El presidente de Venezuela, Hugo Chávez anunció el día 25 que después de las elecciones regionales del próximo domingo, el “cáncer” del latifundio deberá ser combatido en el país. “Llegó la hora de enfrentar este problema histórico que es un verdadero cáncer. Mientras existan latifundios no podemos avanzar en ningún proyecto de desarrollo“, afirmó.

Chávez confía en la victoria de los candidatos que apoyan su gobierno en los comicios en que al menos 40 candidatos de la oposición desistieron de participar, destacó que los nuevos gobernadores y alcaldes deben iniciar una “lucha contra el latifundio” y contra las empresas ociosas. “Un empresario que tenga una empresa cerrada por capricho o por que no tenga intención de abrirla, está perjudicando al país. Tendré que aplicar la Constitución y la ley de expropiación, por ser (la empresa) de utilidad pública”, dijo Chávez.

El presidente convocó a los futuros administradores regionales a llamar a los propietarios de tierras al diálogo, pero advirtió: “Los que tienen latifundios están fuera de la ley. No quiero tener que mandar a la Guardia Nacional, pero si tengo que hacerlo, juro que lo haré, porque llegó la hora“

Aprobada en 2001, la Ley de Tierras define como latifundio la propiedad rural con más de 5 mil hectáreas. El propietario que no utiliza la tierra para la producción puede ser penado con el pago de una multa, que varía según el número de hectáreas improductivas. Si aún se mantiene la situación y la propiedad continúa sin producir, se acciona el proceso de expropiación en el que el estado debe pagar por la adquisición de la tierra.

Aunque esto signifique traer al ruedo uno de los motivos que llevaron a la oposición al fracasado golpe del 11 de abril y al sabotaje petrolero en 2002, Chávez retomó el tema de la reforma agraria desde su victoria en el referendo del 15 de agosto, en el que el 59% de la población votó a favor de la continuidad de su mandato. “No quiero pelear con nadie, pero si me obligan voy a pelear con todos los latifundistas de Venezuela. Estoy cumpliendo el mandato del pueblo.”, afirmó Chávez.

Además de los latifundistas, la burocracia es otro poderoso enemigo de la reforma agraria en el país. En poco más de cinco años, el gobierno asentó cerca de 130 mil familias en dos millones de hectáreas. De acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Tierras, las tierras públicas ociosas llegan a 8.646.217 hectáreas.

En las elecciones los analistas estiman que habrá un alto índice de abstención -al contrario de lo ocurrido en el referendo que tuvo la mayor participación en la historia del país- la oposición corre el riesgo de probar de su propio veneno. La estrategia de deslegitimar los resultados del referendo provocó en el electorado opositor un descreimiento mayor en las urnas y en sus representantes, que después de dos meses no consiguieron aportar pruebas creíbles de que el resultado de referendo hubiera sido un fraude. Los candidatos del gobierno a su vez, se amparan en la popularidad del presidente para intentar conquistar el mando en los 24 estados del país, de los cuales actualmente nueve son gobernados por la oposición.