“No hemos logrado tener un sistema económico que produzca un país con una mejor distribución del ingreso”, se lamentó Ricardo Lagos al cumplir cinco años de gobierno el 11 de marzo en una suerte de entrevista de relaciones públicas del periodista DC Ascanio Cavallo publicada en La Tercera del domingo. A un año de hacer las maletas “...tras haber partido con una mayoría angustiosa, ha logrado la popularidad más alta de la historia estadística de Chile”, aseguró el periodista, que también colabora con la revista Sábado de El Mercurio, el otro gran monstruo del duopolio de la prensa escrita chilena.

El jefe de estado dijo que “hemos tenido tremendos avances sociales, pero, con todo lo importantes que son, no apuntan al centro de un país que es muy desigual todavía”. Durante sus cinco años más bien se acentuó la desigualdad, según los indicadores del PNUD, aunque en la reñida campaña electoral levantó banderas a favor de la equidad, quizás para ganarse la adhesión de los pobres. Los ricos, en cambio, alcanzaron altas ganancias, con una tasa de crecimiento de 7% que no se refleja en un aumento del empleo. Al contrario, el desempleo crece.

El presidente prefiere hablar de lo avances que ha logrado el Estado en favor de los pobres, gracias al llamado impuesto al valor agregado (IVA) -aumentado por su gobierno al 19%- que recae en el consumidor final, sea por pan o un libro, puesto que el sector empresarial primero paga ese tributo y luego se lo cobra al de más abajo. “A mí me gusta hablar de distribución de beneficios, porque allí incorporamos cosas materiales que no están en el ingreso”, aseguró el presidente.

Puso como ejemplo la denominada “vivienda social” subsidiada de 30 metros cuadros que el beneficiario puede ampliar por su cuenta a 60. Reclamó que al ministerio de Obras Públicas se le identifica con el pago de sobre sueldos sinuosos para mejorar los ingresos de los altos jefes sacados del sector privado, pero que no se reconocen las autopistas urbanas y carreteras, en realidad construidas por empresas belgas, españolas, mexicanas, que en Santiago están cobrando peaje antes de que estén terminadas

También dijo que “uno está orgulloso de que hoy, de cada 10 universitarios, siete sean primera generación. Pero el esfuerzo para esa gente es enorme”. Claro, tienen grandes dificultades para solventar su educación superior, que hoy en Chile debe pagarse hasta en las universidades públicas que sobreviven. Pero sigue haciendo promesas: “Claro. En consecuencia, la educación superior es todavía una asignatura pendiente. Espero que este año pueda quedar despachada una modalidad de financiamiento”.

Mutación de “lobo a “cordero”

El entrevistador comentó que dejó de ser “el lobo” para los militares y los empresarios, preguntándole si ahora es un “cordero”. “¿Siente que ha ganado la confianza de los empresarios? ¿Pasó de lobo a cordero?, interrogó Cavallo. “No sé si de lobo a cordero, porque se asustan cuando se discute el royalty”, respondió. Pero no dijo que la tímida regalía de un 3% que quiere imponerse a las empresas -chilenas y extranjeras- que no pagan un centavo por llevarse el mineral de cobre -y muchas veces tampoco los impuestos sobre la renta- fue tenazmente resistida por su gobierno, hasta que el aumento de los precios del metal terminó por convencer a su ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre. En todo caso, la derecha no acepta ni siquiera la migaja del 3% porque “cambia las reglas del juego”.

Lagos cree que la clase empresarial “... pasó a comprender que acá hay un gobierno que hace una política económica responsable, con seriedad profesional y técnica, y que eso les ha significado a ellos un tremendo beneficio, que se expresa en la disminución del riesgo país”. Quiso decir que se han ahorrado 1.500 millones de dólares en el pago de la deuda externa privada porque los prestamistas internacionales aplican una tasa más baja que el interés medio para el resto de América Latina. “Y creo también que el sector privado ha comprendido que debe haber una red de protección social y mayor cohesión en la sociedad chilena, no por el deseo de quitarle nada a nadie, sino porque de esa manera no vamos a tener tensiones, y podemos ser eficientes en lo que hacemos”. Pero que eso lo paguen los otros, los de abajo

Piensa que “hoy tenemos una dirigencia empresarial más dedicada a los temas empresariales y menos ideologizada”, principalmente porque la convivencia del gobierno con las organizaciones patronales ha sido óptima, gracias a la abundancia que generan los mega negocios, no así con las organizaciones sindicales, que apenas son capaces de levantar un paro nacional una vez al año de domesticadas que están por las dirigencias de influencia “socialista”. Para la derecha económica la mejor opción sería una reelección, que garantizaría buenas utilidades por otros 4 o 6 años.

Punto final para olvidar el pasado

Sugirió que el poder militar en Chile terminó por “aceptar que es el poder civil el que toma las decisiones. Y también se ha comprendido lo importantes que son, para la defensa, las credenciales democráticas y la respetabilidad internacional. Cuando usted desplaza tropas en 72 horas a Haití, es un capital, ¿no?” La verdad es que las tropas chilenas están disfrutando réditos televisivos por una supuesta contribución a “la reconstrucción” que los empobrecidos haitianos no ven por ningún lado.

El presidente estima que el tema de los derechos humanos debe quedar zanjado con el Informe Valech y el pago de una exigua reparación que todavía nadie ha cobrado. Una especie de “punto final a la chilena”. “Lo importante es: desde allí, cómo miramos al futuro, y no seguimos escarbando el pasado, porque en verdad llega un momento en que uno dice: suficiente, queremos mirar al futuro”, dijo.

Si Tony Blair es el autor de la “tercera vía”, Lagos se atribuye la paternidad de una cuarta y describió el perfil de la “nueva izquierda latinoamericana”: [Lula] partió con un año muy difícil, mantuvo la rienda firme y ahora está recibiendo los frutos. Por sus orígenes, he llegado a tener una tremenda admiración por él. Fíjese que le oí contar en una reunión de jefes de Estado que su partido, el PT, estuvo a punto de ganar la elección de 1989. Y dijo: “Gracias a Dios que no la ganamos, porque no estábamos preparados para gobernar. Porque el PT todavía pensaba sólo a través del prisma de los trabajadores, y un partido tiene que tener una visión de país”.

También fue mentor de Lula: “Una vez le dije: “Tú tienes una responsabilidad muy grande en Uruguay”. “¿Por qué?”, me dijo. “Bueno, porque si lo haces bien, capaz que gane Tabaré Vázquez”. Es decir: la sensación de que si la izquierda gobierna, y es el caos, no quiero el caos para mi país. Lula ha tenido esa virtud. Y también en Chile, por haber hecho las cosas como se han hecho, nunca más nadie va a poder decir que la izquierda no tiene capacidad para gobernar”.

“Pero la suya es una izquierda muy rara, Presidente”, le retrucó el periodista. Y emergió el profesor de economía:. “Es que cuando es sólo lo reivindicativo, no funciona. Galbraith dice que cada vez que se usa la palabra impuesto, los ricos se asustan porque algo les van a quitar, y los pobres se alegran porque algo les puede caer. Entonces el punto es si se trabaja desde la pura reivindicación, o desde el tipo de sociedad que queremos construir, donde todos sentimos que tenemos un espacio, y posibilidades”.

- Es una redefinición de la idea de izquierda. ¿Una Cuarta Vía? ¿Quedó atrás la Tercera Vía de Tony Blair, Schroeder y otros?

- Quiero pensar que se trata de los mismos objetivos, pero que puede ser Cuarta Vía porque los puntos de partida son muy distintos. Los amigos europeos están incómodos con las rigideces que les han creados sus enormes redes sociales. A veces me dicen: ellos vienen de vuelta, las están reduciendo. Y es verdad. ¡Pero es que nosotros no tenemos ninguna! Y esas redes, que en alguna parte se han vuelto muy voluminosas, se hacen, no para quitarle nada a nadie, sino para mejorar el punto de partida de las oportunidades.

En un discurso reciente en la Universidad de Chile, Lagos citó a Giovanni Vattimo, en su idea de sustituir el consenso en torno a la verdad por el consenso como la verdad, un pensador cristiano, más bien anticomunista, que al parecer inspira a un laico como el Presidente y a toda la Concertación, que probablemente tampoco lo sepa porque los políticos leen muy poco. Le preguntaron si ¿la Cuarta Vía sería social-cristianismo más social-laicismo? Y respondió : “Lo que quiero decir es que sería lo que podemos hacer con nuestras realidades”.

En Europa no existe esa alianza. O gobiernan los social cristianos o lo hacen los social demócratas. “Claro, respondió Lagos. “Nuestra realidad es muy diferente. Y una razón muy importante es el papel de la Democracia Cristiana, un partido social-cristiano que en Chile siempre fue más “social” que los otros, con el que no era tan difícil que otras sensibilidades de izquierda hallaran entendimientos”.

Política de cúpulas por televisión

La novedad teórica chilena es en las próximas elecciones pude haber una candidata social-laica con una social-cristiana. Da lo mismo, aunque lo relevante es que se trata de mujeres. Y esto se debería a “que hay un cambio cultural muy profundo”. O sea, el pensamiento político del pueblo chileno lo está modelando la televisión, porque los diarios de derecha -los únicos que existen- influyen en una elite que ya tiene su opción muy definida. “Michelle [Bachelet, PS] y Soledad [Alvear, DC] fueron impuestas a los partidos por la opinión pública. En 1988, a nadie se le habría ocurrido discutir la legitimidad de Patricio Aylwin como candidato. Y era una decisión de los partidos. Ahora, las candidatas salen de fuera de los partidos. Y una, Soledad Alvear, incluso en contra de su directiva”.

Dicho de otro modo, los partidos parecen estar demás, aunque conserven plenamente todo su control del poder en la sociedad chilena. Hoy en Chile, la política se hace desde la cama o en el living del hogar, mirando TV y respondiendo encuestas telefónicas.

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