Resulta muy interesante ver cómo explosionan los apetitos cuando las crisis arrecian. Bastó que varias voces subrayaran la conveniencia que Olivera dejara la embajada en Madrid y que Alvarado se alejase del ministerio, como para que se empezaran a barajar los reemplazos. Hay un dinosaurio, pseudoanalista político, que ya propuso a José Ugaz a Justicia, y éste fue el procurador de Fujimori y es el dueño de Proética, la ONG que gracias al amiguismo con Rospigliosi, hoy supervisa, también, lo referido a combustibles.

Almeyda es un delincuente, casi no caben dudas. Sin embargo esto no lo podían dejar de saber quienes le tenían como operador de un sinnúmero de actividades, por desgracia, todas en el sector oficial de la administración Toledo. Que este individuo ahora no se acuerde o que esté guardándose argumentos explosivos para cuando el agua le suba al cuello, es otra cosa. Jugar al suicidio es una de las virtudes de los aventureros: a veces ganan, otras pierden la libertad. Y hasta la vida.

Los chacales negros de la mafia ramplona y delincuencial se diferencian poco de los chacales blancos, aquellos que roban, extorsionan, chantajean con saco y corbata. Unos y otros disfrutan el goce de dineros ilícitos, bien sea que por monras o por concesiones amañadas, bajo la mesa, en forma de contratos con nombre propio o estudios de reforma. Tengo en mis manos el convenio muy bien pagado que hizo la ONG particular de Diego García Sayán, la CAJ, con el Poder Judicial de Montesinos con Dellepiani y compañía. ¡Así luchaba Niño Diego contra la dictadura!

Lo extremadamente peligroso es que al medio hay un descontento y desmoralización popular que recibe el bombardeo mediático de unos y otros. Todos se acusan entre sí y se dicen la vela verde. ¿Quién tiene la verdad? ¿No será que ambos tienen razón y la única diferencia, estriba en qué lugar ocupa cada quien en nuestro ordenamiento formal?

Ahora Raúl Diez Canseco dice que va a defender su honra y entre sus abogados está uno de los socios de Alberto Andrade incurso también en más de 80 juicios penales por su accidentado como crematístico paso por la Municipalidad de Lima. ¿Esos son los defensores honestos y honorables? ¿Acaso no hay en el Perú un infeliz que fue “Defensor del Pueblo” y ahora es un asalariado de Telefónica del Perú?

Aquí hay una lucha entre chacales blancos y chacales negros. Todos pelean por el botín, sólo que unos son incultos y provienen de las capas inferiores de la sociedad. En cambio, los otros salen de los estratos educados, con maestrías y con múltiples títulos que de nada sirven porque a la hora de robar con pretextos mil, son más hambrientos que las pirañas.

El Perú parece pila de agua bendita y las cofradías se lo arrebatan en nombre de supuestos principios y luchas anticorrupción y moralizaciones que sólo edulcoran y maquillan porque la estafa sigue y persiste en su cáncer imparable, haciendo más pobre a este pobre país.

Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz.