El avión sin piloto X-47B, del tamaño de un avión de combate F/A-18, puede operar desde un portaaviones de forma totalmente autónoma.

El Nobel de la Paz Barack Obama está usando todo lo que tiene. Pero ni él ni ningún otro presidente de Estados Unidos puede prometer la derrota total del terrorismo ya que «nunca tendremos cómo extirpar el mal agazapado en algunos seres humanos». Así lo anuncia en su discurso sobre la «estrategia contra el terrorismo» [1].

A pesar de las derrotas que han sufrido al-Qaeda y sus organizaciones afiliadas, «la amenaza está hoy más extendida», de Yemen a Irak, de Somalia al norte de África y en países como Libia y Siria «los extremistas se han afianzado» como resultado de la «agitación en el mundo árabe». Claro, las guerras desencadenadas por los propios Estados Unidos y la OTAN nada tienen que ver con eso…

Así que prosigue la lucha entre el Bien y el Mal, bajo la preclara dirección del presidente, quien ahora redefine la estrategia: la «guerra ilimitada contra el terror» se convierte en una serie (de hecho ilimitada) de acciones «acciones letales selectivas» cuyo objetivo es «desmantelar redes específicas de extremistas violentos que amenazan América». [En realidad, Estados Unidos. Nota del Traductor.]

Esas acciones se caracterizarán por un uso cada vez más intensivo de los drones [Aviones sin piloto o más bien teledirigidos.] cuyo uso, según el derecho estadounidense e internacional, es «legal» porque Estados Unidos está librando una «guerra justa y de autodefensa». El uso de los drones contribuye a «salvar vidas humanas» ya que los aviones y misiles tienen menos precisión y pueden ocasionar más cantidad de víctimas.

En lo adelante, las «acciones letales selectivas» que realicen los drones y las fuerzas especiales «fuera de las zonas de guerra» estarán sometidas a una «fuerte supervisión». Pero, precisa Obama, «tenemos que mantener la información en secreto». Así que nadie podrá saber cuál será el eficaz uso que se hará de los drones y las fuerzas especiales.

La «fuerte supervisión» que anuncia Obama tiene en realidad como objetivo desplazar el control de las «acciones letales selectivas» de la CIA hacia el Pentágono. En más de un decenio de «guerra del terror» ha sido fundamentalmente la CIA la que ha dirigido esas acciones con drones y agentes secretos, no sólo en Afganistán e Irak sino también en Yemen, Somalia y en otros numerosos países que no están oficialmente en guerra. El problema es que la CIA había adquirido demasiada preponderancia y estaba metiéndose en terreno del Pentágono. El Mando Conjunto para las Operaciones Especiales del Pentágono, que realiza acciones paralelas a las de la CIA, quiere ahora el control de todas las operaciones que impliquen el uso de drones y la CIA contribuirá indicando los blancos –humanos o materiales– que deben ser abatidos. El paso del control a las manos del Pentágono funciona también en cuanto a la iniciativa de potenciar el ejército de drones, cuyo objetivo es pasar de los drones teledirigidos a los drones completamente robotizados.

El 22 de mayo, o sea un día antes del discurso de Obama, la firma Northrop Grumman realizó el primer vuelo del MQ-4C Triton, un drone que está construyendo para la US Navy. Con 40 metros de envergadura (más que el avión de pasajeros Boeing 737), este drone puede volar sin reaprovisionarse por más de 30 horas y cubrir una distancia de 18 000 kilómetros registrando automáticamente –gracias a sus sensores– los distintos tipos de navíos y de blancos designados. La marina de guerra estadounidense ya hizo un pedido de 68 ejemplares de ese drone y unos cuantos serán desplegados con toda seguridad en la base de Sigonella y en alguna otra base situada en Italia.

Seis días antes del discurso de Obama, esa misma firma –Northrop Grumman– comenzó en el portaviones USS Georges H. W. Bush las pruebas de las operaciones «touch and go» (aterrizaje y despegue inmediato) del X-47B, un drone robótico «inteligente» (del tamaño de un avión de combate del tipo F/A-18 Super Hornet). Después de su despegue ese drone es capaz de volar hasta el blanco, destruir el blanco y volver al portaviones, todo de manera enteramente autónoma, para seguir «salvando vidas humanas»

Fuente
Il Manifesto (Italia)

Traducido al español por la Red Voltaire a partir de la versión al francés de Marie-Ange Patrizio

[1«The future of our fight against terrorism», by Barack Obama, Voltaire Network, 23 de mayo de 2013.