En un escenario de extrema tensión política, en el que la imparcialidad de la misión de observación de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha sido cuestionada, el embajador brasileño Valter Pecly Moreira asumió la jefatura de la misión que acompañará el referendo del 15 de agosto.
En entrevista exclusiva, Pecly Moreira afirma estar conciente de la responsabilidad que asume, al avalar la transparencia del proceso electoral venezolano y garantiza que realizará un “trabajo profesional y técnico, sin tomar partido”. El jefe de la misión de la OEA afirma que el sistema electrónico de votación es seguro. “El fraude tendría que ser algo deliberado y en dimensiones importantes. Creo que no lo habrá, y que no hay posibilidades de que exista.”
- ¿Cuál es el papel de la misión de la Organización de Estados Americanos durante el referendo del domingo?
- El de acompañar todo el proceso, antes, durante y después del referendo. Esto se realiza a través de una serie de normas y patrones que seguimos. Estamos aquí desde hace unos días para organizar todo el trabajo. Están llegando los demás observadores de la OEA, de mucha experiencia y capacidad, que se distribuirán por todo el país. Ellos reconocerán los locales de votación, acompañarán la instalación de las mesas, el inicio y el final del proceso, cuando los votos sean totalizados y enviados electrónicamente. Esto permite a la OEA decir si el resultado fue el que corresponde a los votos y si la elección fue justa y democrática, o no.
- ¿Por qué fue sustituído el anterior jefe de la misión?
- Fue sustituido por la situación que se presentó en la etapa anterior, y aquí no estoy realizando ningún juicio de valor. El gobierno y el Consejo Nacional Electoral quedaron con mucha desconfianza de la misión de la OEA. Estaban dispuestos a no invitar a ninguna observación internacional de este tipo. Después de algunas conversaciones decidieron que si fuese un brasileño quien encabezara la misión, podrían considerar cambiar su decisión. Encontraron de común acuerdo con César Gaviria, que mi nombre era aceptable. El gobierno brasileño fue consultado, y yo asumí esta misión.
- ¿Por qué esa preferencia por un embajador brasileño?
- Brasil tiene en la OEA una tradición de mediador en conflictos, de apoyar los actos adecuados en los momentos precisos. No buscamos el protagonismo, pero al mismo tiempo tenemos conciencia de nuestra influencia. En el momento en que se anunció que sería propuesto un brasileño, el embajador de Venezuela en la OEA (Jorge Valero) lo encontró excelente, y los otros 32 miembros de la organización también. Brasil logra la unanimidad por las posturas internacionales que mantiene, por la seriedad de su diplomacia. Todos estos elementos inspiran confianza.
- Usted fue uno de los embajadores que participó en la elaboración de la Carta Democrática. En su opinión ¿podría aplicarse este recurso a Venezuela, como dijo hace algunos meses el Secretario para Asuntos Americanos de los Estados Unidos, Roger Noriega ?
- En este momento no. Había países que creían que era el caso, pero siempre se encontraban detenidos frente a las condiciones necesarias para su aplicación. Para ella es necesario garantizar que el primer paso dado no puede ser el último. En un primer momento es el gobierno quien tiene que solicitar su aplicación, privilegiando la cooperación de todos para solucionar el conflicto.
Por eso hubo dificultad para aprobar una resolución de aplicación. Además, una resolución en ese sentido tiene que contar con los votos a favor de las dos terceras partes de los miembros de la organización. La aplicación de la Carta Democrática no es tan fácil como se piensa.
- El último jefe de misión de la OEA en el país, (el colombiano) Fernando Jaramillo, fue duramente criticado por el gobierno por hacer declaraciones parcializadas en favor de la oposición, lo que en ese momento debilitó la credibilidad de la misión. ¿ De que manera puede usted revertir este cuadro?
- No voy a evaluar la postura de mi colega Jaramillo. Ahora iniciamos una nueva etapa. No habrá nada más neutral que lo que estamos haciendo aquí. Lo que he notado es que existe mucha expectativa de ambos lados, del gobierno y de la oposición, y de que el papel de la OEA es esencial. Nosotros somos la única organización internacional (con estatus de representación de países) que está en Venezuela observando este proceso. Esto significa que lo nosotros vamos a decir del proceso electoral va a ser verdadero, y que deberá serlo para la mayoría de las personas. Nuestra responsabilidad es enorme, y por eso quiero pautar mi acción -y la de todo el equipo- sin tomar partido, porque no podemos permitirnos hacerlo. Vamos a realizar un trabajo esencialmente profesional y técnico. El que ya estamos haciendo.
- Cuáles fueron las limitaciones impuestas por el Consejo Nacional Electoral para la actuación de los observadores?
- Para nosotros ninguna. Ellos anunciaron que sólo admitirían 20 personas en el equipo, lo que nos imposibilitaba realizar nuestro trabajo. Las tres principales limitaciones eran la libertad de movimiento, el número adecuado de personas de la misión y el acceso a la información. Después de reunirnos y conversar con el CNE, conseguimos lograr estos tres requisitos básicos para realizar el trabajo. Al final resolvimos todo.
- ¿Existe alguna limitación respecto a los pronunciamientos en los medios?
- Esto está mal interpretado. La limitación que existe no es una limitación, es una norma de la OEA, de que si observamos algo que no está de acuerdo a los patrones requeridos, no podemos discutirlo con la prensa, sino con el CNE. Hay una diferencia entre detectar un problema, hablar con el organismo electoral y esperar que él lo solucione. Si consideramos que algo es inadmisible, que están violando alguna norma, claro que se puede ir a la prensa. Pero lo que no se puede hacer es discutir con la prensa sin que el órgano electoral haya tenido la posibilidad de analizar y corregir su error.
- La OEA acompañó la prueba con las máquinas electrónicas de votación. ¿Cuál fue el resultado?
- Hasta ahora no fue posible detectar ninguna irregularidad, todo está bien. No creo que los datos puedan ser manipulados, porque debería ser una operación coordinada, en el mismo instante en los los votos se realizan, una tarea muy difícil. Falta un punto que es la cuestión de las máquinas captadoras de huellas digitales, de las cuales tendremos una opinión en los próximos días
Hasta ahora todo está bien, las máquinas aparentemente funcionan, el proceso de transmisión de datos aparentemente es seguro, los procedimientos de totalización de votos son los adecuados.
- ¿Hay posibilidades de que exista un fraude?
- Cuando se dice fraude se refiere a algo de tal volumen que altera el resultado. Creo que pequeñas irregularidades, como alguien a quien se impida votar, pueden acontecer en cualquier parte del mundo. El fraude tiene que ser una cosa deliberada y en dimensión importante. Creo que no lo habrá, y que no hay posibilidades de que exista. Lo que es preocupante es la posibilidad de actos de violencia, más por lo que tengo observado en estos diez días que llevo aquí, la situación está mucho mejor que antes, existe un progreso visible.Todas las manifestaciones y actos se sucedieron en paz. Lo que se percibe es tranquilidad. Cada uno defendiendo sus ideas de la manera que consideran más adecuada, pero en paz, democráticamente. Y es esto lo que la gente espera que suceda el día 15 y el día siguiente, cuando se den los resultados.
Quien es:
Valter Pecly Moreira, 56 años, graduado en derecho, inició su carrera diplomática en 1972. Desde el 2000 es representante permanente de Brasil en la OEA, en Washington. Fue uno de los embajadores responsables de la redacción de la Carta Democrática de la OEA.
Traducción de Miguel Guaglianone
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