11-4-2013

¿Puede la DGAC aniquilar la reserva aérea del Perú?

¿Está en capacidad la Dirección General de Aeronáutica Civil y su titular, Ramón Gamarra Trujillo, de aniquilar la reserva aérea del Perú? ¿Qué otro propósito tiene la Norma Técnica Complementaria aún no publicada oficialmente pero que sí está en la página web del MTC, limitando la edad de las aeronaves que ingresan al país para uso civil? ¿O hay detrás de esta razzia interés en favorecer monopolios, verbi gracia, los 21 aviones de LAN que carecen de matrícula nacional y sí poseen la chilena?

La Asociación Peruana de Empresas Aéreas, en su carta al señor Gamarra y de fecha 11-5-2013, le manifiesta entre otras cosas:

"Estamos totalmente de acuerdo en que la aviación civil y comercial del país tiene que modernizarse, PERO sostenemos que ello debe realizarse sin afectar a la economía de las empresas aéreas y relacionadas, las cuales actualmente no cuentan con ningún impulso, promociones, incentivos, lo que hace aún más inviable, la norma presentada a través de la NTC (Norma Técnica Complementaria) de la referencia".

¿Qué pasaría en casus belli? Digamos que el gobierno chileno decidiera que las aeronaves de su línea particular LAN, por la circunstancia delicada, NO volasen en territorio peruano. Algo muy simple: se paralizaría el transporte de pasajeros en casi todo el Perú -y también gracias a la norma- absolutamente, el tráfico aéreo en Perú debido a que sólo volarían los aviones con menos de 20 años. Si a ello agregamos que es otro el país que controla el transporte de petróleo a lo largo de la Costa nacional, nos daríamos con el ingrato panorama que de prolegómeno trágico, el resultado de cualquier conflagración ya tendría su pronóstico absolutamente conocido.

El titular de la DGAC, Ramón Gamarra Trujillo, ha pertenecido a la Fuerza Aérea del Perú y -según múltiples voces- quiere tanto a su alma máter que maneja la DGAC como si fuera un cuartel, con órdenes terminantes y enérgicas porque cree que las disposiciones se cumplen sin dudas ni murmuraciones. Durante su gestión, del 2010 a la fecha, se han producido numerosos accidentes aéreos con resultados de pérdida de vidas y materiales muy onerosos. Y el señor Gamarra se mantiene en el cargo incólume, como si no hubiera pasado nada. Y si se trata de costo-beneficio, la ecuación que mide resultados, el asunto habría generado, en cualquier otro país, la destitución monda y lironda.

Es superfluo u ocioso, para analizar los párrafos antedichos y vinculados con la seguridad nacional, el ser aviador o técnico especializado en aeronavegación. Pero si existiesen voces o objetadoras, hay que preguntar al señor Ramón Gamarra si ha olvidado los rudimentos fundamentales que debió haber aprendido durante su estancia como oficial de la Fuerza Aérea que, según reza su lema, es el arma que decide la victoria. ¿O hay amnesias convenientes y necias?

Dice en otro párrafo la APEA:

"Ahora bien, refiriéndonos concretamente a la norma pre-publicada, vemos que ésta no sólo adolece de varios defectos que son anti-técnicos y anti-jurídicos, sino que contradice lo que sucede en la realidad pues estaría cuestionando a los mismos técnicos de la DGAC, quienes otorgan el Certificado de Aeronavegabilidad a las aeronaves previa inspección y verificación del cumplimiento de los programas de mantenimiento de las empresas y del fabricante de la aeronave quienes establecen los momentos en los cuales el operador debe realizar los chequeos y cambio de piezas de acuerdo a los ciclos de vida y usos de la aeronave con el fin de evitar futuras fatigas de los materiales de dicha aeronave."

La NTC propuesta por la DGAC es la misma o guarda parecido sensible con lo que impulsó la DGAC, el 2010, luego de los accidentes en Nasca y que fue analizado en el Congreso y luego de lo cual se archivó el asunto porque quedó desflecada de manera indecorosa al no poder sustentarse con solidez sus propósitos. Entonces, no se presentó el flamante director de la DGAC, Ramón Gamarra, en cambio envió a un representante que recibió una golpiza argumental mayúscula. ¿De vuelta a las andadas?

Los aviones DC-8 y DC-10 son cargueros con más de 60 años que vuelan en todo el mundo. Lo mismo que el Boeing 707 y son las fabricantes, tal como lo ratifica y refresca la Apea, los responsables de sus productos y autorizan los ciclos de vida de estas aeronaves y llegan en misiones periódicas a países como Perú en que existen tales vehículos.

El debate recién comienza en la opinión pública pero la proa de este artículo bien merece recordarse por su implicancia gravitante en un tema nacional: ¿Puede la DGAC aniquilar la reserva aérea del Perú?

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Ramón Gamarra Trujillo, director de la DGAC.
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