Con la participación de los patriotas Fernán Altuve y Alfonso Benavides Correa y los convencionalistas Jorge Brousset y Fabián Novak, el próximo 20 se llevará a cabo en el Congreso la Audiencia Pública sobre la Convención del Mar. Como este es un asunto del que debe enterarse la ciudadanía para reconocer a quienes defienden nuestro territorio, historia, tradición y proyección legítimas, es de exigir que las televisoras y radios den una absoluta cobertura nacional al evento.
Como ya no es suficiente el pretexto de la delimitación marítima con Chile para procurar la adhesión peruana a la Convención del Mar, como lo admiten sus gonfaloneros, hoy arguyen modernización, globalización y demás especies que siempre favorecen a las grandes empresas multinacionales hambrientas de explotar en condiciones unilaterales y en posición de dominio, las enormes riquezas que hay en la plataforma, talud y fondos abisales del mar peruano.
Sostiene -con no poca razón- Marisol Aguero Colunga, en su brillante estudio, Consideraciones para la delimitación marítima del Perú, en su página 223: “Las singulares características que presenta el mar adyacente a las costas del Perú ha determinado que en el mismo se desarrolle una importante biomasa de plancton y fitoplancton, más de 600 especies de peces y una gran variedad y cantidad de mamíferos marinos, moluscos y crustáceos, entre los más importantes géneros de la fauna marina”.
Dice la misma autora que el Perú también cuenta con un interesante potencial de recursos no vivos como petróleo con ocho cuencas hidrocarburíferas en la plataforma continental; gas natural; minerales sólidos; “la zona (talud) es prospectable por hierro y carbón y que existirían grandes yacimientos de fosforita. Pero es en el fondo abisal de este país donde se encontrarían las más importantes perspectivas, al ser rico en nódulos de manganeso, que presentan en su composición más de 30 elementos, entre los que destacan: aluminio, calcio, cobalto, cobre, plomo, níquel, sodio; así como en lodos polimetálicos de cobre, níquel, zinc y hierro”, p.230.
Sin embargo de lo fundamental e importante que es la inversión externa en condiciones de cooperación y generación de recursos razonables, no deja de llamar la atención las razones -nunca expresadas y sí pretextadas- de los convencionistas en su afán desaforado porque Perú adhiera a la Convención del Mar. El tema de la delimitación marina con Chile fue un embuste majadero que denunciamos semanas atrás y que nadie, ninguno de los señorones o almirantes premiados en el sur, ha refutado en ningún momento.
A pesar de maniobras en el Congreso que pretenderían evitar el voto de la mayoría calificada o la de dos legislaturas ordinarias anuales para reformar la Constitución que preceptúa en su artículo 54 un dominio marítimo con un mar territorial de 200 millas, es inevitable un referéndum popular. ¿Puede un gobierno y un Congreso con menos de 8% de aceptación y un repudio de más del 90%, darse el lujo de afrontar una consulta al pueblo?
¡La patria se defiende, la patria no se vende!
El próximo martes 20 el pueblo tiene que ver qué dice cada quien en la Audiencia Pública sobre la Convención del Mar y por eso los medios informativos deben, por ineludible deber patriótico, transmitir en vivo, todo el debate para que nuestros compatriotas sepan quiénes son los mañosos que quieren hacer negocios y quiénes defienden nuestra historia, la sangre derramada en su defensa y quiénes ejercen la peruanidad moderna que no se vende por dólares o por puestos o por negocios millonarios.
¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!
Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter