Reclutamiento de combatientes terroristas extranjeros, facilitación de sus desplazamientos transfronterizos hacia la República Árabe Siria y suministro de armas a los grupos terroristas que operan en ese país
Según informes, representantes del Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL) [1], con ayuda de los servicios de inteligencia de Turquía, han establecido en Antalya una amplia red para reclutar a personas que han llegado a Turquía desde Estados de la antigua Unión Soviética, con el fin de facilitar su participación en el conflicto sirio y el posible traslado a la Federación de Rusia.
El grupo de reclutadores está constituido por las siguientes personas:
– Abdullah, ciudadano de Kirguistán;
– Azmet, oriundo de Adygea;
– Elnar, oriundo de Tatarstán;
– Ilyas, ciudadano de la Federación de Rusia;
– Adil Alievan, ciudadano de Azerbaiyán; y
– Nizam, oriundo de Karacháyevo-Cherkesia.
Está bajo el mando de un ciudadano de la Federación de Rusia, Ruslan Rastyamovich Khaibullov (conocido también como Baris Abdul o por el seudónimo “El Maestro”), nacido el 1º de abril de 1978 en Tatarstán. Vive con su familia en Antalya y tiene un permiso de residencia permanente en Turquía.
El reclutamiento se lleva a cabo con el conocimiento de la administración penitenciaria [turca]. Si un detenido acuerda aceptar el Islam y participar en actividades terroristas, los reclutadores le prometen «hacer un trato» con los organismos turcos encargados de hacer cumplir la ley y le ofrecen, gratuitamente, los servicios de un abogado turco: Tahir Tosolar. Sultan Kekhursaev, un checheno que es ciudadano turco, también ha visitado centros penitenciarios donde hay extranjeros detenidos, con el propósito de reclutarlos.
En septiembre de 2015, un grupo de más de 1 000 combatientes del EIIL procedentes de países de Europa y de Asia Central fueron llevados de Turquía a la República Árabe Siria a través del paso fronterizo de Alikaila (Gaziantep).
Las rutas utilizadas para trasladar a los combatientes pasan muy cerca de la frontera sirio-turca por Antakya, Reyhanli, Topaz, Şanlıurfa y Hatay.
En marzo de 2014, el jefe del Organismo Nacional de Inteligencia de Turquía, Sr. Hakan Fidan, coordinó el traslado de una unidad del EIIL que estaba integrada por muchos efectivos y estaba bajo el mando del ciudadano libio Madhi al-Kharati [2]. Los combatientes fueron trasladados por mar desde Libia hasta la República Árabe Siria a través del paso de Barsai, en la frontera entre Turquía y la República Árabe Siria.
Desde fines de diciembre de 2015, con ayuda de los servicios de inteligencia de Turquía, se usa una ruta aérea para transportar a combatientes del EIIL al Yemen desde la República Árabe Siria, a través de Turquía, con servicios de transporte aéreo militar de Turquía. Un medio alternativo es transportar a los combatientes por mar hasta el puerto de Adén, en Yemen.
Varios ciudadanos de la Federación de Rusia que mantienen contactos con representantes de las autoridades administrativas, policiales y de seguridad en varias ciudades de Turquía, incluida Estambul, reclutan combatientes en las madrazas turcas.
Es bien sabido que los combatientes heridos del EIIL pueden descansar y recibir tratamiento en zonas de Turquía limítrofes con la República Árabe Siria. En 2014 había al menos 700 combatientes que se recuperaban en Gaziantep.
Según informes, a partir de 2015, los servicios de inteligencia de Turquía ayudaron a llevar de Antalya a Eskişehir, una llamada «aldea de tártaros» que albergaba a combatientes de la etnia tártara, cómplices del grupo terrorista Jabhat al-Nusrah y oriundos de Tatarstán, Bashkortostán y Mordovia. Algunos de ellos tienen doble nacionalidad rusa y turca.
Una persona muy activa en la aldea es Timur Maunirovich Bichurin, ciudadano ruso oriundo de Kazán nacido el 15 de diciembre de 1969, quien desde enero de 2014 ayuda a islamistas a luchar en la República Árabe Siria.
En diciembre de 2014, los servicios de inteligencia de Turquía ayudaron a establecer campamentos en Turquía, particularmente en la provincia de Hatay, a fin de concentrar a migrantes ilegales para adiestrarlos antes de enviar bandas extremistas a la República Árabe Siria.
En enero de 2015, el Organismo Nacional de Inteligencia de Turquía participó en la operación de fusionar 3 bandas terroristas, a saber, Osman Gazi, Omer bin Abdulaziz y Omer Mukhtar, en un grupo llamado Brigada Sultan Abdulhamid, que nombró comandante a Omer Abdullah. Los miembros de este grupo se entrenan en un campamento de Bayır-Bucak, en Turquía, bajo el mando de instructores de las unidades de operaciones especiales del Comando General de las Fuerzas Armadas de Turquía y de personal del Organismo Nacional de Inteligencia. Las actividades de la Brigada Sultan Abdulhamid se coordinan con las de los combatientes de Jabhat al-Nusrah, en el norte de la provincia siria de Latakia.
Es bien sabido que el 21 de septiembre de 2015, en la ciudad siria de Tall Rifaat, representantes de la oposición siria que habían recibido formación militar en un campamento emplazado en Kırşehir, en Turquía, entregaron armas a combatientes de Jabhat al-Nusrah.
Al parecer, se siguen entregando armas a grupos terroristas en la República Árabe Siria, para lo que se usan los servicios de las fundaciones basadas en Turquía Insan Hak ve Hürriyetleri ve Insani Yardım Vakfı (IHH) [3], Imkander [4] y Öncü Nesil Insani Yardım Derneği.
Diversos tipos de armas, equipo militar y municiones llegan del extranjero a través del puerto turco de Iskenderun. El equipo y los suministros militares se transportan desde allí, a través de la provincia de Hatay (por el cruce fronterizo de Oncupinar), hasta Alepo e Idlib, en la República Árabe Siria, en vehículos de IHH, de Imkander y de Öncü Nesil con las matrículas turcas 33 SU 317, 06 DY 7807, 33 SU 540, 33 SU 960, 42 GL 074 y 31 R 5487. Una vez en la República Árabe Siria, las armas y municiones se distribuyen a bandas turcomanas y unidades de Jabhat al-Nusrah.
El 15 de septiembre de 2014, representantes de IHH usaron vehículos para transportar armas y medicamentos destinados a grupos del EIIL desde Bursa, a través del cruce fronterizo de Ceylanpınar (distrito de Reyhanlı), hasta la República Árabe Siria. Ese envío fue seguido y escoltado a través de Turquía por un vehículo que transportaba personal del Organismo Nacional de Inteligencia de Turquía.
Respuesta Turquía
La nota adjunta a la carta de la Misión Permanente de la Federación de Rusia se compone de acusaciones infundadas.
Al convertirse en participante directo en el conflicto sirio, Rusia ha sido responsable de muertes de civiles, caos y destrucción en Siria en unas proporciones y con una eficacia solo equiparables a las del régimen.
Según estudios independientes, cabe atribuir a la Federación de Rusia hasta un 70% de las muertes de civiles que están ocurriendo en Siria. Desde que comenzó la participación militar rusa en Siria el 30 de septiembre de 2015, sus ataques aéreos se han cobrado ya más de 1.300 vidas. El 90% de esas víctimas eran civiles. Los ataques dejaron un saldo de más de 2.000 heridos. En el apéndice I de la presente nota se proveen más detalles sobre estas bajas.
Rusia también es directamente responsable de la indiscriminada y total destrucción de la infraestructura civil, otro denominador común con las prácticas del régimen. Esa destrucción también agrava la tragedia humanitaria, en un momento en que la comunidad internacional trata desesperadamente de hacer llegar ayuda humanitaria sostenida al pueblo sirio que vive en zonas sitiadas también en relación con la resolución 2254 (2015) del Consejo de Seguridad, que la Federación de Rusia ayudó a redactar pero cuya aplicación bloqueó en la práctica.
Dirigir deliberadamente los ataques contra hospitales, escuelas, existencias de alimentos y redes de distribución de agua y electricidad los convierte en crímenes de guerra.
Rusia intervino en la situación siria con el pretexto de combatir a Daesh/EIIL y al terrorismo. Después de más de 8.000 ataques, el 90% de ellos dirigidos contra los elementos de la oposición, no hay un solo indicio de que los ataques rusos hayan tenido efecto alguno contra Daesh/EIIL. El terrorismo ha crecido y se ha extendido.
Rusia lanza sus acusaciones infundadas contra Turquía, que acoge a más de 2,5 millones de sirios, en el contexto que se acaba de describir. La continuación de los ataques de Rusia y del régimen desde la cesación de las hostilidades pone en peligro todo el proceso político y, por lo tanto, amenaza provocar nuevos movimientos masivos de literalmente decenas de miles de sirios hacia nuestras fronteras.
Si la Federación de Rusia verdaderamente pretende luchar contra el terrorismo, debería concentrarse en el régimen y procurar, con seriedad, hacer funcionar el proceso político. Con su actual curso de acción, la Federación de Rusia solo agrava la situación, al participar directamente en el conflicto y elevar el nivel y la intensidad de la violencia. La única manera de salir de este círculo vicioso es garantizar una transición política auténtica sobre la base del comunicado de Ginebra.
Turquía tiene un historial encomiable a la hora de contrarrestar la amenaza de los combatientes terroristas extranjeros, así como de demostrar una cooperación estrecha y transparente con todos los países. En el apéndice II de la presente nota se detallan nuestros esfuerzos para contrarrestar la amenaza de los combatientes terroristas extranjeros. Irónicamente, Turquía ha interceptado a posibles combatientes terroristas extranjeros con conexiones rusas y ha informado a Rusia acerca de su deportación en numerosas ocasiones a pesar de la falta de cooperación del Gobierno de la Federación de Rusia, que es contraria a sus propios intereses declarados. Además, siguen siendo motivo de gran preocupación las noticias relativas a nacionales rusos que viajan a Siria para unirse a Daesh/EIIL con aprobación de su Gobierno.
Con sus acusaciones, Rusia pretende alejar la atención de la comunidad internacional de sus acciones y del problema real, que consiste en poner fin al conflicto en Siria. Invitamos a Rusia a ponerse a la altura de la responsabilidad que entraña ser miembro del Consejo de Seguridad.
Fuente : S/2016/143 y S/2016/224
[1] Esta organización yihadista es también comúnmente conocida como Emirato Islámico, Estado Islámico o designada como Daesh, su acrónimo árabe, así como por las siglas EI, EIIL, ISIL o ISIS. Nota de la Red Voltaire.
[2] Probablemente, el yihadista libio Mahdi al-Harati. Nota de la Red Voltaire.
[3] Organización humanitaria de la Hermandad Musulmana. Nota de la Red Voltaire.
[4] Esta fundación apoya los movimientos musulmanes independentistas en el Cáucaso. En 2013, Rusia solicitó al Comité de Sanciones 1267/1989 del Consejo de Seguridad de la ONU que incluyera a Imkander en la lista de organizaciones vinculadas a al-Qaeda, pero el Reino Unido, Francia y Luxemburgo se pronunciaron en contra. Nota de la Red Voltaire.
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