La supuesta audiencia pública que se llevó a cabo en las instalaciones de la Universidad del Pacífico, convocada por Ositran, no fue tal, porque se impidió la entrada a los periodistas, se evitó las preguntas comprometedoras sobre el pobre desempeño de la concesionaria del Aeropuerto Jorge Chávez, Lima Airport Partners, LAP, en suma, un nuevo fraude a la opinión pública, disfrazada de sesión abierta que nunca lo fue y en realidad sí constituyó una insolente burla.

Desde hace años, las irregularidades manifiestas que está presentando el funcionamiento de la concesión del Jorge Chávez a cargo de Lima Airport Partners está inquietando al público en general. Ante los continuos reclamos y supuestas respuestas, Ositran, la entidad encargada por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, de regular el cumplimiento del contrato de concesión con LAP, citó a "audiencia pública" ayer miércoles. Sin embargo, todo fue hecho con el avieso propósito de evitar preguntas incómodas y comprometedoras para la concesionaria.

Los periodistas de los diversos medios, salvo, los amigos, esos que siempre hablan bien de LAP, de Ositran y del gobierno, fueron impedidos de ingresar y , lo que es peor, no pudieron por tanto formular ninguna clase de pregunta o cuestionamiento sobre LAP. Por ejemplo, no hay esclarecimiento sobre la construcción de la segunda pista del Aeropuerto Jorge Chávez, hecho que debía comenzar cuanto antes porque la vigencia de la actual fenece el próximo año. Tampoco se pudo cuestionar del porqué la Addenda 4, hecha entre gallos y medianoche, y firmada por Cucharita Díaz cuando ocupaba el viceministerio de Transportes, alarga plazos y compromete al Estado peruano en la fianza de préstamos que LAP ha obtenido de fuentes crediticias bancarias alemanas y estadounidenses.

Otro tema que ha quedado pendiente es del porqué LAP no ha invertido ni un centavo y en cambio vive de los ingresos autogenerados por la concesión. ¿Dónde están los millones que se prometían como aumento de capital y aporte propio que prometió al momento de "ganar" en carrera de único postor, la concesión del primer terminal aéreo del Perú? Nada de esto pudo ser contestado porque las autoridades de Ositran, coludidas con LAP, impidieron el ingreso de la prensa.

Mucho menos se pudo concretar el cuestionamiento a los continuos abusos que viene cometiendo LAP contra los artesanos peruanos, como el violento desalojo de Cexport Exclusive el último 5 de febrero, del espigón internacional del Aeropuerto, acción delincuencial denunciada ante las instancias policiales y penales correspondientes y que en aquella ocasión fuera conducida personalmente por el gerente general de LAP, Jaime Daly Arbulú. La agresión a empleadas y daños materiales por el orden de US$ 150 mil dólares fue acreditada públicamente en diarios y medios de todo el país.

Después de varios años de cómplice silencio, las líneas aéreas cayeron en cuenta que sus intereses también son afectados por el pésimo funcionamiento de la concesión y ahora demandan que se revise el contrato con Lima Airport Partners. ¡Enhorabuena! Aunque no deja de producir desasosiego que mientras que no los tocaron, ¡no pasaba nada!

De ahora en adelante, las mal llamadas audiencias públicas, a tenor de lo ocurrido, no son más que tapaderas para que las empresas finjan responder los cuestionamientos, cuando no lo hacen y cuando tienen mucho que explicar a la opinión pública que demanda hechos y temas puntuales a quienes se están aprovechando de concesiones muy mal hechas. Este es un caso flagrante de violación del derecho a la información que tienen todos los peruanos.

¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!

¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!

¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!