En visita a España para replantear unas relaciones diplomáticas deterioradas durante el anterior gobierno español, el presidente Hugo Chávez obtuvo por primera vez el aval sobre la participación de José María Aznar en el fracasado golpe de estado que trató de derrocarlo en 2002.
El actual ministro español de Relaciones Exteriores, Miguel Ángel Moratinos acusó al gobierno de Aznar de apoyar el golpe del 11 de abril “En el gobierno anterior, cosa inédita en la diplomacia española, el embajador español recibió instrucciones de apoyar el golpe, cosa que no se va a repetir en el futuro”, dijo Moratinos en una entrevista a TVE.
El ministro afirmó que el gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en el poder desde abril de este año, está empeñado en mejorar las relaciones con los gobiernos latinoamericanos, en especial con los que tienen “fuerte apoyo democrático” como es el caso de Venezuela.
Es la primera vez que el actual gobierno se pronuncia sobre el caso. Aznar y Bush son acusados por el gobierno venezolano de apoyar y financiar los grupos de oposición que promovieron el golpe.
“No tengo dudas que así fue. Lamentablemente el embajador español en Caracas, junto al embajador norteamericano fueron los únicos que en ese momento reconocieron (...) la ruptura de la institucionalidad”, dijo Chávez en entrevista a la televisión española.
Las declaraciones de Moratinos vuelven a encender el debate en el país caribeño, dónde la semana pasada un atentado terrorista mató al fiscal encargado de investigar a los involucrados en las muertes y el golpe de abril de 2002.
Las relaciones entre Caracas y Madrid se han estrechado desde la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al poder. “Pasamos la página. Esto es cosa del pasado. Estamos en un nuevo momento de amistad y cooperación. Vamos a un futuro de integración provisor”, dijo Chávez.
Uno de los acuerdos que deben ser firmados entre los dos presidentes es la inversión de 590 millones de dólares entre 2004 y 2008, en Venezuela, el cuarto exportador mundial de petróleo.
En una rueda de prensa en Madrid, el día 23 el presidente venezolano anunció la creación de una empresa binacional entre Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y la española Repsol.
Crisis en el parlamento
Las declaraciones de Moratinos provocaron una crisis entre el gobierno y el Partido Popular (PP). El portavoz del PP, Eduardo Zaplana negó las acusaciones de Moratinos y dijo que el ministro “mintió” y “calumnió al presidente Aznar”.
En rueda de prensa el día 23, el primer ministro español prefirió no comentar las declaraciones. “El ministro Moratinos va a explicarse en el parlamento. No es este el lugar para tratar este tema”, dijo Zapatero.
El líder del PP, Mariano Rajoy convocó a Zapatero a reever la actuación de Chávez en su visita al país. “En su visita oficial a España el jefe de Estado venezolano viene realizando una serie de declaraciones que exceden lo que es aceptable en un país democrático y occidental”, dijo Rajoy.
Además de dar declaraciones sobre el apoyo del gobierno español al golpe de estado que lo quitó del poder por 48 horas, Chávez en una conferencia sobre el neoliberalismo en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, atacó las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial.
Para Chávez las instituciones multilaterales “instrumentos de expansión del neoliberalismo” son algunos de los medios de dominación más perversos existentes.
El presidente venezolano volvió a criticar la intervención estadounidense en Irak y el bloqueo económico a Cuba. “Estamos viendo de vuelta la aplicación sangrienta del viejo imperialismo”, dijo Chávez. Parafraseando al Libertador Simón Bolívar, dijo: “Los Estados Unidos parecen predestinados a traer a América la miseria en nombre de la libertad”.
Sobre el “nuevo pensamiento progresista” de América Latina, con la ascensión al poder de líderes de izquierda, Chávez reiteró la importancia de la participación de los movimientos sociales en el actual proceso de transformaciones. Como ejemplo puso al Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST).
De España, el presidente venezolano parte a Libia, a Rusia y luego regresa a Madrid para encontrarse con el Rey español Juan Carlos.
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