La lucha contra las libertades individuales y especialmente contra los derechos sexuales ha unido al Papa Juan Pablo II con Bush y otros presidentes republicanos. Uno de sus objetivos específicos es la prohibición de la anticoncepción de emergencia, ACE, a fin de hacer prevalecer los dogmas religiosos y obstaculizar el ejercicio seguro de la sexualidad entre las y los jóvenes.
La anticoncepción de emergencia puede evitar el embarazo si se usa en un periodo de hasta 72 horas después de una relación sexual no protegida, por lo cual es un recurso valiosísimo para eliminar dolorosas situaciones en casos como el de violación o el de la simple omisión en el uso de anticonceptivos.
Sin embargo, lo mismo en Estados Unidos que en los países latinoamericanos, se han llevado a cabo campañas contra la ACE por parte de organizaciones derechistas que operan como brazo político de la jerarquía católica y que muchas veces están vinculadas a la ultraderecha estadounidense.
Algunos de esos grupos, de existencia fantasmal, pero fuertemente apoyadas por el aparato publicitario de la jerarquía, son filiales de Vida Humana Internacional organización ultraderechista son sede en Miami.
En otros casos, se trata de asociaciones de médicos creadas o apoyadas por la propia jerarquía católica tanto a nivel local como en redes internacionales.
Además, en los países latinoamericanos donde la jerarquía católica ha detentado privilegios avalados por sus leyes y usos políticos, ha recurrido a su influencia para evitar la difusión de la ACE.
En Perú, según ha reconocido la agencia ACI, promotora de los movimientos provida, el ex ministro de Salud Fernando Carbone, ex-dirigente de Ceprofarena (Centro de Promoción Familiar y de Regulación Natural de la Natalidad), organización afiliada en ese país a VHI, suspendió la autorización de la ACE alegando que es abortiva, y contradiciendo una resolución ministerial del año de 2001. Carbone fue reemplazado de su cargo en 2003 y actualmente los esfuerzos que hacen las autoridades peruanas en materia de anticoncepción y de salud sexual se enfrentan a las reacciones y protestas de esos grupos extremistas a los cuales representaba el ex ministro.
En contraste con la gestión de este, varios ex ministros de Salud se han pronunciado a favor de la decisión de autorizar la ACE, “que se basa en que los hombres y mujeres de este país tienen el derecho inalienable de escoger sus métodos de control anticonceptivo”.
En México, en enero de este año 2004, la Secretaría de Salud, decidió incluir dentro de la normatividad de Planificación Familiar la anticoncepción de emergencia lo cual dio lugar a una contraproducente campaña de oposición encabezada por jerarcas católicos, que anunciaron su intención de excomulgar a las mujeres que recurrieran a ese método y a los funcionarios que lo promovieran, y por pequeños grupos como el Comité Nacional Provida, otra organización afiliada a VHI, y presidida por Rocío Galvez de Lara, quien en agosto de 2000, dirigió en Mérida, al sureste de México, las protestas de activistas provida extranjeros contra una clínica de salud sexual. La campaña contra la ACE fue un fiasco para sus organizadores pues motivó que mucha gente se interesara por conocer y acceder a ese recurso de emergencia.
Otro grupo que apoyó la campaña contra la ACE fue la Asociación de Médicos Católicos, de la Arquidiócesis de México, cuya creación fue promovida por ésta en 1996. Desde entonces, se ha opuesto reiteradamente al aborto en todos los casos, incluyendo el de violación. En 1999, dicha Asociación envió un documento a las autoridades legislativas de la capital mexicana donde afirmaba: “Todos parecen ablandarse ante la situación de una mujer que ha sido brutalmente violada, pero pocos se enternecen ante la situación de un niño que va a ser brutalmente asesinado sin culpa alguna”.
En Republica Dominicana, una organización denominada exactamente igual que su homóloga mexicana: “Asociación de Médicos Católicos de la Arquidócesis” ha encabezado la lucha contra la anticoncepción de emergencia, mientras que en distintos países, médicos provida vinculados al clero se han opuesto a que se practiquen abortos legales en caso de violación; en Europa, el movimiento de médicos provida católicos no ha tenido escrúpulos para aceptar el liderazgo de pronazis como Siegfried Ernst y Wolfgang Borowsky, fundadores de la European Doctors Asociation, grupo vinculado también a VHI.
En Nicaragua, el médico Rafael Cabrera Artola, dirigente de Aneprovida, filial de la transnacional Vida Humana Internacional, con sede en Miami, ha sido también encargado de Pastoral de Vida e Infancia de la Arquidiócesis de Managua y como tal el 27 de diciembre de 1998 enviaba una carta a Martha Mc Coy, ministra de Salud, para pedirle que retirara el registro y evitara la distribución de dos productos de anticoncepción de emergencia. En su alegato Cabrera calificaba de “abortivos” los anticonceptivos de emergencia y hacía referencia a los “principios éticos y morales de respeto a la vida naciente, sustentados universalmente y reafirmados por siempre por el Magisterio de nuestra Iglesia Católica”.
En Guatemala, también ha sido la filial de VHI, la Comisión Defensora del Derecho a Nacer (CODEDENA) que tiene sede en Guatemala, la que ha encabezado las protestas contra la ACE (Vermagest), alegando que ocasiona abortos en las mujeres que lo utilizan y, por tanto, su uso debería estar prohibido, a pesar de que especialistas centroamericanos como el ginecólogo salvadoreño Vernon Madrigal aseguró que es abortiva, y que su mecanismo de anticoncepción está plenamente aprobado por la Organización Mundial de la Salud.
En Honduras, en noviembre de 2002, Martha Lorena de Casco, Presidenta y Fundadora del Comité Provida de Honduras, otra de las organizaciones de VHI protestó por la campaña de promoción de la "Anticoncepción de Emergencia" a través de medios de comunicación social iniciada hacia esas fechas. La dirigente provida afirmaba también que “ofrecer la "Anticoncepción de Emergencia" como una medida de salud pública, especialmente dirigida a los jóvenes, es fomentar la promiscuidad sexual, la paternidad irresponsable y la violencia”.
En Chile, el Movimiento Anónimo por la Vida, vinculado a VHI ha llevado a cabo campañas contra la anticoncepción de emergencia, contra la anticoncepción en general, para la promoción del Día del Niño por Nacer, y contra la legalización de cualquier tipo de aborto. Tradicionalmente, ese país ha sido visto por sectores y organizaciones de la ultraderecha católica mundial como un reducto donde todavía, gracias a las fuerzas militares, han prevalecido leyes e instituciones de cuño católico.
Así, como hay un apoyo de ultraderechistas estadounidenses a grupos católicos provida de América Latina, hay también una participación de estos en campañas que se llevan a cabo en Estados Unidos, en contra de organizaciones de corte liberal y a favor de Bush.
Por ejemplo, el 15 de enero de 2002, grupos provida de Mendoza, Argentina, dirigieron una carta a George Bush en apoyo al recorte de fondos de la UNFPA, acusándola entre otras cosas de “entregar píldoras abortivas, bajo el eufemismo de "anticoncepción de emergencia", en El Salvador” y solicitándole que “no le otorgue ningún tipo de apoyo económico a esta entidad: zero for UNFPA. Rogamos que el Señor le ilumine la mente y su corazón, para que no le otorgue ni un centavo al FNUAP....”.
En suma, hoy en día, pequeños grupos extremistas, partidarios del gobierno de Bush, tratan de imponer sus convicciones religiosas por encima de los imperativos de la salud y la libertad en los países de América Latina, lo mismo que en Estados Unidos.
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