He leído con pavor los últimos mensajes en la red y voy a referirme a uno específico porque es la expresion de la cultura-ambiente del partido, producto del liderazgo de su dirigencia.

Con reiterados mensajes a la red ciertos militantes con evidente personalidad ilota están promocionando un evento totalmente intrascendente para la vida institucional de una organización que es un partido político. "Miss APRA" no es otra cosa, es oportuno aclararlo, que el producto de la "imaginación creadora" de una dirigencia política que ha perdido totalmente el sentido de la realidad y las prioridades de un país convulsionado políticamente, herido económicamente y derrotado en términos de empleo.

Confundiendo los objetivos de un partido político, se está organizando un evento absolutamente frívolo que contradice la línea educativa y motivadora de los eventos que ayer organizaba el Partido del Pueblo para promocionar el conocimiento entre su militancia.

Y si de eventos se trata, pues antes eran los concursos de poesía, ensayo, música y artes plásticas, de oratoria y otras manifestaciones del alma, los eventos que servían de inspiración para aquellos que adentrándose a la política se les enseñaba también a valorar las manifestaciones estéticas de la cultura.

Y es que cada tiempo, cada espacio de la historia tiene sus propios protagonistas. A nosotros nos ha tocado, lamentablemente, el protagonismo estéril de los incapaces que representan el aprismo light y dirigen el Partido del Pueblo, quienes, una vez mas, aprovechándose de la falta de preparación de la juventud que no ha visto a maestros de la talla del propio Víctor Raúl, Manuel Seoane o Luis Alberto Sánchez, entre otros, tiran por la ventana de cualquier oficina de Alfonso Ugarte iniciativas mundanas e improductivas que chocan directamente contra las prioridades de un partido político cuyo primer deber es, y lo subrayo porque parece necesario, el compromiso permanente con el dolor de su pueblo.

Así, mientras el APRA se encuentra sumergido en una confusión ideológica que ha trastocado dramáticamente su personalidad política comprometiendo su tarea histórica, el aprismo light organiza el concurso "Miss APRA", soslayando ex-profeso un debate que no se dio y que será lapidario para el futuro del partido. Mientras el APRA se niega a auscultar el intrincado contexto internacional que está devorando el contexto nacional y el futuro de nuestros hijos, “se organiza -se ha dicho- “entusiastamente Miss APRA", con el beneplácito de cierta militancia asalariada o perdida en el fondo de la mediocridad o la adulación. Mientras China pone en el mercado mundial millones de seres humanos como mano de obra barata, a veces esclava, afectando el salario de los trabajadores a nivel internacional y negocia ventajosos contratos con países latinoamericanos que quieran ofrecerle recursos energéticos, el aprismo light organiza con exactitud cronométrica el concurso “Miss Apra”. Mientras Alemania crece sostenidamente, Irlanda se transforma económicamente, India asoma como una nueva potencia mundial y Japón empieza a salir de su crisis, el aprismo light ignorante del mundo organiza “Miss APRA” con el aplauso unánime de quienes jamás abrieron un libro para obeservar, por lo menos, el nuevo mapa de un planeta convulsionado por los cambios acelerados de sus sociedades más pujantes.

Y mientras la militancia se solaza con un evento fútil, ligero e inconsecuente, producto de la astuta “imaginación” del aprismo light, que es la imaginación de los brutos, estos, los astutos, los ladinos, los culpables de toda esta mediocridad se encargan en el Congreso de la República, en el circo de sus cantinfladas, de asegurarse el dominio futuro del espectro político nacional elevando a 5% una valla que está dirigida directamente a excluir a los movimientos regionales, es decir a evitar deliberadamente la emergencia del Perú profundo al que pertenecen, paradójicamente, los progenitores o cientos o miles de apristas que hoy son la juventud del partido.

Y mientras esta misma juventud, llamada “nueva generación”, se entrega entusiasmada a la organización de un evento superficial e insustancial, los otros, los astutos, ladinos y adulados por el cortejo infame de una juventud prematuramente raída aprovechan la fiesta para reclamar en el circo del Congreso mas presupuesto para sus bolsillos culpables y engordados por la verguenza de sus actos o la incapacidad de su liderazgo.

La historia, indudablemente, la hacen los hombres. La nuestra, la actual y aparentemente futura, la están construyendo estos “prohombres” que desde la cúpula de una dirección política nefasta o desde las bases, con una mediocridad irresponsable y acrítica, aspiran, los primeros a continuarse descaradamente en el poder político y los segundos, a compartir ese poder, haciendo uso de las mismas artes de sus endiosados maestros, aquellos que hunden a la patria cada vez que levantan el dedo en el circo parlamentario o abren la boca para decidir el futuro de nuestro pueblo.