Arequipa, 08/11/04

Señores
Padres de Familia Max Uhleanos
Ciudad

Ref. Charlas a los Padres de Familia

Estimados Padres de Familia:

Molestamos su atención con la presente carta, para hacerles saber nuestro desconcierto y desagrado ante la intromisión que está siendo víctima nuestro colegio, por un grupo religioso, y nos referimos en forma específica al Sodalicio de Vida Cristiana.

Queremos partir de un hecho particularísimo, cual es que el ex-alumno de este colegio, doctor Héctor Guillén Tamayo, reconocido oftalmólogo de esta ciudad, ha sido víctima de la organización sodálite, ya que su hijo Franz Guillén Gross, quien también es ex-alumno del colegio, fue captado (léase cuasi secuestrado) - obviamente sin conocimiento o permiso de sus padres - y a la fecha ante la sorpresa y desazón de sus padres, luego de abandonar la casa paterna y posteriormente sus estudios universitarios, vive y trabaja para el Sodalicio de Vida Cristiana, sin que sus padres lo puedan ver en forma libre, según su propio testimonio.

Este desagradable e inusual hecho, ocurrió cuando este brillantísimo joven cursaba el cuarto de media en el Colegio Max Uhle, tiempo en que esta secta religiosa tenía “patente de corso” para inmiscuirse en la vida privada y buena marcha de la institución donde nuestros hijos hoy estudian y la Dirección estaría exponiendo a nuestras familias a un riesgo igual, conducta reprobable que no pensamos admitir, pues el Colegio Max Uhle es una institución educativa laica y de acuerdo a la Constitución Política del Estado, Art. 2º, numeral 3, nuestros hijos tienen derecho a la libertad de conciencia y de religión, en forma individual o asociada, principio que guarda estricta relación con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, con tratados y Acuerdos Internacionales, de los cuales el Perú es signatario.

Desagradables sucesos como éste, ocurrieron desgraciadamente en varias otras familias arequipeñas, cuyos hijos, como por ejemplo, los miembros de la promoción integrante por Klaus Berckholtz, Orams Bustamante y otros 6, durante su permanencia en este colegio fueron captados subrepticiamente por el Sodalicio, organización que nunca se presenta abiertamente, para ser desarraigados del seno familiar.

En consecuencia, podemos asegurar sin duda alguna que toda infiltración religiosa en nuestro colegio, cualesquiera que fuera su naturaleza y en el caso específico que motiva la presente comunicación, cual es las exposiciones hechas por un Sr. Rodríguez y la que pretendería hacer una Sra. Cuzzi, estaría en flagrante violación de derechos constitucionales y nos dejarían en absoluta libertad de invocar garantías constitucionales para que esta violación a los derechos del niño y del adolescente no sigan ocurriendo en el colegio, con la absoluta e irresponsable anuencia de la Dirección que avala esta desatinada actuación de la APAFA, dados dichos antecedentes.

Asi mismo, a sabiendas por información de la prensa se tiene perfecto conocimiento del problema del Dr. Héctor Guillén y otros, la Dirección no ha avisado y la APAFA ha obviado ex profeso de señalar, que el aludido Sr. Rodríguez y la nombrada Sra. Cuzzi, son miembros activos del Sodalicio de Vida Cristiana y, por tanto, vienen al colegio con la clara intención de captar padres de familia y jóvenes con las consecuencias ya conocidas de disgregación y caos familiar, pues son miembros de la Universidad Católica San Pablo, fundada y manejada por el Sodalicio, según consta de su propia página web cuya sigla es: www.familiasodalite.org . Amplia información crítica sobre sectas y el sodalicio encontrará Usted en www.sectas.org.ar

Tampoco el hecho que el Presidente de la APAFA mantenga a sus hijos cercanos o dentro de esta organización católica, no quiere decir que pueda convertir al colegio en un feudo religioso, lo que más nos atemoriza es que se repita la tragedia que viven la familia Guillén y otras.

Estando clara la filiación sodalicia de los conferenciantes llamamos a una actitud extremadamente crítica de la situación, pues incluso ya deben haber padres que han proporcionado información a los expositores sodalicios via e-mail, sin saber o imaginar siquiera cómo se usará esta información, pues al ocultar la verdadera identidad de los conferenciantes, nuestros padres de familia desconocían o desconocen hasta hoy, que dichas personas tienen como propósito captar jóvenes de nuestro colegio para llevarlos a su servicio dentro del Sodalicio de Vida Cristina y tenemos entendido que usan la información confidencial sobre las intimidades familiares que puedan conseguir, para lograr su propósito.

Creemos que la mayoría de los Padres de Familia del Colegio Max Uhle, colegio laico, tenemos el derecho fundamental a la libertad religiosa y por tanto, a decidir, qué religión puedan profesar nuestros hijos, hasta la mayoría de edad y que el único propósito de su permanencia en el colegio es el de educarse y no el de ser subrepticiamente captado por una secta religiosa.