mejor es cortarlo expectorando a todos los involucrados y que paguen sus culpas!
Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz.
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