¿En qué parte de la Constitución se autoriza al presidente de la República a derogar leyes? Hasta donde se sabe el CNI fue creado por una ley y sólo otra, emitida por el Congreso puede modificarla. ¿Dónde está la medida legislativa emitida por el Parlamento?
Si las bancadas partidarias en el establo congresal tienen a bien invitar al primer ministro Ferrero para que “explique” lo inexplicable, hay derecho a preguntar si el Congreso ya renunció de jure y de facto a su potestad de crear y derogar leyes. No hay otro modo de entender que, de una manera tan desvergonzada, declinen la única responsabilidad que se les ha encargado.
Ferrero cumple su labor de portavoz del gobierno pero asombra que no repare en que se estaría propiciando una flagrante actitud inconstitucional como la acontecida con la desactivación del CNI por volitiva acción presidencial. ¿Dónde están los idiotas que dicen ser sus asesores y consejeros?
Mañana, podría el jefe de Estado, pésimamente asesorado, derogar cualquier cosa y como el Parlamento ya no funciona, porque así parece evidenciarlo con su escandaloso silencio, entonces, hemos entrado a la tierra de nadie. Yo creí que abundaban los abogados en el Congreso y en las asesorías. Pareciera que todos han enmudecido súbitamente.
Hay quienes se solazan por la acción presidencial. Creo que ya está en discusión la legalidad y constitucionalidad de la misma. Si no es así, podría producirse un atentado contra la Carta Magna y eso significa en buen romance, la vacancia de la jefatura del Estado por violación de la misma.
No faltan forajidos de ONGs y organizaciones minúsculas que están de plácemes. Para ellos basta que existan puestos de trabajo que capturar y dólares que asegurar; los principios son un buen pretexto y el pueblo un cartabón relamido. ¡Total, siempre que existan estas debacles contarán con ayuda externa y justificación para que sus posaderas se asienten en muebles muelles y cómodos!
¿Quién se atreve a esclarecer si lo acometido por el presidente Toledo viola la Constitución o es parte de nuestra armazón jurídica?
¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!
Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz.
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