Después de un largo ciclo de caos y angustia, cuando incluso se hablaba en el ámbito académico norteamericano, del "suicidio" de la nación y, dentro de Bolivia, otros, de obsoleto y subdesarrollado criterio racista, los llamados ’cambas’ jugaban a la balcanización, el pueblo boliviano votó mayoritariamente por la paz en lugar de la violencia, por la democracia frente a la anarquía, por la unidad frente a la dispersión. y le dio al gobierno del presidente Carlos Mesa la gran oportunidad para reactivar la economía del país y situarlo en una posición realista al país ante la economía global.
En otras palabras, el pueblo boliviano le dijo un rotundo NO a la teoría pro-imperialista del "suicidio’ y rechazo a los agitadores extremistas y antidemocráticos internos.
El gobierno ganó en las 5 preguntas del referendo del 18 de julio, incluyendo las que tienen que ver con la explotación y comercialización del gas natural, del cual Bolivia posee una de las reservas más grandes del hemisferio occidental.
El apoyo popular en este referendo le permite a Mesa, abrir negociaciones amplias para la industrialización y exportación de gas convertir a Bolivia en importante polo energético, a la vez que núcleo de los programas de integración MERCOSUR y Comunidad Andina. En todo caso, el pueblo boliviano ha votado, contra la intolerancia y mezquindad de unos pocos, por la democracia progresista y con amplio sentido realista. Un ejemplo único en el enredado desorden global de nuestros tiempos./BIP
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